SONRISASS Y LÁGRIMASS

  

  Todo aquel que siga Gran Hermano tiene favorito, lo manifieste abiertamente o lo guarde en silencio por algún tipo de circunstancia, todos los que seguimos el programa en las redes sociales, aquellos que solo ven las galas, las personas que acuden cada semana a plató, los directivos, la cadena, la productora, hasta la propia presentadora tiene su favorito. Es muy difícil hacer coincidir ese favorito entre todos, sería muy mala señal para el programa. Anoche salió expulsada Amanda, una de las favoritas para mucha gente incluso para ella misma. Tengo la impresión que aparte de para mucha gente también era una de las favoritas para la cadena. Son solo intuiciones, como aquellas que siguen viendo a Han y Aritz en la misma terna. Supongo que un tema de debate en el subconsciente de cada uno esta mañana será hacerse la misma pregunta, ¿Porqué entre Amanda y Marina fue expulsada Amanda?. No es mala pregunta a no ser que estés hablando de Gran Hermano y sigas sus entresijos desde tiempos inmemoriales.

   En condiciones normales, no me duelen prendas en decirlo abiertamente, la cadena habría optado por la decisión más fácil y todos sabemos que no les habría temblado el pulso en expulsar a Marina. El berrinche pasajero habría durado apenas unas horas, el tiempo suficiente para enzarzar a Marta y Amanda en una nueva bronca y ya nadie se hubiese acordado. Todos sabemos que las cosas son asi, no deberíamos jugar a hipócritas y volver a creer en los reyes magos y decir que la audiencia soberana son los padres. Pero anoche sí lo fueron. Durante la gala, la presentadora nos lo recordó con insistencia una, dos, tres, hasta el aburrimiento de veces. Quería dejarlo claro, como también quiso dejar claro desde el minuto cero que la expulsión nos iba a sorprender a todos. ¿Perdona?. ¿Quienes son todos?. ¿La audiencia soberana que vota, los que en ese momento veíamos la tele, vosotros, los de la casa, los nominados...? ¿Quienes?. No creo que sorprendiese mucho a ese votante ingenuo que se ha estado gastando durante la semana una buena cantidad de euros por expulsar a la malagueña... ¿O sí?.

   Son pura contradicción. Una expulsión sorprendente. Menudo ejemplo para los votantes, menuda falta de respeto hacia los propios concursantes. Marina también existe, y aunque no de el juego que otros concursantes pudiesen estar dando, vosotros la habéis elegido y le habéis asignado el papel ridículo de mamá reborn. Pero no es el tema hoy. Hoy es buscar la respuesta a esa pregunta que aún todo el mundo se está haciendo. ¿Porqué Amanda?. La cuerda se ha tensado demasiado durante la presente edición. El pulso ridículo que la cadena ha intentado mantener con su propia audiencia les ha salido mal. Son muchas las semanas, los expulsados, las votaciones en que esa tensión y ese divorcio se venía fraguando poco a poco, una vez por una cosa otra vez por otra el vaso se iba llenando de desconfianza mutua y de sospechas, tantas que mucha parte de esa audiencia empezó a cansarse, pero esta vez no solo de boquilla sino de facto. Lo llevábamos advirtiendo desde el principio del programa y no nos lo creíamos, era tal la impunidad y la desfachatez con que se tomaban algunas decisiones (o no se tomaban) que ya ni lo disimulaban, parecía que les daba todo igual, incluido lo que los seguidores pensasen. Cualquier medio experto en la materia sabría que esa actitud no se podría sostener en el tiempo y el vaso tendría que rebosar en algún momento.

   La repesca de Raquel se veía venir incluso antes de que se formalizara, aquí ya lo dijimos hace más de un mes. Sin entrar en consideraciones técnicas de si habría sido preferible su entrada o la de Mayte, la entrada de la extremeña fue un órdago en toda regla a la audiencia a quien no se le dió la más mínima opción por una decisión ya tomada de antemano. Esta entendió que el simulacro de los porcentajes igualados y el escándalo de su elección nada creible cuando todo el mundo quería a la otra concursante fue una tomadura de pelo en toda regla por anteponer una carpeta guionizada y preparada a la propia decisión soberana que decía justo lo contrario. La casualidad hizo que el azar uniese dos objetivos contrapuestos, la esperada carpeta deseada por la cadena entre Suso y Raquel y la nominación de Amanda. Choque de trenes. Si tu defiendes tu tesis nosotros defenderemos la nuestra y atacaremos a la linea de flotación donde más duele, una de las favoritas. No habria tenido sentido, la cadena lo habría podido hacer otra vez y como dije al principio no estaríamos aquí hablando ahora, habría salido Marina, un berrinche de unas horas y aquí paz y después gloria. 

    Pero habría sido pecar de reincidente y haber cogido velocidad toda la dinámica cuesta abajo. Hay quien dice que nos han dado un caramelito para calmarnos, puede ser. La gente se ha movilizado mucho, gente a quien incluso Amanda ni le iba ni le venía, a quien Marina ni le iba ni le venía, a quien ninguna de las dos consideraba como favorita. La pregunta habría que cambiarla un poquito entonces y habérsela hecho directamente a la propia cadena dejando de lado a la propia audiencia que aunque se había pronunciado estaba preparada para lo peor. ¿Porqué salió Amanda?.

 No nos engañemos. Amanda independientemente del pulso abierto también salió por méritos propios. Amanda es extrema. O es la más diva o es la más choni, o es la más sincera o es la más falsa, o la más leal o la más indiscreta, ella siempre nos ha dicho que es “lo más...” a secas. Los calificativos los teníamos que añadir nosotros. Pero esa autocalificación que ella misma de sí misma se hacía conlleva un riesgo, te expones a la vista de todos. Vale, eres lo más según tú. De acuerdo, ahora yo voy a asegurarme de que eso es así. Pues mira, no. No me lo parece. Te estás engañando a tí misma y nos estás engañando a nosotros, lo que pasa es que en el proceso también se ven todas las costuras, y han sido muchas. Considerarse amiga de sus amigos es lo mismo que considerarse enemiga de sus enemigos, o sea, nada, bueno sí... una más. Ni más ni menos. Ni special one ni boquerones en vinagre, una más pero excesiva. Y eso en un concurso donde el equilibrio en una convivencia de tres meses ha de ser una constante es peligro mortal.

  La gala estuvo centrada en la expulsión, era el eje y sobre ella giró todo el resto. Me encanta el juego dentro del juego, lo he dicho muchas veces, es mi debilidad. Oir a la presentadora decir que no teníamos ni idea de la película (pelota lo llamó ella) que nos habíamos montado aquí fuera y de lo que iba a suceder fue todo un gustazo para nuestros propios sentidos, porque demostraron una vez más lo simples que son. Cambiarlo todo para que nada cambie... ¿os acordáis?. Bueno, pues lo hicieron. Dejaron a los porcentajes pequeños en la sala de expulsión y a los mayores los devolvieron a la casa. En condiciones normales, Marina y Amanda salvadas y Suso y Ricky preparados para escuchar el veredicto. Me pregunto para quién organizan las galas, si para el espectador o para ocho o nueve. El espectador sabía que los porcentajes altos eran de Marina y de Amanda, los únicos que no lo sabían eran los concursantes. ¿A quién quisieron sorprender?. Desde luego a nosotros no. Pero es igual. El caso es que hirieron con su bravuconería graciosa a los que menos se lo merecían, precisamente a aquellos a quienes más daño podían hacer y quienes peor lo estaban pasando.

  ¿Que resultó gracioso? Puede que sí, un engaño puede ser gracioso. Habia mucha gente que argumentaba la expulsión de Amanda solo por ver algunas caras, pobre argumento, tan pobre que ellos mismos cayeron en la trampa y decidieron rizar el rizo. El desconcierto en ellos fue tan grande que nos privó de esa emoción que es la que realmente configura esas propias caras. Apenas fueron cinco minutos de shock, muy poco para la expectación que había con la expulsión, pero seguro que alguno o algunos disfrutaron como enanos... los hemos engañado a todos pensarían... ilusos y simples, lo dicho.

  Los vídeos... qué jartá de vídeos por dior. Y todos cortados por el mismo patrón y eso que lo anunciamos por la mañana, nos van a inflar a vídeos de Raquel y Suso con exageraciones de Sofía como fondo y de las matrimoniadas entre Han y Aritz. ¿Qué...? pues eso, que si quieres arroz Catalina. Se les vió demasiado el plumero en la entrevista, hacía mucho tiempo que no disfrutábamos de una entrevista de expulsión en condiciones. Anoche tampoco. Hasta la propia presentadora tuvo que admitir que le faltaba jabón, haciendo un llamamiento urgente a las redes sociales para que le preguntase algo a quien no había nada que preguntar. No es que Amanda no tuviese entrevista, es que a diferencia de lo que mucha gente piensa, su paso por la casa no ha sido todo eso que mucha gente dice, en realidad ha sido mucho más pobre y simple de lo imaginado. Eso sí, ella siempre ha sido superleal y supersincera, va de corazón y es una diva. Sinceramente súper, yo tengo que entrevistar a alguien así y la noche anterior no duermo.

   Las nominaciones a la cara nos regaló el “tamagochi” de Aritz a Sofía, señal de la crisis profunda de identidad en que se encuentra sumergido este concursante y su posterior mosqueo ante la extraña exaltación de la presentadora a Han con respecto a la cocina. Muchos no lo entendimos muy bien, la verdad... Suso, Sofía y Raquel salieron nominados, Suso se salvó a sí mismo y subió Marta. Por cierto, al personaje que metieron para el juego de la inmunidad no lo conocía ni lo había visto en mi vida, seré un desfasado porque Amanda cuando se enteró de que había sido él se echó las manos a la cabeza. Me sentí más tranquilo cuando empecé a leer por todos sitios que a mucha gente le había ocurrido como a mí.

Bueno... también metieron una vez a Belén Esteban.