28 de febrero de 2013

NOCHES SISTEMÁTICAS

  Son significativas las noches en Guadalix. Si algo han aprendido los concursantes con el paso de los años es la rentabilidad que da la vida nocturna. Para los de esta edición es como una obligación, si no estás despierto como hacen los demás no eres nadie, aunque tu cuerpo no te lo permita. Pasan las horas, hablar por hablar, lo importante es permanecer allí cueste lo que cueste.  Seguramente fue Kristian el pionero ideólogo que puso las bases. Aunque sepa mal decirlo le están haciendo todo un homenaje al bueno de Pepe Flores. Lo que más llama la atención es la ridícula argumentación que esgrimen, o sea ninguna, hay que estar porque por las noches es cuando se gana el concurso, un clásico en toda regla.

   Desde luego a nosotros nos viene de maravilla que la casa tenga vida durante las veinticuatro horas, el tema es la impostura que utilizan para hacernos ver lo interesante de la decisión. Choca mucho que estén todos despiertos a lo largo del sofá para hablar de la nada como manteniendo una especie de competición por aguante. Verlos a todos aguantar como jabatos moribundos a veces debe resultar patético. Las noches desde siempre han resultado interesantes por lo que haya ocurrido, nunca lo serán por el mero hecho de permanecer despiertos y las luces encendidas. Pero el concepto que ellos tienen este año de la acción y la vida en la casa, de lo que nos resulta o no interesante, dista mucho del deseo que todos tenemos. Con éstas actitudes impostadas y premeditadas la vida en la casa pierde mucho valor, y el arrastre que ello conlleva hace que el muermo enlace con los días.

  Se les tiene que estar haciendo eternas, como a nosotros, ver pasar las horas con una previsibilidad casi certera de lo que va a ocurrir. Toda la acción gira en torno a diálogos superfluos y de poco calado, el hecho de querer parecer interesantes les está llevando justo a lo contrario y nos está permitiendo ver sus costuras antes de lo que imaginábamos. Es como si el cotilleo intrascendente se hubiese adueñado de la casa, conversaciones de instituto en viaje de estudios donde todo se dice para quedar bien y no ser menos que el otro. Dorar la píldora o calentar la oreja, se ponen a parir con tacto y bastante disimulo sin intentar ofender demasiado, solo son opiniones de todos contra todos por lo “bajini” que las cámaras nos ofrecen sin que ellos se den cuenta. Las conversaciones privadas son más que repetitivas y giran siempre sobre lo mismo, pero el arte de difundirlas a los demás compañeros parece ser obligatorio, supongo que serán ganas de ganarse la confianza. Toda la casa es un perfecto altavoz de lo poco importante que se habla, como un teléfono roto que va de oreja en oreja.

   Me gustaría poder hablar de otras cosas, de las personalidades de cada uno que poco a poco empiezan a dislumbrarse, hablar de cosas importantes que pudiesen estar pasando, pero me veo abocado a analizar conversaciones y actos intrascendentes y repetitivos sin ninguna incidencia en el concurso, los comportamientos se empiezan a antojar previsibles dentro de una normalidad ya percibida, en definitiva cada día parece más de lo mismo. Prefiero esperar a calibrar las personalidades de cada uno hasta nuevos datos, las impresiones suelen ser exactas de lo que cada uno está comentando, parecen jugadores de cristal y resultaría excesivamente fácil y repetitivo la descripción de cada uno. Preferible esperar a la anormalidad, lo especial o trascendente al menos, un argumento disyuntivo que todos sabemos que llegará, lo que nos han ofrecido hasta ahora no me resulta plausible.

   El comportamiento hasta ahora en la casa parece sacado de laboratorio, no prima la originalidad y todo parece como sacado de cualquier guión de cuarta. Será la impaciencia, o las ganas, o desgraciadamente las comparativas, pero todo está resultando demasiado banal. Lo correcto va ganando terreno de una manera incuestionable y eso lo hace todo más sistemático. Hasta las noches de Gran Hermano, la joya de la corona, que a la mañana siguiente siempre nos daba para escribir  con suficiente argumento y que casi siempre nos pillaba con el pie cambiado, han pasado a ser evidentes. Y es que cuando el sueño aprieta, hasta los días se hacen pesados.

27 de febrero de 2013

EL ERROR DE SUSANA

  Cuando le llegó el turno de nominar a Susana me sorprendió que no nominara a Iván. Habían tenido ambos una discusión en la radio bastante fuerte a tenor de cómo son las discusiones en la casa. Un poco antes de nominar ella, uno piensa para su interior a quién pudiera nominar y creo que de todos los nombres posibles solo había uno en que creo que la mayoría coincidiríamos, y ese sería Iván. Pues no, no le nominó, lo cual me llamó la atención, habrán hecho las paces imaginé, habrán hablado y todo se habrá quedado olvidado. Por lo menos me parece una opción noble, que después de haber tenido un encontronazo con un compañero arreglaran las cosas y todo se olvidara. Creo que Susana había sido fiel.

  Observándola ayer, y desde el momento en que le dijeron que estaba nominada, Susana entró en bucle sobre su nominación. No creo tanto por haber salido nominada sino por la sospecha que tuvo desde el primer momento de que algo raro había pasado allí, e intuyo que desde un primer momento fijó sus pensamientos en Iván. Sus sospechas le vienen dadas por una posible traición, imagino que tras haber hablado y limado asperezas ambos habrían llegado a una especie de pacto tácito de olvidarlo todo y no nominarse. No hace falta certificar en un papel las cosas que se dicen ni los gestos que se intuyen de esa conversación, ya que yo mismo lo pensé al ver a Susana nominar.

  Igual de sorprendido me quedé al ver a Iván nominar a Susana. Lo comenté con alguien que me había resultado sospechoso que Susana no nominara a Iván y que éste sin embargo sí lo hiciera. Ayer, Susana nos dio toda una lección de perseverancia al ir tras las oportunas explicaciones de Iván. Éste, como es norma habitual en él,  se estuvo saliendo por la tangente todo el día y se negaba a darle las explicaciones que le pedía la murciana. No hacen falta esas explicaciones dentro del juego, Iván es muy libre de hacer o deshacer con sus nominaciones y comunicarlo o no.

  De hecho, las nominaciones son inapelables. Lo que queda en evidencia después de un hecho tan simplista como el que estoy contando y tan normal, es la credibilidad de los concursantes que exponen su juego por encima de cualquier otra cosa. Si de normas no escritas estamos hablando y del derecho que tiene cualquier concursante para hacer lo mejor para sus intereses, sería bueno recordar lo mal visto que está a éste lado del muro la mentira y la traición entre concursantes, también es norma no escrita el pensar en autenticidades y falsedades y en ventajistas intenciones. La mentira siempre se queda escrita y suele pasar factura más pronto que tarde. Iván mintió a Susana, y ésta confió en exceso en el alicantino. Susana se siente traicionada e Iván piensa que hizo lo correcto.

  Algo tan simple y tan en boca de todos en cualquier edición, solo nos permite desnudar un poco más a los concursantes y conocerlos mejor. Para Susana, Iván no es trigo limpio cuando en una cosa tan sencilla falta a su palabra. Para Susana, Iván la ha engañado. Las consecuencias de un hecho tan simple hacen que todo adquiera mayores dimensiones de las que realmente deberían de tener, ya que la acción por sí misma no debería tener mayor importancia pero si las vamos ligando a otras no se queda en hecho aislado sino que nos dan una idea clara del perfil del concursante. No hace falta que Susana vaya de compañero en compañero para explicarles lo que le ha hecho, nosotros lo vemos todo. Una acción aislada puede convertirse en hábito, y tras la ridícula anécdota de una simple nominación, hacer que las lucecitas se fijen más en quien la produce si ésta viene dada por alguna cosa que te llame especialmente la atención.

  Susana no carga contra Iván, carga contra una actitud que ella considera rastrera y cobarde, solo llama la atención del personaje en cuestión a través de sus compañeros para que todos sepamos quién es realmente. Ella no está nominada por la inercia del juego es lo que piensa, sino porque alguien la ha traicionado, no le duele la nominación tanto como la forma y el fondo que ha empleado Iván, le duele la mentira y le duele aún más haber sido tan pardilla como confiar en alguien que no debía. En realidad ella no culpa a Iván de habérsela metido doblada sino de haber caído en su trampa. Se culpa de su buena fe y se maldice de su error.

26 de febrero de 2013

SALIÓ LORENA

   Gala clásica sin muchas sorpresas, entretenida y correcta. Salió Lorena como estaba anunciado en casi todos los sitios menos en nuestra encuesta que una vez más se había decantado por la salida de Miriam. Argi, Susana y Edo nominados, de nuevo nos encontramos ante una nominación intrascendente. Lorena por fin descubrió su misterioso voto, su reacción, insípida rozando lo indiferente, casi como ha sido todo su paso por la casa, amagos de grandes cosas para llegar a rozar la nada. Leti se llama la nueva concursante, de nuevo tiramos de la maquinita de cortar patrones y nos sale un perfil parecido a lo que hay, colocadita, sin problemas, con ganas de vivir la experiencia y apariencia de buen rollo. Eso sí, nos ha anunciado el fin de una relación tormentosa  finiquitada el mismo día de entrar en la casa. Gran Hermano es Gran Hermano. El momento emotivo de la noche fue el de Igor al recibir el regalo de su hijo de manos de la madre de Lorena.

  Lorena o verla en plató con la sensación de morir matando. Despedida de Iván con puyita y de Juan Carlos con un “ahí te queda eso, vale?”. Demasiado para su body. Pero es que su paso por la casa ha sido igual de desigual que su despedida, amagos fuertes para terminar diluida toda la expectación en cero coma, pero es lo que hay, si nadie dice nada a poco que alguien levante la voz hay que hacerle homenaje, y eso fue lo que anoche se le hizo a Lorena. Agradecerle los servicios prestados pero en ésta edición el punto va por otro sitio.

  Lorena nunca quiso jugar, ha estado las dos semanas justificándose de todo, lo que hacía y lo que no hacía, nombrada cotilla oficial por todo el mundo y certificado por ella misma ha sido una pésima concursante ofreciéndonos todo un decálogo de cosas contradictorias de lo que todo concursante nunca debe hacer. Su lenguaje va por un sitio siempre distinto a su actitud. Escuda en su sonrisa de chica buena un trasfondo de dudosa confianza, su verbo preferido es imponer, bien con gestos bien con palabras, de buenas maneras o de las otras, en definitiva su paso por la casa ha sido un recordatorio continuo para sus compañeros de a quién debían nominar.... y así hicieron.

  Hay quien dice que siempre se echa a los que dan juego, y parece ser que Lorena lo daba. Si el convertirse en el “pin pan pun” de todas las miradas y la diana de las bromitas de campamento de los boys es dar juego estamos confundiendo el juego, Lorena ha sido protagonista necesaria por romper el molde en que nos han sumido este año y traspasar los límites que ella misma nos venía pregonando día si y otro también.  Protagonista por equivocación, los verdaderos son los otros, pero cuando no hay torta siempre viene bien una buena ración de pan campero. Las cámaras agradecidas y el recuerdo será eterno, por lo menos un par de semanas más. Hasta que descubramos otra Lorena.

  A Iván le salió rentable lo de ir llorando el hombro de sus compañeros la complicada situación de su madre, ha salvado dos semanas pero se ha hecho la cruz él mismito en una lección básica de lo que nunca deber hacer un concursante para no salir nominado. Lo decíamos ayer, hay quien va de listo y se atreve a desafiar las propias leyes no escritas del concurso. Iván  está haciendo méritos suficientes día tras día para salir por goleada el día que lo esté, si no abandona antes porque su perfil reúne todos los requisitos para una espantada apresurada. Su eterna “promo” ya cansa hasta las cámaras y la impostura de sus gestos cuando sabe que éstas le están mirando aburre hasta las ovejas, si a eso le añadimos su frecuente pérdida de papeles y su irreverencia verbal nos encontramos con un candidato perfecto para durar poco.

  La rueda sigue sin convencerme. Para muestras un botón. Anoche Leti entró en la casa por una abrumadora mayoría aplastante frente a su contrincante. Ni sabíamos nada de una ni de otra, aunque es cierto que Pili en la rueda se vendió fatal fue suficiente un comentario tipo “mejor la pelirroja” para que el redil tomara una decisión imposible de calibrar. No es por quién entra sino por quién se queda y de la manera tan violenta e injusta en que lo hace, creo que con tanta gente como se presenta a los casting podría haber alguna forma menos atropellada de meter a un nuevo concursante, al menos que se le pudiese aplicar algún atisbo de oportunidad menos arbitraria. Son momentos de televisión, muy rápidos y atropellados y se lucha contra el tiempo y el directo, pero a su vez contra el sueño de personas que lo mismo llevan años esperando esa oportunidad.

  La noche terminó sin sobresaltos, Leti se ha integrado perfectamente y la semana se me antoja plana. Susana en la palestra y Danny sacando toda su artillería de “hermano mayor” intentando consolarla y dándonos muestras de su gran corazón, Puede ser su última semana, la de la murciana digo, y eso, en una persona como Danny, me temo que no va a pasar desapercibido. Al loro.

25 de febrero de 2013

EL GRAN TEATRO


   Hoy voy a hacer un ejercicio de libertad conmigo mismo y voy a negarme con rotundidad a describir lo que ya todos hemos visto, oído y leído. De las interpretaciones de cada cual saldría la mejor de las entradas, pero no me apetece en absoluto convertir el blog en un boletín oficial que para eso ya están otros canales. Leo abundantes mensajes pidiendo que no se eche a Lorena porque es la que le da vida a la casa, el centro del enredo y el alma máter sobre la que gira gran parte del protagonismo; Mal asunto hacer de ella la “rara avis” de la edición y en mal lugar quedarían los demás confirmando otras teorías sobre el acierto o no del casting. Nada nuevo bajo el sol, pero apañados estaríamos si eso fuese así.

   Gran Hermano es como la prueba del algodón que todo al final termina por sacarlo fuera, es inevitable por mucho trabajo que cueste aceptarlo, aunque intenten disuadir el concurso y dirigirlo hacia el espectáculo mientras el argumento básico dependa de comportamientos personales, éstos sacarán lo mejor y lo peor de sí, y nosotros, año tras año, solo tenemos que esperar con un poco de paciencia. Pero el principio de Gran Hermano es activo y sobre todo temporal, trasladar las distintas personalidades a un espacio concreto y exponerlas a los demás es someterlas a un proceso límite, estrujarlas para que ellas solas vayan purificándose y deshaciéndose de vicios artificiales para ofrecernos el resultado de lo que realmente son cada uno.

  Nada ni nadie es lo que parece, y menos en Gran Hermano, las mentiras y los engaños, la estrategia o la oportunidad, el silencio o la duda,  cualquier plan previsto termina saltando por los aires, es innato a la condición humana. Es como esa relación que en sus principios todo parece de vértigo para al final y con el paso del tiempo terminar siendo consumida por la más tediosa de las rutinas. Gran Hermano es un concurso de dirección única, y esa es la de la verdad. Jamás, ningún reality,  estará más fiscalizado que éste, ni tan interactuado con tantos participantes, activos, pasivos o mediopensionistas. El riesgo que conlleva poner en jaque la esencia del concurso a través de la más inteligente de las estrategias, la más burda de las mentiras o el silencio más custodiado es directamente proporcional a la mayor de las certezas de su fracaso.

   En ésta edición, muchos concursantes han  ido de listos intentando desafiar las leyes mismas del concurso e intentando pasar por encima de su propia historia con una burda y simplista intención de tergiversar su propia realidad. Algunos están intentando invitarnos a vivir su propio autoengaño y mostrarnos un estado de fantasía. Desde muy pronto han optado por la provocación como arma para el juego, acortando las distancias e infravalorando nuestra opinión. Me temo que algunos de los habitantes de la casa no han calculado bien los riesgos que conlleva la confrontación contra el peor juez que éste concurso pudiera tener. O han sido demasiado inocentes, o están actuando sin ningún tipo de astucia ni habilidad, es decir son tontos.

  No quisiera personificar mi entrada de hoy en ninguno de los concursantes, estoy generalizando con el riesgo que eso supone, en casi todos los habitantes de la casa, basándome en mi particular visión. Hay matices personales que los diferencian a unos y otros, hay circunstancias, objetivos diferenciados, pautas de comportamiento y otras características que deberíamos distinguir y personalizar, pero la impresión que tengo después de los acontecimientos de los últimos días es que existe un nexo común entre todos ellos y es el desconocimiento del programa y de su realidad. Están magnificando su paso por la edición de tal manera que acabarán siendo engullidos y tragados por ellos mismos.

  Voy a partir una lanza por ésta edición y otorgar el papel principal a aquellos actores secundarios e invertir la situación  que nos están presentando de forma torticera. Han asumido unos roles cambiados y los han escogido al azar;  hay a quien les ha tocado ser estrella, papel que le viene enorme, y quienes han escogido estar en la sombra. Nada es real en ésta función, ni los unos ni los otros, pero el escenario es cambiante. Giran y giran. Lástima que los actores sean tan malos, si no, hasta nos podríamos divertir.

22 de febrero de 2013

DICOTOMÍA


  Parece que éste año estamos abocados a hacer entradas meramente descriptivas,  hacer crónicas de las pocas cosas que suceden y a interpretar las cosas que no suceden. Todos estamos expectantes y ansiosos por ver hacia donde se dirige la vida allí dentro. Si cada día intuimos lo que va a da de sí el siguiente pienso que estamos ante una mala señal, no se atisban cambios importantes a corto plazo, las emociones brillan por su ausencia, las conversaciones entre ellos suelen ser bastante contenidas,  los silencios y la opacidad en la mayoría de los concursantes suelen ser evidentes.

  Está costando caer caretas y caparazones, el buen rollo y la felicidad que dicen les embarga por el mero hecho de estar en la casa casi les tienen abducidos y bloqueados. Parece que con haber sido elegidos para entrar ya hubiesen conseguido la meta de su vida. Están dentro, y ahora su máxima preocupación es no salir de allí, vivir o aprovechar la oportunidad parece secundario. Dicen que lo viven con intensidad, es posible que así sea, pero esa intensidad éste año no nos la están transmitiendo, les miramos a cada momento y dan una sensación de conformismo preocupante. Parece que el mero hecho de estar allí físicamente ya les otorga el don de la felicidad y hagan lo que hagan lo disfrutan.

  No sé, la sensación que aquí algunos tenemos es bien distinta a lo que ellos predican. Yo veo preocupaciones, veo miedos y veo a algunos concursantes angustiados, aunque lo nieguen. La realidad parece que se ha vuelto dicotomía, la que ellos nos anuncian y  transmiten y la que intuimos. Sus gestos y sus silencios. Se les ve encantados con el mundo y así nos lo intentan vender a cada momento, parece que al entrar en la casa a través de las distintas conexiones todo es maravilloso, las bromas, las risas, la complicidad y el buen rollo general es la tónica predominante, pero algo me dice que toda esa realidad que observamos pudiera estar siendo engañosa y solo un manto protector que oculta bastantes angustias por parte casi de todos. Son pocas las veces que les hemos visto exaltarse o perder los nervios, apenas dos o tres ocasiones, sin embargo sus silencios y algunos gestos empiezan a llegarnos con preocupación.

   He intentado recordar algo destacado para poder hacerle frente a la entrada de hoy y solo se me viene a la cabeza una conversación entre Lorena y Juan Carlos donde la primera intenta que éste confiese que le ha nominado, otra de éste con algunos compañeros diciéndole que está preocupado por no decírselo, algunas conversaciones de Kristian confesándole a sus amigos los devaneos que está teniendo con Sonia y su resistencia a tener algo más que lo que ahora estamos viendo, las preocupaciones típicas del encierro o un ligero pique entre Susana y Danny que parece que viene marcado por el guión para hacer más interesante la trama...  y poco más, si acaso la sesión diaria de típicas bromitas que nos vienen acompañando a menudo para recordarnos lo “guay” que se lo están pasando.

  Leer el blog de Danny y ver la angustia con que le escribe a su novia y su preocupación por como se podrán estar viendo las cosas desde fuera, o el de Noe y contar lo mal que lo pasa a veces y la ansiedad que le entra de vez en cuando o las veces que Iván se acuerda de su novia y lo que la echa de menos y los malos ratos que a veces pasa. Observar a Susana perseguir con su mirada a Danny y estar pendiente de sus reacciones y de cualquier palabra que le diga, o escuchar a Kristian contarle sus penas a Igor y las dificultades que le está poniendo Sonia o la angustia de Lorena por saber si de verdad tiene algún amigo allí dentro, las misma Sonia que parece medir cada gesto con Kristian para mantener la distancia programada y que no revierta en mal rollo ni falsas interpretaciones, nos puede hacer una idea de que no todo pudiera estar siendo camino de rosas.

  Son con cuentagotas los gestos que nos llegan pero hay imágenes que son elocuentes y sobre todo actos que nos invitan a pensar que puede haber fractura entre lo que  vemos y su verdadera realidad. Ahí dentro hay gente angustiada y que parece no estar pasándoselo tan bien como nos hacen ver y nos repiten de manera cansina. Como si el hecho de taladrarnos continuamente con lo maravilloso que está siendo todo les confortara y les hiciera sentirse mejor con ellos mismos. El confesionario posiblemente podría hablar  de lo que está pasando en esa casa en realidad, me temo que en ésta edición están habiendo más lágrimas y angustia que en cualquiera de las anteriores, y sin embargo, lo que nos están mostrando es todo lo contrario. 

   Porqué esa falta de naturalidad o esa falsa creencia de pensar que si cada uno se muestra como realmente es y desnuda sus miedos pudiese resultar negativo, ellos saben que siempre ha primado la autenticidad de cada uno y el riesgo que conlleva confesarse ante la audiencia con la verdad siempre suele aportar beneficios en el concurso, no será que toda esa contención obedece a una estrategia premeditada de no salirse del redil en demasía y dar la sensación de corrección o perfección como salvoconducto para llegar lejos. Con actitudes impostadas las apariencias a corto plazo suelen ser rentables pero a poco que se les vaya conociendo de verdad la sensación de engaño será mucho mayor y las dudas sobre quienes son en realidad les puede pasar factura.

  También pudiera ser que lo que se pretenda sea conseguir una ventaja interesada en algún momento puntual de la convivencia, en ese caso el interés no tardaría mucho en salir a la luz y las consecuencias no siempre suelen ser buenas.

21 de febrero de 2013

CUENTACUENTOS



  La casa de los misterios. Sobre tres gira principalmente toda la acción: ¿Cuándo descubrirá Lorena que Juan Carlos le ha nominado?. ¿Ganará Susana o ganará Danny?. ¿Accederá por fin Sonia a las pretensiones de Kristian?. Para empezar no está nada mal teniendo en cuenta todo lo que cada resolución conllevaría consigo. No me atrevo a decir que esto promete porque terminaría acusado de conformista, quiero más, quiero que Miriam tenga un desliz con Igor, que metan a Eva en la casa,  que Sonia reciba una postal de su ex diciéndole que le espera fuera, que Argi le tire los tejos al italiano, que Iván no se marche de la casa por no poder soportar la lejanía de Mery y que Lorena se declare a Juan Carlos. Por ejemplo…

  Ayer tarde hubo otro conato de bronca, Lorena en el centro de la trifulca, ésta vez con Iván a quien se le van viendo detalles de perder los nervios con facilidad. Por la noche terminaron abrazados e Iván pidiéndole perdón. Acción-reacción. Las cosas de Gran Hermano. Anoche hubo debate, me gusta el dinamismo que le mete Frank Blanco y no me gustó el porcentaje de Miriam. Nuestra encuesta éste año no acierta una, o los de éste blog no entendemos nada o le exigimos demasiado a Gran Hermano.

  Danny tiene un problema,  pero no quiere resolverlo. Juega a dos bandas y empieza a atisbarse cierto tufillo de cinismo. Por lo pronto ha marcado claramente su territorio, confesionario para Eva y las noches para Susana. Nunca una repetición había estado tan clara. Hugo, digo Danny terminará engullido por las redes de Gran Hermano que todo lo magnifica y diciendo que las cosas allí dentro son tan difíciles y complicadas que pierdes toda noción del tiempo, del espacio, de todo…. Ja.  Eva anoche salió a la palestra, dijo algo así como que una imagen vale más que mil palabras, que estaba decepcionada y que le ponía la frontera del beso, si la pasaba,  se acabó. Pabernosmatao. Ganará María, digo, Susana.

  Sonia se hace la interesante.  Kristian también. Menudo par de dos. “Un amor en ciernes” sería un buen título para ésta película. Enhorabuena al carpeterismo, esta historia se presenta larga como la goma que le está dando Sonia. No quiere, no quiere….Está muy bien así, no quiere, no quiere…. Y Kristian pidiendo cada vez más explicaciones. Sonia parece que todo lo hace perfecto, al menos que no se note demasiado, y Kristian,  a caballo entre la paciencia y la impaciencia jugando a los médicos,  papases y mamases, entre broma y broma esperando algún momento de flaqueza, pero caerá, por mis pelos que caerá…. Cuestión de amor propio. Sonia lo va a dejar en evidencia, pero él es fuerte, divertido y guapo. Psssssss. O mejor, zzzzzzzzz. Pereza, esa era la palabra.

  Lorena en busca del voto perdido. Lo acertará, lo juro por mi tita. Si sus dotes adivinatorias le fallan, acabará confesando el buenazo de Juan Carlos. Ha puesto todo su empeño y ha iniciado la mayor cruzada de la Historia. Todos sus servicios de información a su servicio, la casa patas arriba, es cuestión de tiempo, pero por sus huesos que se va a enterar.  Qué decepción. Todas sus ilusiones rotas. Si es que al final no se puede uno fiar de nadie. No se lo esperaba. Un drama. Pero veréis como al final ella lo conseguirá…   porque es muy lista. Juan Carlos duda si decírselo o callar, al final claudicará. Lo mismo es miedo, o pánico, o vaya usted a saber. Jugada maestra o gran cagada, ahí está la cuestión. Me temo que ni lo uno ni lo otro, él espera a ver que pasa, pero que los tiene en la garganta, pues sí.

  No desesperemos, luego no será tanto.  Ya lo veréis. Pero desde el lunes, Juancar tartamudea más. Y cada vez más. Es que Lorena impone. Hoy hemos bajado a las alcantarillas, no es el estilo, pero está resultando todo tan divertido que hemos preferido dejar la filosofía y la psicología aparcada hasta tiempos mejores. Será la inspiración de las cinco de la madrugada con el jacuzzi en pleno apogeo, la grabación de los ronquidos de Lorena en la tablet mientras se desternillan de la risa o la cara del italiano alucinando con la idiosincrasia que habita en la casa. Lo que hoy parece frivolidad, en cualquier momento pasará a ser drama. ¿Que no?.

20 de febrero de 2013

LORENA CONTRA LORENA




  Si hay algún protagonista a éstas alturas de concurso esa es Lorena. Es cierto que el conato de enfrentamiento con Igor la noche del lunes ha hecho subir como la espuma su protagonismo. No sé si eso será bueno o malo, hay veces que el hecho de estar en boca de todos resulta beneficioso y otras por el contrario perjudicial. Hablo en general intentando dejar precisamente a Lorena fuera de esta generalidad. Lorena ha sido protagonista desde el minuto uno de la edición, aunque su concurso se haya visto amplificado desde el lunes por la noche. Su nominación le ha ayudado.

  Hay una serie de circunstancias  que desde el primer día están confluyendo en esta concursante. Por un lado su físico, Lorena rompe el molde con que los responsables del casting han querido éste año documentar la edición. Ya a la hora de elegirla a ella entre el resto de compañeros se intuye un principio de desigualdad inconsciente, sea intencionada o no, ante un patrón determinado es posible que se haya optado por meter un elemento diferenciador que al menos salve las apariencias otorgándole un protagonismo involuntario.
 
Es muy fácil pensar en esto y muy complicado hacerlo público pero la realidad es la que es y el perfil físico de los concursantes estalla por los aires con la participación de Lorena. No creo en las casualidades y no intento ser injusto con nadie, solo son mis impresiones, y atisbo en ellas cierto elemento diferenciador desde el mismo momento de su elección. Da la impresión que desde el primer momento Lorena ha sido puesta en el concurso para marcar diferencias con el resto de la casa. No sé si valdrá como experimento o como gancho desestabilizador, pero no creo mucho en la aleatoriedad de su selección.
     

  Otra de las circunstancias que están confluyendo en ésta concursante es su propia personalidad. Sin incidir demasiado en temas psicológicos ni en generalidades el carácter de Lorena viene influenciado irremediablemente por su patología, y si ésta como he dicho anteriormente nos viene dada desde un principio como elemento diferenciador, por añadidura la personalidad de Lorena ha de considerarse desde el mismo momento de su selección como parte de ese elemento diferenciador que los responsables del casting han elegido


No quiero decir que ésta concursante se encuentre de alguna forma en cierta desventaja con respecto a las diferentes personalidades de la casa, pero si podríamos pensar que existen elementos claramente diferenciadores que la hacen distinta al resto del grupo. Eso lo sabemos todos, y lo sabe ella. Inconscientemente podríamos estar pensando en un handicap para su concurso que por supuesto podría tener influencia en su comportamiento. Al partir con esa dificultad con respecto a sus compañeros debe hacer un esfuerzo en intentar igualar su convivencia y pasar desapercibida respecto a sus propias limitaciones, intentar ser igual a los demás cuando en realidad sabes que no lo eres requiere de elementos que pudiesen equilibrar la balanza y mostrarte como un igual ante ellos. Para eso debes estar convencida de ti misma de que lo eres sin artificios ni dobleces.


 Ahí es donde creo que radica el error del concurso de Lorena. El hecho de que tengas que demostrar a los demás que eres igual a ellos no significa que tengas que hacerlo desde un nivel diferenciador, éste te ha servido para entrar, ahora depende de ti el igualarte y utilizar de esos elementos  requeridos para facilitar tu convivencia. Pero si los utilizas no para igualarte y competir desde el mismo nivel, sino para demostrar que eres diferente o incluso superior, estás utilizando tu handicap de manera partidista y estás entrando en el juego requerido de la competición, y ahí, sí que siempre serás un igual. Su comportamiento es simplemente un error de cálculo, el no saber donde está el límite entre lo que necesitas para ser una concursante más o para ser una concursante especial.


Y Lorena, desde el primer momento ha sobrepasado ese límite queriéndonos hacer saber que ella no es una concursante más. Lorena ha entrado como entendida de Gran Hermano que conoce al dedillo todos los entresijos del concurso con el riesgo que una aseveración así supone, entró asumiendo un papel que en nada tiene que ver con su verdadera personalidad y asumiendo un rol de líder que en nada le favorece, ha cometido el peor de los errores y es el de no aceptar sus propias limitaciones intentando proyectarlas hacia los demás, ha intentado vender un personaje de ficción que en nada se parece al que realmente lleva dentro, Lorena no es así pero quiere que nos empeñemos en verla así, alguien especial, y eso es una tarea que solo nos corresponde a nosotros y siempre en función de su comportamiento.

  Está jugando no solo ya a jugar, sino a saber jugar, se está olvidando de sus complejos intentando ocultarlos con una sobreactuación difícil de creer, se está haciendo la rebelde sin serlo y la conciliadora sin serlo, nos está ocultando su verdadero carácter, sus traumas y sus miedos en una escenografía de su propio doble, en definitiva nos está intentando engañar sin tener que hacerlo. Lorena no ha aceptado las reglas del juego, y eso en una persona que se dice ser entendida en Gran Hermano es definitivo.

 El problema de Lorena, han sido, son y será sus límites, Y mientras ella misma no los asuma jamás será ella misma.