30 de septiembre de 2016

...SALIÓ CANDELAS

  No hay que ser muy ducho en la materia para intuir que mucha parte de la audiencia que anoche se alegró de que no saliese expulsada Bárbara, en realidad, esta concursante le da igual, es más, estoy seguro que en una edición en condiciones normales sería igual de odiada o más por la audiencia que por el grupo de la casa que la odia. Con Adara sucede lo mismo. Son concursantes tipo salir expulsadas a las primeras de cambio y todo el mundo olvidarse de ellas como si no hubiesen existido. Anoche durante la gala, me sucedió precisamente eso. Fue estar toda la semana deseando que hubiese alguna especie de birlibirloque para que no saliese Bárbara y darle en las narices al resto de la casa para que se le bajasen los humos que justo desde el mismo momento en que eso sucedió, me estaba preguntando por qué... Bah, me dije, son cosas de Gran Hermano, nunca las entenderías...

 Cierto es que la actitud de Bárbara una vez de regreso a casa me pareció tan odiosa y estúpida que la actitud que tienen día tras día sus enemigos. O perdió una oportunidad de demostrar un mínimo de elegancia en el juego o se confirma la simpatía inconsciente de la audiencia por el débil estando en las mismas condiciones que su adversario. En esos momentos, no me pareció muy grandes las distancias. Sea como fuese, solo fue una actitud en cierto modo entendible por la presión entendible a la que había estado sometida durante la semana... solo que la administró mal. Para mí, claro.

  Idéntica dicotomía me ocurre con Adara, la otra protagonista de la semana. En su dualidad se establecen mis dudas. Existen dos concursantes en una, por un lado tenemos a la rebelde Adara, la protestona e independiente que hace lo que le sale del “pepe” (término puesto de moda en GH17 por Bea), la irascible que no se calla ni les perdona ni una, valiente y decidida, fiel y de todo menos miedosa, y por otro lado tenemos a la incongruente pareja de Pol, la empalagosa y calculadora que busca vídeos carpeteros de sus momentos íntimos, la maleable y sensible que se obsesiona por el “intocable varón” (léase sinónimo de “macho” pero política y correctamente mejor dicho), esa que hace las delicias de el/la guionista carpetera que llevamos sufriendo ya algunos años.

  Está claro que la segunda me sobra de todas todas y la veo totalmente prescindible para la edición, no así la primera a la que considero imprescindible para su supervivencia. La concursante necesaria que rompe ese radical desequilibrio entre todos los concursantes y hace que el concurso aún permanezca vivo a pesar de todas sus contradicciones. La otra villana. Ese concursante personaje que nos encanta y se torna impredecible, la que está loca le llaman aquellos que suelen sucumbir ante sus empujes impulsivos. Supongo que tendremos tiempo de ir desgranando mejor la personalidad de esta “rara avis” a lo largo de los días. En conclusión que existen razones poderosas para alegrarnos como seguidores de Gran Hermano de que las cosas sucediesen así, del mismo modo que podríamos no haberlo hecho y no hubiese pasado nada.

 No conozco a un solo seguidor que no estuviese convencido de que el setenta por ciento del domingo pasado correspondía a Bárbara, ni a nadie que pensase limpiamente que esos cincuenta y cinco puntos de diferencia iban a ser salvados en apenas cuatro días. Primero porque históricamente jamás había sucedido una cosa así y segundo porque en cierto modo todos por alguna u otra razón cuando veíamos esos porcentajes ya habíamos asumido la expulsión de la alicantina e imposible era lo más sensato a lo que podríamos aducir. Ponerme aquí y ahora a relatar la “película” de los hechos, el típico sorpasso, el empate técnico, lo poco que vota la gente, lo sucedido en la casa y demás milongas tampoco me apetece mucho, todos lo vimos y fuimos testigos. Negar lo evidente, tampoco puedo. Decir que me alegré de que se produjera la salvación de Bárbara cuando había estado encomendándome toda la semana a la cajita salvadora cae por su propio peso, ¿a quién no se le pasaría por la cabeza por un momento que incluso para ser justos la propia organización debería “hacer algo” para evitar lo inevitable?. A nadie.

  Así que creo que es justo reconocer que los hechos jugaron a nuestro favor poniéndose de nuestro lado de la forma que fuese. Bien para lo nuestro. Y yo que me alegré. Pero tampoco creo que sería justo no expresando mis dudas sobre la limpieza del resultado. No me lo creo aún viniendo bien para lo nuestro. Si ellos tienen la potestad de no informar de los datos definitivos o el desarrollo de la votación y despacharnos con un simple porcentaje sin dar explicaciones y con total oscurantismo creo que tengo el mismo derecho a expresar mis serias dudas sobre el engaño y la estafa a la que podamos estar sometidos, no olvidemos que la votación cuesta dinero. Y si las dudas existieron anoche, podrían seguir existiendo con el restante de concursantes y por ende con la totalidad del concurso.

 Candelas fue el daño colateral necesario, ya ni entro en la justicia o la injusticia por lo expresado anteriormente, simplemente fue prisionera de la propia filosofía con que se está llevando a cabo el concurso. También somos reos de la misma al tener que tragar con toda la “mierda” con que día tras día nos sirven para tener que ajustar su escaleta, reos de un mal llamado “Club” de los privilegiados donde se puedan manipular nominaciones al portador, hasta ocho veces le tuvo el súper que poner el marcador para que ellos decidieran a qué compañero ajusticiar, a la audiencia soberana nos despacharon con apenas un par... Un club al que la organización utiliza según su propio criterio para aceptar o saltarse las normas convenidas dependiendo de quién sea o no el perjudicado, una arbitrariedad que no casa mucho con las lecciones moralistas con que de vez en cuando nos sacuden en pos de la justicia divina y la perfecta educación. No se puede hablar pero si se puede hablar, hoy te voy a sancionar pero mañana me lo pensaré mejor. Doce meses doce causas, pero la de la limpieza del hogar aún sigue en el trastero.

 Ni que decir tiene del absurdo, injusto y horripilante juego maquiavélico de las bolas, la peor forma posible de congratularse con su audiencia, permitiendo tolerar el abuso y la injusticia dentro del propio concurso. Pero aún, y tras un mes de edición, a nadie se la ha ocurrido cambiarlo por otro más divertido incluso, ya no hablamos de lo inicuo y temerario que es. Y es que se ve que en T5 la palabra “privilegio” debe de tener alguna serie de connotaciones especiales hechas a la carta. Lo de la insistencia en la “hora de la carpeta” creo que ya no merece la pena ni luchar, se ahogarían sin su vaso de agua y sus momentos de gloria por muy sobado y trasnochado que esté.

 Después de la gala, los que nos quedamos viendo el directo pudimos observar a Fer en todo su esplendor. No es por él mismo, que bastante ya tiene con lo suyo, es por lo que representa del grupo mayoritario y su forma de proceder. Volviendo al propio juego, el verle hacer la ronda de concursante nominado en concursante para darle jabón y justificarse con palabras amables después de haber calculado sin reparo a quien ejecutar o a quien salvar es de un cinismo supino que no por desconocimiento sino por lo llamativa que supone su reincidencia dice mucho de cual es la estrategia misma de todo su grupo. Y es que hay cosas que jamás se podrán explicar, lo ves, lo estás viendo, lo estás pensando, a veces te da rabia, a veces dices: pero que falso que es, a veces dices, madre mia qué elemento mientras piensas en el otro, pero qué tonta es que no lo ve?.

 Bueno, es igual. Fer es uno de los líderes del llamado “grupo mayoritario”, ese que presuntuosamente se erigen en los buenos o los que tienen la razón. Ver su cara de no haber roto un plato en la vida después de darle la chapa a Montse casi haciéndole ver que la habían subido por su propio bien, para a continuación perdonarle la vida a Alain mirando a cámara diciéndole que gracias a él y a subir a Montse le habían salvado de la nominación, no es que sea rastrero ni increible, es que es la viva imagen de lo que se está viviendo en esta edición, hipocresía a raudales.

  Lo de Bea lo pasaré por encima porque ella misma lo autodefinió anoche y bastante tiene, para lo nuestro nos viene genial, pero lo cuento porque me resulta llamativo que después de diecisiete ediciones y tan listos y enterados como parece que entran cada año resulta sorprendente que sea tu propio ego y por una milésima de segundo de gloria quien te elimine de un concurso en el que seguramente llevas toda la vida soñando. Y es que la propia condición humana a veces es muy muy traicionera. “No me arrepiento de nada” iba vendiendo después por el jardín la valiente Bea...

 No podemos obviar de la gala de anoche la actuación de Jorge Javier. Me propongo cada semana no hacerlo pero no lo consigo. Es él y solo él quien parece empeñado en que no lo obviemos, se ve que le va la marcha, y eso en Gran Hermano es un error, seguramente su desconocimiento del universo GH es tan grande que ni siquiera cae en su propio error. Si una semana le decimos que parece un autómata leyendo el cue, a la semana siguiente ni lo lee y se dedica a improvisar tonterias de su propia cosecha, el resultado, peor. Porque su cosecha es tan limitada y tan mediocre que anoche dejó entrever hasta la más nimia de sus costuras como presentador. Personificando tu labor en GH solo tienes una opción, ser comida para hambrientos. Y los seguidores de Gran Hermano lo somos y mucho.

  Tacharnos de gilipollas como había ocurrido otras veces parece que lo ha superado, ahora va más por su lucimiento personal, cosa que él no sabe que odiamos en este programa. Ja ja ja, supongo que querría escuchar con esos comentarios absurdos sobre política, sobre el comportamiento de los concursantes a los que chillaba directamente para decirles que no chillasen, con su entrometimiento personal en el concurso de Adara o de Miguel, o del novio de Candelas o con la presión ejercida sobre Bea en su nominación como hizo MM el año pasado con Quique. Pildoritas en suma que se suman desde que se inicia la gala hasta que termina y que al final cuando haces recuento dices... pero qué imbécil, este aún no se ha enterado de que está presentando GH. Pues así, ya llevamos un mes. Y mira que intento no hablar de él.




29 de septiembre de 2016

LIFELESS


 No sé lo que ocurre en esa casa que nunca se enteran de los gritos que desde el exterior les mandan de vez en cuando en forma de mensaje. Ya llevamos varias ocasiones en que se tergiversa lo escuchado sembrando la duda, lo mismo soy un malpensado y es verdad que no se oyen con claridad, lo cual daría lugar a múltiples interpretaciones. Si, deberá ser eso. Anoche, a eso de las tres de la madrugada se volvieron a oir. “Miguel y Adara, ganadores... Cuidado con Pol”. Que este último cogiese un rebote del quince por lo que había escuchado es hasta cierto punto medio normal, lo que no es normal y entiendo la controversia suscitada en las redes sociales es la intencionalidad del mensaje, la gente se hacía la misma pregunta... ¿Miguel y Adara?. Algo nos estábamos perdiendo. Efectivamente, no era ese el mensaje exacto que se había enviado, pero alguien que seguramente lo oyó quiso desviar la atención. Así, adquiere mucha más relevancia el rebote de Pol, quién a partir de ahí comentó a alguno de sus compañeros que había dado por finalizada su relación con Adara, a quien “no le iba a volver a dirigir la palabra”, dijo textualmente.

“Rodri y Adara, ganadores... Cuidado con Pol”. No sé porqué me cuadraba más, y entiendo perfectamente el enfado de Pol, como también entiendo a esa legión carpetera ansiosa de que el cuadrilátero amoroso de la edición de un golpe de timón. Es de la poca motivación que les queda y en las que han puesto todas sus esperanzas. Que Bea esté cada vez más nerviosa con Adara, o que Rodri cargue cada vez con más fuerza contra Bárbara explicaría todo un poco mejor. Por otro  lado la actitud de la misma Adara, desquiciada cada dos por tres con su supuesta pareja, bebiendo truenos cada vez que Miguel se le acerca y rompiendo y desrompiendo la relación cada cuarto de hora para volver a empezar de nuevo, nos podría dar algún indicativo de hacia donde se dirige realmente la carpeta. Me temo que en esta encrucijada no está todo dicho.

 Si a toda esta parafernalia le añadimos la actitud que últimamente está teniendo Clara o la cantidad de minutos dedicados en cada programa al asunto en cuestión, se me antoja el plan b como definitivo para cuando Bárbara abandone la casa. Para eso no hay nada como aumentar el protagonismo de Fer, y su novia de fuera claro, para añadirle más morbo a la situación. Ayer Clara sufrió un “supuesto” bajón porque no sabía como se estaría entendiendo su situación con respecto a Fer desde aquí fuera. Ni que decir tiene que nos mantuvieron prácticamente toda la tarde en el directo con los arrumacos y consolaciones varias entre ambos. La “supuesta” cercanía y las dudas psicológicas o el “no poderlo evitar” creo que nos van a ir acompañando a partir de ahora como señal de apertura de una nueva trama. Eso, independiente de la sorpresa que nos tengan deparada para esta noche con la entrada del nuevo concursante, llamémosle X, que a saber lo que nos tienen guardado. Las especulaciones sobre “la pareja de...” o el “ex de...” están en boca de todos. Ya cantaríamos bingo en todo caso.

 Las supuestas tramas que mantienen en vilo a la casa, con esa espectacular emoción a la que estamos acostumbrados parecen ser secundarias, el peluquín de Miguel del que ayer tuvimos una nueva entrega sigue con su recorrido lento, cosa que él aprovecha para añadirse un protagonismo complementario al que lleva en danza con Adara y Pol. Lo de los robos de comida no merece ni siquiera comentarlos, son actos de relleno para hacer minutos y echarle un poco de sal a esa atmósfera de susceptibilidades. Hoy tenemos encomendada la gala a las nuevas nominaciones, la posibilidad de que Bárbara por azar expreso de la caja mágica pudiese volver a la casa y a la entrada de los dos nuevos inquilinos, el nuevo en la casa y el nuevo en el club.

No sé si la organización cambiará el método de nominaciones o el método de las bolitas para entrar al club, pero mucho me temo que si persiste en la mecánica y el grupo mayoritario de nuevo ejerce su poder con la aquiescencia de la organización, ver el club con la presencia de Rodri, que será a quien le toque en puesto de Bárbara, a Fer y a Pol dentro, sería un nuevo atajo para el acabose. Una idea caduca que añadir al despropósito de la edición, y por las noticias que se tienen no parece que vaya a cambiar mucho el tema.

 Las broncas bien, gracias. Siguen su rumbo proa al viento y a toda vela. Insulsas y sinsentido ya están perfectamente asimiladas por el personal hasta el punto que son cronológicamente precisas en el lugar y momentos oportunos. Tampoco ha hecho falta poner mucho énfasis en su preparación, otra cosa no, pero los chicos son bastante aplicados en ese aspecto. La posible nominación de Candelas o Meritxell, Alain y Adara parece también extraida de un libro de magia, la previsibilidad de que el “lado bueno” haga fuerte su mayoría absoluta nos va a meter en un callejón sin salida que como no sea erradicada pronto nos sumirá en la desazón más absoluta.

  Pero no importa, ya hemos superado el mes de Septiembre y aunque las audiencias no han sido todo lo buenas que esperábamos aún seguimos con vida. No sé como nos tomaremos el mes de Octubre, fecha de estrenos en casi todas las cadenas. Por lo pronto, por si acaso, el carpetazo ya se lo hemos dado a la posible repesca, y es que no hay nada como prevenir antes de sangrar. O funciona el nuevo, o Bárbara vuelve a entrar en la casa... o Jorge Javier se nos viste esta noche de lagarterana.


28 de septiembre de 2016

POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS

  
 No voy a incidir en el actual posicionamiento de la casa de todos conocido, si acaso puntualizar como extraña la actitud de Adara con respecto a Pol. Seguramente se trata de ese “punto” que le falta de intuición para poder convertirse sin duda en una de las favoritas. Mientras su actitud y su determinación oscile tanto como su comportamiento, mucho me temo que la simpatía de parte de la audiencia va a seguir oscilando a su mismo ritmo. Lo cual no es bueno, ya que lo último que pretende la audiencia, partidaria siempre de posiciones claras, es que la mareen. Por decirlo de otro modo, lo que Adara gana en su unión con Bárbara lo pierde en su montaña rusa con Pol.

  Llamadme iluso, neurótico o algo, pero escuchando las explicaciones del grupo mayoritario intentando justificar su animadversión con Bárbara he llegado a la disparatada conclusión de que la enemiga de todo el “rebaño” ( 3ª acepción de la RAE: Conjunto de personas que se mueven gregariamente o se dejan dirigir en sus opiniones, gustos, etc.) no es realmente Bárbara sino Adara. Bárbara es el blanco fácil al que dirigir todos sus dardos, se dieron cuenta enseguida al ver que esta contestaba una a una sin dudarlo a todas las provocaciones. Los verdaderos enemigos de Bárbara son ninguno, Pol es el único que podría tener alguna razón nimia para poder tenerla atravesada al captar toda la atención de Adara. Las razones por las que Adara es su malvada real son evidentes.

 Miguel está enamorado de Pol, Adara simplemente es su rival. Rodrigo despechado desde el primer momento y Bea van juntos en el mismo pack, Bea nunca lo supo disimular, Fer a quien no traga en realidad es a Meri, pero le resulta mucho más cómodo posicionarse con quien odia de verdad a Adara, es su forma cobarde de vida. Clara sencillamente sigue la estela de Fer marcada desde el inicio por Miguel. Noelia ni está ni se le espera, sencillamente es otra mala copia de Fer; Meritxell y Candelas, simplemente han cometido el error de su concurso dejándose manipular por la mayoría, en realidad le caen mejor Bárbara y Adara con quien sin duda se lo pasaban mejor que el resto de sus compañeros con los que ahora se han posicionado, no reconocerlo es de cobardes y le supondría una nominación semanal de aquí hasta el final de sus días, y eso, para ellas no es asumible y las consumiría dentro de la casa, han optado por el camino cómodo.

 Hay dos episodios que no podemos dejar de comentar, y que considero ejemplos claves de por donde va a ir discurriendo esta primera parte de edición. Aunque los conocíamos, no pudimos verlos en directo debido a la censura absurda con que se empeñan los de la linea editorial para usarlos como cebo en las galas. Por un lado, el episodio del confesionario, donde todo el grupo mayoritario a instancias de Rodri, dolido por oirle las verdades del barquero a Bárbara instó a sus compañeros a visitar el confesionario para pedir a la audiencia la expulsión de Bárbara. Y por otro, la imagen del posicionamiento anoche durante el directo del mismo grupo mayoritario detrás de la alicantina y los alegatos de cada uno para justificar su presencia allí. 

  No podemos olvidar que Gran Hermano es un “todo” muy grande, entre otras cosas un concurso de televisión, de concurso y de televisión, es decir, competencia e imagen. Si hurgamos un poco en el esquema básico del formato, cualquier seguidor por desinformado que esté o por alejado que se crea del programa sabe que es un concurso individual. Individual. Si el seguidor es fiel sabe de sobra que históricamente los grupos, y más los grupos mayoritarios que deciden jugar en equipo para ir eliminando contrincantes al final son siempre derrotados por el propio formato que los engulle con sus propias reglas. Eso, en lo que concierne al juego en sí, pero si ahondamos en el concepto competencia, no hay visión más cobarde para el espectador que observar como varios concursantes tienen que unir sus fuerzas entre sí para quitarse de enmedio a un rival que de forma individual no serían capaces.

  Y ya no digamos en lo concerniente a la imagen, lo peor en Gran Hermano, y por ende en televisión es ver la escena de ocho concursantes detrás de un adversario atacándole despiadadamente, sin dejarle contestar sabedores de su poder, humillándola y degradándola. Es justo la antítesis de la esencia misma, el antiGranHermano. Automáticamente se pone en marcha un mecanismo de autodefensa del propio formato mediante el cual el espectador, aún sin ser simpatizante del concursante humillado, se posiciona a su favor y por consiguiente en contra de quienes realizan el acto. Un acto reflejo de automática simpatía, posicionarse del lado del más débil. Ocurre en Gran Hermano y ocurre en la vida real, y no podemos olvidar que GH tiene muy mucho también de vida real.

 Valgan los dos ejemplos para la misma conclusión. Una forma de actuar a todas luces cobarde e inmisericorde que dejan en muy mal lugar de una tajada a prácticamente el ochenta por ciento de la casa. Lo nunca visto en las diecisiete ediciones. Creer que por pertenecer al grupo mayoritario es tener de forma unilateral la razón es un grave error, ocultarte en la mayoría es una cobardía siempre penalizada en Gran Hermano, regodearte encima es firmar tu sentencia en el programa.

 Me hacen mucha gracia aquellos que para intentar tapar el error de su concurso vuelcan sus expectativas en querer entretenernos con actuaciones impostadas, anoche ver la habitación del grupo mayoritario hacer la imitación de una telenovela sudamericana, reirse y celebrar lo que para ellos significa “la victoria” de que a Bárbara la van a expulsar ellos de la casa, hacía remover cualquier estómago. Verles tan seguros, tan venidos arriba, tan divertidos, creyendo que encima nos estaban entreteniendo y dándoselas de sabedores de lo bien que nos lo pasamos viendo sus falsas tonterias era invitación segura para apagar el ordenador. Pero es que encima lo que les ocurre a este tipo de cobardes concursantes es que no tienen forma de salir de su propio bucle, para ellos no hay otro tema de conversación que el de “que mala es Bárbara” y “si todos pensamos lo mismo es que tenemos razón”. No digo que no la tengan, digo que automáticamente con su postura fácil y cobarde la pierden o queda anulada. No es precisamente lo que al seguidor de GH le importa realmente.

  Por experiencia sé que las cosas no terminan aquí y que el vuelco va a ser considerable, crecerse para morir embarrados en la peor de las estrategias posibles, Gran Hermano siempre ha sido experto en curar de humildad a quienes osan desafiarle con absurdas artimañas, las máscaras con el tiempo ya ni se caen, simplemente no existen. Un desafio para el propio formato siempre ha sido ver desfilar una larga lista de cadáveres que se han creido más listos que el propio concurso... Pero con los cobardes, los embusteros, los arrogantes y los insolentes, Gran Hermano siempre ha tenido la maravillosa generosidad de dejárnoslos a la audiencia.

“Nadie es una isla. Cada persona es un pedazo de continente; si el mar arranca un pedazo de él, todo quedará disminuido como si fuera un promontorio, o la casa de tus amigos, o la tuya propia. La pérdida de cualquier persona me disminuye porque estoy ligado a ella; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti...” John Donne 1624.


27 de septiembre de 2016

EL ESTADO DE LAS COSAS

  Me da un poco de vergüenza comentar aunque sea por encima la actualidad de la casa; decir que de los trece concursantes que quedan diez y medio pertenecen a un grupo y dos y medio pertenecen a otro me sonaría un poco a surrealista si no fuese porque lo veo con mis propios ojos y además es que es verdad. No tendría significación alguna si esto fuese así por alguna causa justificada concreta, circunstancias de la vida que diría aquel, pero lo más llamativo es que las causas que nos llegan desde dentro de la casa son tan peregrinas que delatan a quienes las abanderan. 

  Nadie tiene una razón de peso para dar la espalda a otros, Candela justificaba su traición a Bárbara porque ésta se contradecía mucho en lo que decía, razón poderosa donde las haya. Meritxell no aduce nada, ella se siente cómoda en cualquier sitio, eso sí, en cualquier sitio que no se vea especialmente expuesta. Sus días junto a Bárbara suponían un esfuerzo diario al tener que enfrentarse a cada momento a Fer a cuenta del punto del siglo cada vez que algo sucedía en la casa. Se cansó de tanto protagonismo, y es que ella es más de verlas venir.

  Está claro que Bárbara no es inocente en este juego. Su historial es perfectamente entendible dentro de esa casa a partir de su enfrentamiento con Miguel y sus réplicas posteriores, aguantó lo que pudo y como pudo hasta que dijo basta, hasta aquí. Miguel infunde respeto. Su oscurantismo, ese del que todos renegaban al principio, ha jugado a su favor. Prefiero un ser oscuro como Miguel, a una que te lo suelta todo sin pelos en la lengua, parecía pensar la mayoría. Conclusión, la casa es mayoritariamente cobarde, prefiere no tener lios, y por tanto hay que alejarse de quienes los generan, o sea, Bárbara, la rubia de los lios. La trayectoria de Adara ha sido distinta, en un principio nadaba en tierra de nadie, iba a su rollo con sus “cosas” entre Pol y Rodri, y veía los primeros toros desde la barrera en su propio oasis particular. Al separarse Rodri y unirse a Bea, ambos dieron de lado por pura inercia a Adara que se encerró con Pol y su “historia”, para entonces, Bárbara ya lideraba la disidencia junto a Meritxell y Candelas, a quien desde el primer minuto habían considerado la apestada de la casa, ¿por qué? Nadie lo sabe.

  Pol, ese ser genéticamente perfecto, siempre congenió con Miguel desde el primer momento, por tanto su posicionamiento no es dudoso desde el inicio. Cuando empezó su relación con Adara, nadó entre dos aguas, iba de un sitio para otro por pura necesidad habitacional. La gente lo comprendió, estaba donde tenía que estar, o sea, en tierra de nadie, pero la gente lo comprendió. La tarea de tener que estar en ningún sitio y en todos al mismo tiempo no es nada fácil, solo está al alcance de los “genéticamente perfectos”, iba y venía, venía e iba, y entre vuelta y vuelta, Adara se cansó. Y se lo hizo saber.

 No es que tuviese muchas consecuencias, solo que Adara, en esas idas y venidas de Pol en su caminar de un sitio a otro mientras tanto, se acercaba al grupo de las disidentes hasta verse integrada totalmente en él. La traición de Meritxell y Candelas tras la nominación de la semana pasada, pensaron que estar en el grupo mayoritario le podría beneficiar de cara a su nominación y dejar aislada a Bárbara, a la que por aquel entonces ya trataban como la malvada de la película, dejó aisladas a Bárbara y Adara en un lado, y al resto de la casa, por pura inercia en el otro.

 Así están las cosas. Se intuyen más. Que Bárbara saldrá expulsada este jueves con un porcentaje alto y que Adara va a ser blanco de todas las nominaciones y por tanto, con bastantes papeletas para marcharse también la próxima semana. Así están las cosas. El grupo mayoritario habrá extirpado el mal de la casa en un pis pas y casi sin despeinarse y todo, según intuyen ellos, volverá a ser flower power. Todos se llevarán genial, habrá buen rollo y ya podrán dedicarse a pasárselo bien y no perder las energias en desgastar a sus enemigas, porque eso de estar todo el día dándole a la lengua despellejando a sus oponentes debe ser tremendamente agotador. Anoche ya hicieron un simulacro de lo que sería la casa sin las malvadas de Adara y Bárbara, les vimos en una guerra de cojines al más puro estilo Parchis, y os puedo asegurar que fue la monda lironda... vamos, para no dormir...

  Por si acaso todo sale según lo previsto, ya se están ensayando otras opciones como dejar en el aire las dudas sobre la relación de Miguel con Pol, el inicio de una posible carpeta entre Fer y Clara, aparte de apretarle las tuercas, por supuesto a Bea y Rodri, para que den un pasito más, al menos que estén preparados, por si son necesarios sus servicios. No voy a hablar de Bárbara, ni lo voy a hacer de Adara. El veinticuatro y las cosas como están ya nos dicen todo de su tremenda situación en la casa. Sí he de decir, que ni una ni otra han sacado su verdadero carácter aún y solo se están dejando llevar por la surrealista situación generada en torno a ellas, no se sienten mal, disfrutan de su situación pues son sabedoras de que todo el foco lo tienen sobre ellas, por eso, hacen algunas payasadas al más puro estilo equipo contrario, hacerse notar, aún estamos aquí, parecen querernos decir con esos robos infantiles de comida y la desidia en la prueba. Esos caracteres chocan con algunos importantes del otro grupo, Clara, Fer, Meritxell, Candelas, Miguel también los tienen escondidos y solo se desgastan de boquilla, por ahora, no les es necesario más, la fuerza del número saben que está de su parte.

 Para el espectador novato todo parecería bastante previsible, Pol y Adara tiran y aflojan, algún conato de bronca cada cierto tiempo para entretener el veinticuatro y mucho trajecito suelto a cada oportunidad que se presente. Total, ya casi parece estar todo el pescado vendido hasta que se vayan las dos malignas. Mientras tanto aguantamos como estamos. Es una pena...

 Claro que es una pena. Pero mirándolo por el lado positivo, pudiera ser que nada de lo que he contado surtiese el efecto señalado. Que Bárbara una vez en plató y tras dar las correspondientes explicaciones, abriese su caja mágica y apareciese de madrugada de nuevo en la casa es una posibilidad bastante razonable si lo que queremos es apelar a lo contrario, a lo deseable o a la mismísima providencia. Que el susto que se llevaría la casa y el reordenamiento de las fuerzas fuese el quid de la cuestión con un Alain (y medio), candidato honoris causa a ser nominado junto a Adara posicionado en el lado oscuro, que las nominaciones cambiasen en pos de una igualdad mayor con la consiguiente subida de un miembro del “lado bueno” o que la venganza a partir de entonces no siguiese las pautas normales sino que se trasladara hasta aquí, podría ser una bonita forma de darle la vuelta a todo el tablero e igualar, o al menos intentarlo, la tremenda desigualdad que en estos momentos se está viviendo en la casa.También se especula con la posibilidad de la entrada de alguien para suplir la baja de Alvaro, no estaría mal una vuelta de tuerca que apretase todo el escenario o hiciese saltar por los aires todas las previsiones, dependiendo la relación que tenga con quien la tenga el posible candidato.

 Por supuesto si nada sucede así, no preocuparos demasiado que siempre nos quedará el comodín del peluquín...


26 de septiembre de 2016

TEATRO DE SUEÑOS

   Es cierto. Nunca estamos satisfechos. No es menos cierto que el día que lo estemos, estaremos lamentándolo con tanta rabia, que Gran Hermano para entonces ya se habrá acabado. Algunos, como suele suceder, lo llamarán magia, otros, como también suele suceder, lo llamarán truco. No voy a negar su evolución, como tampoco puedo negar ese enigma jamás descifrado mediante el cual todo atisbo de transformación del programa quedará supeditado a nuestra propia contradicción. Supongo que también formará parte de la propia esencia misma.

  Los queremos normales hasta que desubrimos que no los queríamos tan normales con la misma intensidad que deseamos tener en la casa a gente diferente hasta que descubrimos que a esos tampoco los queremos. El día que se invente al concursante híbrido, normal y diferente al mismo tiempo, preguntaremos por el extravagante normal especial y así hasta llegar al monstruo de las tres cabezas. Pero no solo el anhelo lícito de descubrir al concursante perfecto formará siempre parte de nuestra idiosincrasia particular, también el juego perfecto, la estrategia perfecta, la edición perfecta, el presentador perfecto, nominaciones perfectas, etc. etc. hasta el infinito. Eso no puede ser.

   Recuerdo cuando terminó GH10 un artículo que escribí en un foro sobre Gran Hermano en el que hablaba de Iván Madrazo como “el perfecto imperfecto”. Nunca me gustó el ganador de esa edición como concursante, pero reconozco que esa antipatía que le profesaba me ayudó mucho a la hora de mis análisis diarios a contrarestar su concurso. Contra él me sentía mejor, más cómodo y objetivo a la hora de justificar mis argumentos. Tanto, que al final casi llego a padecer una especie de síndrome de Estocolmo donde casi le llego a coger cariño y todo. Y es que fueron tan despiadados, tan brutales los ataques que al final no sabría decir si hablaba de una persona normal que había entrado a un concurso o el peor de mis enemigos. Daba lo mismo. La corriente que se había creado durante aquella edición había traspasado los límites de tal manera que todo parecía casi como una cuestión personal, una cuestión casi de principios. Recuerdo aquel movimiento donde él solo era un referente, un punto de inflexión entre sus seguidores... y todos los demás. O con él o contra él. Los demás concursantes no existían, eran meras excusas justificatorias para afianzar nuestra verdadera posición.

  Ese movimiento terminó generando hasta odio, con todas sus letras y con toda su crueldad. Se traspasaron fronteras en la defensa o el ataque del concursante. Tanto, que uno de los perfiles más mediocres que jamás haya ganado Gran Hermano terminó casi por convertirse en un ídolo de masas, un símbolo. El espectáculo jamás nos lo dió Ivan Madrazo, nos lo proporcionamos nosotros mismos, con sus defensas o con sus ataques. Resultó ser tan imperfecto como ganador como perfecto fue su concurso para la edición. Las cosas han ido evolucionando de tal manera, que el odio, la pasión, la intensidad con que defendíamos o atacábamos a nuestros favoritos o enemigos han dado paso al poder, la superioridad, el conformismo. Como si hubiésemos llegado a ese punto de desgana e inapetencia que ya nos da todo igual, como si asumiéramos la derrota ya de antemano y nos conformásemos con todo. Supongo que en esa misma fase de evolución se han ido cercenando los medios o los recursos a nuestro alcance, ya no solo basta con nuestras defensas o nuestros ataques, o nuestros votos, intuimos que algún poder superior maneja los hilos de tal manera que nos limita hasta de nuestras propias funciones.

Hay que reconocerles el mérito. Nos la han liado y han envenenado el proceso de tal manera que ya no sabemos ni donde estamos, ni lo que queremos ni lo que esperamos. Nos han narcotizado tan sutilmente que incluso nos culpabilizamos a nosotros mismos de todo, estamos desde hace ya algunos años secuestrados de nuestra propia contradicción. Parece como si todo estuviese escrito de antemano, incluso el propio final. Nos quejamos de un mal casting, de lo sosos y aburridos que son, criticamos la mueblería en que se ha convertido la casa, les gritamos pidiendo acción, que pasen cosas, que se peleen, que se enfrenten, que sean vivos, y de la noche a la mañana, nos despertamos con una bronca tras otra, con enfentamientos por todos lados, odios y trampas, deslealtades, traiciones, carpetas impostadas y todo lo que sea que habíamos demandado.

  Nos encontramos con concursantes polémicos, malignos, casi violentos, liantes, la casa ha pasado como por arte de magia, o de truco en un campo de batalla. Se producen expulsiones disciplinarias injustas, abandonos del hogar, rupturas y separación de amistades, trifulcas y demás lindezas que hace que se pueda cortar con un cuchillo el ambiente que se respira. Eso era lo que exigíamos. Y lo tenemos. Pero ahora, como agradecimiento a la satisfacción de nuestras demandas, vamos y nos rebelamos, queremos volver al punto de partida. Expulsar a los polémicos, a los perfiles diferentes, a los que generan la confusión, a esos monstruos que gritábamos, que suplicábamos que apareciesen, para cuando lo hiciesen, ajusticiarlos y mandarlos a la hoguera, para volver a quedarnos con los muebles, con los concursantes planos y de buen rollo. Este es el panorama que parece que es. Los culpables, por supuesto, nosotros mismos que somos quienes los echamos de la casa, para cuando volvamos al punto de inicio volver a empezar. Y así, hasta el final.

  Es en este punto donde el lector se plantea la pregunta ¿y qué hacemos?. Y las respuestas nos llueven desde todas partes, casi como en forma de eco, “no echéis a los malos, echad a los muebles, muebles, muebles....”. Imposible. No tenemos fuerzas. Nos la han ido minando, nos las han esquilmado de tal modo, que aún votando, la solución más común, ni siquiera votando tendríamos la seguridad de conseguir nuestro objetivo. Estamos bajo la influencia de ese veneno que nos han ido sirviendo en traguitos pequeños. ¿Qué preferimos? ¿Expulsar a Bárbara el jueves o iniciar un expediente disciplinario y que la semana que viene la dirección la eche por insultos, vejaciones o algún tipo de violencia verbal?. La respuesta está clara. Bárbara se irá el jueves. Nosotros mismos seremos quien la expulsaremos.

 Pero vamos a ver, alma cándida... Lo que queremos no es espectáculo, y del bueno. ¿Por qué echamos entonces del escenario a los principales artistas?. Muy sencillo. No son artistas. Son dobles de los verdaderos artistas. A ese Alvaro tan denostado por miles y miles de firmas, a ese violento verbal que con sus frases lapidarias ha causado tanto dolor, tanto daño y ha generado tanta controversia nacional, anoche lo veíamos sentado en una cómoda silla con cara de no haber roto un plato en su vida, confraternizando con la linea editorial e incluso riéndose, siendo aplaudido por aquellos mismos que lo destrozaron en el capítulo anterior. A ese Pablo, friki de mediopelo, controvertido y llorón, a ese crio “raro” que estaba metido en todos los fregados, que no sabía si iba o venía y que según nos confesó solo fue a GH “ a vivir la experiencia y a disfrutar” lo vimos anoche sentado en el debate más perdido que un pulpo en un garaje, hablando cuando le decían, pero con la boca pequeña. ¿De verdad, vísteis anoche a los artistas del espectáculo?. Yo no. Esos no eran los mismos. Nos los habían cambiado, o eran unos dobles. ¿Pero... quienes son los verdaderos? ¿Los que estaban dentro de la casa o estos?.

  La respuesta está clara... y cristalina. Las dudas, también serán nuestras, porque nosotros y solo nosotros, somos los culpables. Está así. Centrémonos en el espectáculo, antes de pedirlo, deberíamos saber qué tipo de espectáculo queremos, porque hay espectáculos y espectáculos. Lo que estamos viviendo en la casa ahora mismo es todo un espectáculo, broncas las 24h, malas artes, peleas a muerte, odios, rencores, bilis, llantos, carpetas de seis vértices... lo tenemos todo para sentarnos delante del 24 y sacar las palomitas, solo nos queda disfrutar. ¿Lo hacemos? Si lo hacemos ¿Porqué expulsamos a Bárbara? Que es la que más espectáculo está dando, por la que pasan todas las confrontaciones y la que más bronca genera... A ver, si en realidad, no va a ser ese el tipo de espectáculo que queremos. ¿Entonces?.

 Y si Bárbara no fuese Bárbara, de igual forma que Alvaro ya no es Alvaro o Pablo ya no es Pablo...

 Montar espectáculo es muy fácil si se tienen los medios. Ahora está montado. Disfrutar del espectáculo es más complicado, eso solo está reservado para unos pocos y unos pocos escenarios, para verlo deberíamos primero sacar la entrada. No creo que ese tipo de entradas las venda Tele5 que no son nada expertos en versiones originales. Pero tienen otras de más bajo precio para otro tipo de espectáculo claro... y las compramos.


23 de septiembre de 2016

... Y VENCIÓ DAVID


“Sus comentarios sobre los animales y su forma de referirse a las mujeres no es compatible con la línea editorial de GH”. Jorge Javier Vázquez, presentador de GH17.

  Se equivocó. Quiso decir “espíritu”, pero se lo perdonamos porque es nuevo y aún no sabe muy bien de que va el concurso. Como presentador profesional de primer orden que es, solo se dedica a leer el cue como si estuviera diciendo misa y cuando se sale de él e intenta parecer gracioso demuestra la mediocridad en que está sumida la cadena con la que tiene firmado un contrato multimillonario. Es el espíritu de Tele5, aparentar ser gracioso cuando no se es. Pensar que dominar el arte de la demagogia es sentirse capacitado para hacer cualquier cosa que se proponga es cuanto menos presuntuoso y convertir al espectador en un ente fácilmente maleable y dócil es simplemente ser un ignorante. Y no, yo no estoy deseando que vuelva a presentar Mercedes Milá el programa, pero caer en la tentación siquiera de querer parecerse a ella es insultar la inteligencia del seguidor de Gran Hermano.

  Lo he dicho en varias ocasiones. Esta edición nació maldita desde antes que comenzara. Los errores que se están cometiendo son innumerables, pero la terquedad en convertir todo lo que se saque en antena en producto salvamizado podría chocar con la filosofía y el verdadero espíritu de Gran Hermano. Sabemos que no es fácil, tenemos las manos vacías y delante todo un todopoderoso de la comunicación con una estrategia bien estudiada y diseñada que hasta ahora le ha dado importantes beneficios en todos los sentidos. Para cualquier persona mínimamente informada en comunicación el sistema empleado es fácil de aplicar, eso sí, muy disciplinado. De ahí su éxito.

Simplificación: una única idea y fija, sin desviaciones del objetivo
Contagio: la competencia solo es una, y es el enemigo.
Transposición: Si no puedes negar lo negativo por evidente, invéntate algo que lo distraiga.
Exageración y desfiguración: Cualquier nimia anécdota por pequeña que sea es en realidad extremadamente grave.
Vulgarización: Adaptar todo nivel al menos inteligente de los individuos a quien va dirigido.
Orquestación: Pocas ideas pero repetidas hasta la extenuación, a todas horas todos los dias.
Renovación disuasoria: informaciones nuevas para que cuando alguien responda lo anterior ya se esté pensando en otra cosa.
Silenciación: Acallar las cuestiones sobre las que no se tiene argumentación.
Transfusión: Operar en torno a los prejuicios, buscar argumentos sobre cuestiones primitivas arraigadas.
Unanimidad: Convencer a mucha gente que piensa “como todo el mundo” creando una falsa impresión de unanimidad.

  Esta es la linea editorial de la cadena, la de Sálvame y la que quieren implantar en Gran Hermano. Anular todo principio de independencia restando libertad de movimientos a todo el universo GH. Por eso dije que se equivocó al utilizar la palabra exacta. El espíritu no es una pegatina escrita o un vocablo utilizado en un momento oportuno, solo los seguidores de Gran Hermano sabemos su significado y somos conscientes de que no se puede definir, es un sentimiento, una forma de vida que jamás podrá alienarse por mucha y potente maquinaria que pongas en el intento. Gran Hermano no entiende de “lineas editoriales”.

 El espíritu, esa forma de pensar y que apenas podemos expresar correctamente solo es un símbolo. Y anoche, precisamente anoche, durante la gala seguramente más loca de lo que llevamos de programa, donde una vez más pensamos que ganarían los tentáculos de la propaganda de la “linea editorial”, surgió por casualidad de la boca de Pablo, un chiquilicuatre elegido para frivolizar con el formato, cabeza de turco elegido como meme por la organización para desviar la atención de su particular “linea editorial” carpetera y musculosa, el mayor zasca y que mejor definió la distancia entre lineas editoriales y espíritus, entre el Gran Hermano de los Jorjejavieres de turno y el nuestro.

 Apenas va a suponer nada en este maremágnum mediático, la victoria siempre será del poder establecido, pero la satisfacción y el buen sabor que a muchos seguidores le inyectaron sus palabras no tienen ni tendrán jamás precio. —¿Por qué has abandonado? —preguntó JJ echándole un ojo al guión. —Eso no es Gran Hermano. Yo siempre he querido concursar en Gran Hermano, pero aquello no era Gran Hermano. — Todo es Gran Hermano, ya sabes que Gran Hermano es imprevisible — balbuceó Jorge Javier no sabiendo realmente lo que estaba contestando.

 Sólo los seguidores de Gran Hermano supimos traducir en milésimas de segundo aquella frase y lo que significaba. Nosotros ya sabíamos lo que quería decir. A Jorge Javier le costó trabajo reaccionar.
Eso no era Gran Hermano. Formaba parte de la linea editorial que se había inventado la cadena para subir audiencia aunque hubiese sido a costa de traicionar al propio formato.

  Es la mejor lectura que puedo sacar de una gala repleta de improperios con que se estuvo insultando nuestra inteligencia desde el primer minuto de programa. El resto es accesorio. Jamás había presenciado mayor descontrol, peor anarquía, horrible realización y peor conducción de una gala de Gran Hermano. Si después de tener una expulsión disciplinaria, un abandono voluntario, una entrevista con el expulsado, unas nominaciones adulteradas, la entrada de tres exconcursantes, la apertura de un escenario nuevo, una expulsión a cuatro y todo el foco mediático alumbrando sobre tu cabeza, la mayor parte de la gala nos la tiramos viendo videos de la estafa de carpeta entre Adara y Pol con su correspondiente dosis de “musiquita” empalagosa... es normal que cuando Pablo decide abandonar, nadie, absolutamente nadie, del programa supiese reaccionar sumiendo a la gala en el mayor desconcierto visto últimamente en televisión.

 Fue una bofetada de realidad en pleno rostro a cualquier atisbo de linea editorial, el fracaso anunciado de una filosofía basada nada más y nada menos que en el principio de propaganda del ministro nazi aleman Joseph Goebbels, que resumía anteriormente. Para eso no estábamos preparados, no estaba escrito en el guión, parecía que pensase cualquiera que estuviese viendo el programa en ese momento, me imagino voces nerviosas, carreras, órdenes contradictorias, caos absoluto, desconcierto y lo que es peor, absolutamente nadie sin saber que hacer. La bomba de Gran Hermano 17, anunciada con voces de oro y trompetas estalló por los aires porque un mequetrefe de tres al cuarto no estuvo dispuesto a pasar por el aro de la incompetencia de todo un monstruo de la comunicación y su absurda linea editorial.

  Por mucho Goliat que tuviese enfrente... “Eso no era Gran Hermano”



22 de septiembre de 2016

JUEZ Y PARTY

  “Pol Falso” “Bárbara mentirosa” son los gritos que escucharon a eso de las tres de la mañana los concursantes una vez que la fiesta con que le daban la bienvenida al Otoño empezaba a decaer. Hay que ser friki para ir a esa hora a gritar a la sierra. Seguramente alguien que no está muy de acuerdo con la recién estrenada carpeta entre Pol y Adara, y prefiera otra. Pol entró por un momento en shock, pero le duró poco, hasta que Bárbara, otra de las aludidas le dijo que lo importante era que hablen de uno aunque sea para mal. No sé si Adara pensará lo mismo, porque a partir de entonces inició un acercamiento estrecho con otras compañeras que prácticamente duró toda la madrugada, eso sí, luego durmieron juntos, Pol anoche decidió prescindir del Club de los privilegiados...

  “El robo del siglo”, titulaba irónicamente Blindside al robo de comida perpetrado anoche por Bárbara, Candelas, Meri y Adara tras autobirlarse un paquete de donettes de la despensa con nocturnidad, premeditación y alevosía. A su favor hay que decir que estuvieron bastante rato preparando el plan sigilosamente, cuidando hasta los pequeños detalles como determinar en que lugar camuflarían el botín o en que sitio se lo comerían para no levantar sospechas. Luego resultó más fácil de lo que esperaban puesto que incluso la misma puerta de la despensa estaba abierta de par en par y el más cercano de sus compañeros estaba casi en el jardín. Todo salió perfecto. Un robo tremendamente limpio que a partir de ahora va a ser estudiado en los manuales de los profesionales del hampa. Para que os hagaís una idea de lo concienzudo que fue el planeamiento os dejo aquí un extracto de una de las conversaciones que tuvieron a escondidas: —Yo creo que la ducha sería un buen sitio para escondernos... decía Candelas.—Lo importante es hacerlo en un sitio donde se nos grabe bien... contestaba muy segura de sí misma, Adara.

  Sin comentarios. Este era el nivel. De cuatro concursantes de la edición GH17 con una edad comprendida en una franja de entre 20 y 38 años. Menos mal que los niños hoy tenían cole y no estarían viendo el directo, habría sido traumático el ver con qué precisión eran imitados. Hay que decir que la despensa estaba repleta ya que el día anterior tras superar la prueba semanal pudieron poner fin a esa semana agónica y denunciable de hambre que pasaron tras no haberla superado la vez anterior. La compra había consistido en una mímima parte de productos imperecederos y básicos como legumbres, arroz y demás alimentos que se podían ir guardando y que cuestan poco y una máxima parte de galletas, donuts, donnetes, chocolates varios y demás “elementos básicos” imprescindibles para semanas de carencia. Cuando pierdan de nuevo la prueba y se les acaben los alimentos, volvemos a iniciar campaña denunciando lo maltratados que están.
 
  Rabiosa la actualidad. Esta noche tenemos gala de los jueves, la de antesdeayer ya es historia y por primera vez en mucho tiempo la gente está bastante relajada con la expulsión de un concursante a pesar de sorpassos estrambóticos de última hora y de la incertidumbre por quién será el privilegiado elegido que NO se irá a su casa sino a la de al lado donde le esperarán nada más y nada menos que Mayte Galdeano, Maria José Galera y Amor Romera, para seguir concursando. Todo un alarde de emciones encontradas y novedades concursales necesarias para intentar salvar una edición absolutamente plana y con la maestría del saber hacer e improvisar metiendo en escena a viejas glorias que generen algo de polémica contaminada para poder tirar de lo suyo... a partes iguales y previo caché previamente contratado. Lo del guión será anecdótico, si acaso un anexo al que ya disfrutamos desde hace días.

 La rabiosa actualidad también pasa por Álvaro, ayer lo debatimos en el blog, y como ya habíamos sido advertidos el martes en el debate, hoy retomamos el hilo. Del directo, pájaros muertos y desvíos intencionados de cámaras olvidaros. La decisión la expresó el martes de manera más o menos gráfica el presentador, reunión al “más alto nivel” donde se toman las decisiones de “más alto nivel” y esta noche nos darán el veredicto también “de alto nivel”. Pulgar hacia arriba supondrá una nominación directa que no contentará a muchos, pulgar hacia abajo supondrá la expulsión “quasi” inmediata del concurso de Álvaro por sus “desafortunadas expresiones” que tanto daño han hecho a una sociedad extremadamente preocupada por la declaraciones de un concursante de GH.

  Nadie lo sabe. Podría dar mi opinión personal como ya hice ayer en un comentario. Creo que la decisión final debería correspondernos a nosotros, los seguidores de Gran Hermano, ya que aunque quizás no tengamos “tan alto nivel” sí que creo que tenemos derecho adquirido en base a esas decenas de trienios de experiencia en el concurso y saber mejor que nadie su funcionamiento, su idiosincrasia y sus costuras. Pero no ya solo nuestro derecho a decidir sobre GH sino como ciudadanos también, eso sí, sin ese “alto nivel”, que elige y decide como es y como debería ser nuestra propia sociedad, participar en decisiones tan simples como lo que es justo o injusto, lo que está bien o lo que está mal, lo que pueda ser o no pueda ser. Si decidir si la actitud de un concursante, o ciudadano, ha sido mala, reprochable o denunciable ha de ser tarea de todos a través de nuestras propias leyes, normas o conductas, Gran Hermano no debería mirar hacia otro lado y permitir que eso solo se decida “al más alto nivel”.

 Soy consciente del momento en que vivimos, donde cualquier cosa puede adquirir tintes dramáticos o sospechosos, dignos de ser castigados o expulsados del paraiso solo con que a “otros” no les parezca bien o no coincida con sus maneras de pensar, pero como estamos en un país megamoderno y civilizado donde la libertad de expresión no solo es un mantra inventado por los dioses sino que es un referente en nuestras vidas amparada por la Constitución, la utilizamos a nuestra conveniencia o a nuestro antojo, abusamos de ella o la arrimamos a nuestras ascuas según nos convenga o les convenga a todos los que se sienten en esa mesa del “más alto nivel”. 

 Creo, desde mi humilde opinión que Álvaro va a ser expulsado fulminantemente porque entre otras cosas, aparte de contentar a alguien o alguienes, ya sabemos todos quien o quienes mandan en este país, va a significar la excusa perfecta para relanzar una edición en horas bajas creando una polémica de la nada y magnificándola por inercia, damos escarmiento, nos erigimos en adalides de la buena educación y mejores valores y al tiempo mañana todo el mundo hablará de nosotros, coparemos portadas, abriremos informativos, y todo el mundo volverá a hablar de GH. Eso sí, seguiremos siendo los más justos. La audiencia lo agradecerá. Y eso... son palabras mayores.

21 de septiembre de 2016

AMADÍS DE PAULA


   La cabecera de la página oficial sobre el programa dice así: “Tres cobras y... ¡Primer beso entre Pol y Adara!". Anoche durante la emisión del Limite48h estuvieron anunciando la noticia durante prácticamente todo el programa como gancho para emitir su contenido a última hora. Era la noticia estrella, la novedad que permitiría seguir al espectador enganchado hasta el final... el cebo. Tras estar más de tres horas soportando la misma cantinela y haber digerido no pocos minutos de presentación de lo que iba a ser la gran noticia, por fin pudimos ver a dos concursantes de veintipocos años, Pol y Adara darse un beso y algún movimiento extraño debajo de un edredón con un audio subtitulado un tanto surrealista. Este es el concepto. La representación mental de la idea. Que cientos de adolescentes carpeteras suspiren minuto a minuto por cualquier atisbo de movimiento entre los personajes, miradas, frases, gestos... cualquier tipo de señal que alimente de forma continuada la propia idea, el planteamiento.

  Su desarrollo vendrá dado por las circunstancias que rodean el propio escenario donde se desarrolla la acción. Un marco hostil propicio para que surjan conflictos y obstáculos que puedan ahondar en el interés de la trama y permitir que los personajes puedan adquirir un protagonismo añadido, peleas, reconciliaciones, celos que sustenten el argumento y lo hagan más creible. Si añadimos al nudo otros personajes que pudieran entrar en escena aumentariamos el nivel de morbo y de expectación. Toda la sucesión de hechos a partir de ahora habrá que ir amplificándolos y dándole publicidad durante las diferentes emisiones para mantener el argumento vivo, mantener en el tiempo la historia hasta que al final del todo se produzca el desenlace que por supuesto nadie por ahora debería saber.

  Chica guapa se fija en chico guapo. Chico guapo en quien se ha fijado chica guapa también se fija en chica guapa. Otro chico guapo igualmente se fija en chica guapa que se había fijado en chico guapo, otra chica guapa al mismo tiempo se fija en chico guapo en quien se había fijado chica guapa y que a su vez se fijó en chica guapa. A chica guapa no le gusta mucho segundo chico guapo, a chico guapo no le gusta mucho segunda chica guapa, segundo chico guapo se acerca a chica guapa que a su vez está cerca de chico guapo y le gusta chico guapo, segunda chica guapa se acerca a chico guapo que a su vez está cerca de chica guapa y le gusta chica guapa. Chico guapo y chica guapa se ponen celosos de segundo chico guapo y segunda chica guapa, chico guapo y chica guapa se alejan, chico guapo se acerca a segunda chica guapa y chica guapa se acerca a segundo chico guapo. Chica guapa se lia con segundo chico guapo. Segunda chica guapa lo intenta con chico guapo.

  Pues si, parece una novela. De chicos guapos. Pero es que desde hace unos años el argumento sobre el que gira la mayor trama dentro del concurso es una novela, de ficción. Los resultados no tienen que haberle ido tan mal a los guionistas cuando repiten argumento año tras año. Es como volver a empezar, Begin The Beguine. Todo se desarrolla según el planteamiento original, solo hay que cambiar los personajes, modificar un poco las secuencias y esperar sentados el desenlace. Los sucesos de los hechos, la historia en sí se desarrollará por sí sola.

  Este año por cambiar un poco, aparte de los dos protagonistas principales hemos añadido dos secundarios para alargar un poco la trama, durante la edición de Paula la historia se basó en el triángulo Omar, Lucía, Paula y tuvo bastante éxito. La edición pasada se repitió la historia con el triángulo Suso, Raquel, Sofía. Este año se ha añadido un elemento más, Beatriz, la segunda chica guapa para equilibrar un poco la balanza. El objetivo no es otro que el intercambio entre parejas alimente por sí mismo toda la trama.

  La fase uno abrió la escena, Adara y Rodrigo se gustan, pero para no quemarlos tan pronto meten en escena a Pol y Bea como figurinistas, separan a Rodrigo de Adara y lo acercan a Bea, Adara celosa y despechada se echa en brazos de Pol. Los egos retroalimentan las circunstanciales parejas, a más intensidad de Adara con Pol, más intensidad le iremos viendo a Rodrigo con Bea. Entraremos pronto en fase dos, donde Adara se distanciará de Pol y Rodrigo de Bea, para ir haciendo el recorrido hacia la fase tres, Adara y Rodrigo se van acercando. Todo mientras tanto quedará a la imaginación del seguidor. Pol será una víctima, Adara la maligna enamorada, Rodrigo el tibio sincero y dolido pero enamorado y Bea solo será el daño colateral. Mientras tanto, Bea, irá preparando el escenario calentando el ambiente.

 Para que la trama vaya adquiriendo tintes de realidad necesitaremos de la colaboración externa, en cualquier función de teatro que se precie o novela que se cree es indispensable la actuación del público o de los lectores. Una vez vista la cartelera tenemos que elegir, comprar la entrada o comprar el libro, el problema es que solo hay una sala y en la librería solo un libro. Solo hay otra opción, no entrar o no leer. Quien opte por la primera opción ya puede ir pensando en adoptar a Adara como la madrastra de la función, a Pol como el tonto útil, Rodrigo cogerlo con pinzas y a Bea como la cómplice innecesaria. Solo forma parte del guión. La intención es crear justo el efecto contrario, creer lo que en realidad no es para luego vernos sorprendidos.

 Factor sorpresa pensarán los listos. Aderezamos el espectáculo con bronca y bronca y desviamos un poco el foco de atención, el impacto será mayor y la aceptación siempre será mucho más positiva. Habrá ese tipo de espectador que siempre preferirá una historia de amor a una bronca por día, un beso a un insulto, una musica suave a cualquier berrido, la paz y el amor a la guerra... Una buena función a una mala polémica. Acción-Reacción. El resultado será de nuevo unos miles de votos y las portadas nacionales.

 Todo forma parte del sistema. O lo compras o lo odias, en esa dicotomía estará siempre su beneficio. Puro marketing. Nos podremos levantar y oponernos, no comprar la entrada o apagar el botón. Muchas de las mejores novelas han estado prohibidas, ¿quién no ha ido alguna vez a ver una película exitosa y se ha llevado una gran decepción?. Gran Hermano es como esa novela prohibida o esa película exitosa. ¿Hay algo después de la caida?.

Si, el impacto.


20 de septiembre de 2016

CUIDADOS PALIATIVOS



  Ayer hablábamos con un poco de ironía de tres “grandes” episodios sucedidos durante el fin de semana y que dió sustento al debate del domingo. Si tuviésemos que seguir la misma pauta para poder activar la entrada de hoy, la titularía “cero”. Tal cual. Si salvamos el cabreo que se pilló por la mañana Bea con Adara, el resto del día lo podríamos argumentar con la nada más abosluta. Y creo que me quedaré corto. Un ejemplo, el minutado de la noche de Tomás Blanco, que debería cubrir la franja de doce a cinco de la madrugada, a las dos cerró el chiringuito, apenas le dió tiempo en ese par de horas a describir como los concursantes se iban poniendo el pijama y se cepillaban los dientes. Sé que no es fácil decirlo pero para “cuentos” después de diecisiete años no veo yo a la gente por la labor por mucho empeño que algunos pongan en que parezca lo contrario. Y lo intentan oiga...

 Diecisiete años dan para muchas espaldas curtidas y en televisión ya lo deberían de saber. Venga va, soy consciente de que la falta de comida les puede arrebatar esas ganas de sobreactuar necesarias al menos para mantener las luces encendidas, las fuerzas se limitan y podemos hasta pensar que el castigo puede llegar a ser excesivamente cruel hasta el punto de que el propio súper, responsable de casi todo, invite a los concursantes, cosa inaudita por otra parte, a irse a dormir. ¿Cómo les verá...?. Cansados con solo diez dias de concurso, apáticos sin ganas de nada, serios, aburridos, malhumorados, solo alguna bronca forzada parece que les saca de su hastío y les recuerda que están en un concurso de competencia. Pero son tan débiles y las que tienen son tan insustanciales que lo único que hacen es minar aún más su moral y aumentar su desidia.

 Si alguien garantizase que con una paella gigante ibamos a tener mejor aspecto, votaría porque se la metiesen ya. Dudo de que la propia contradicción sea la solución, siempre se había pensado que el hambre podía ser foco de conflicto, la irascibilidad les incita a enfrentarse y el mal humor les saca lo peor de sí mismos, ahora no, ahora les manda directamente a la cama a pasar de todo y dejar que transcurra el día, mañana será otro día, parecen pensar. Los agota de tal manera que no tienen ganas de nada. Puestos a pensar se podría dar la circunstancia que en vez de llenarles la despensa se pudiera estudiar mejor el cálculo y que no sea la cantidad de comida, su exceso cuando vienen bien dadas lo que les haga bajar la guardia, ni tampoco lo contrario, su carencia la que los inhabiliten. Por pensar algo. No creo que la comida sea la excusa en todo caso.

  Me inclino más por el lado de la motivación en las pruebas. Llevamos unos años que suelen ser bastante monótonas y repetitivas, buenas intenciones y pésimos resultados, muchas son de campamento para niños que no requieren esfuerzo alguno, nada televisivas y demasiado rutinarias. Se supone que en una convivencia como Gran Hermano las pruebas que les ponen deberían de ser complementarias a dicha convivencia y no el principal objetivo, porque hemos llegado hasta el punto de que la convivencia solo depende de su logro, comer o no comer, y no hay más. Si ganan tienen comida y se bajan los brazos, si perden no la tienen y se bajan los brazos por falta de fuerzas. 

  Comenzar en dejar de pensar en la comida como un fin y dejarlo como mero elemento básico tal vez cambiaría mucho la forma de enfocar las pruebas. Se podría buscar alternativas y que el premio fuese algún elemento dentro del propio juego como la inmunidad, las nominaciones, el número de puntos que dar, algo que fomentase la competitividad y les tuviese motivados. Un premio menos común y básico que la comida pero más selectivo y eliminatorio que formase parte del mismo juego en sí. Claro, también deberían currárselas un poco más los ideólogos y ponerlas de acuerdo a las características de los concursantes, menos infantiles, pero más emocionantes y determinantes.

  Aún así, pienso que tampoco son las pruebas, como la comida, tan determinantes en el desarrollo de una edición, en todo caso complementos ambos de un todo mucho más general. La lentitud o la inaceptación de la presente edición creo que viene dada por la cantidad de grietas que está dejando ver. Son sus partes las que hacen agua y que parecen llevar a ese todo al naufragio. El principal activo del formato y en eso si que nunca habrá duda son sus protagonistas, muy por encima de nosotros, que actuamos como ese cuarto poder que les añadimos o quitamos valor, de presentadores, de guionistas, de intereses de la cadena, etc. etc. Todos formamos parte también complementaria de ese todo llamado Gran Hermano.

 Todos parecemos tener una vía abierta después de tantos años por la que se va desangrando la edición, a la espera de cuantificar daños o ver cual es la más grave, actuamos como satélites alrededor de su principal activo... ellos. El problema en esta edición viene dado en origen. El motor que tiene que hacer mover todos los complementos parece que vino mal de serie, parecía gripado, tras las correspondientes cotas de expectación que cada año se generan a las primeras de cambio observamos como si nos hubieran puesto una copia del original, una falsificación o una imitación. Cuando los motores no son originales sino burdas copias, el engranaje general no parece funcionar bien y siempre habrá algún elemento que de problemas.

  Algunos de los concursantes han confesado haber ido a Gran Hermano a solucionar algún tipo de problemas personales, a promocionar su marca de ropa o a rentabilizar su complejo, otros han ido con la lección aprendida y desarrollar un guión preestablecido, para ello la organización le ha puesto a su disposición una serie de elementos comunes con los que poder desarrollarlo, incluso le ha facilitado el atrezo necesario para proyectarlo más allá de sus intenciones, le ha facilitado el guión e incluso los personajes. Otros han ido a aumentar su curriculum televisivo, y los menos son figurinistas necesarios de puro relleno, adláteres subordinados a un simple número.

 Se han filtrado las posibilidades de cualquier atisbo de carisma, se han perfilado las personalidades hasta parecer sacadas de la misma máquina, se ha depurado el patrón físico hasta el extremo y no se han permitido excepciones que confirmen la regla. Tan solo en algún personaje por su excentricismo se ha tenido una mínima permisibilidad, es la típica cota exótica que le da color a cualquier edición, Pablo y Noelía, como si le hubiesen hecho un favor parecen más auténticos que los originales como buenas copias que son.

  Y esta es la vía que peor aspecto presenta. De la que emana el peor funcionamiento y hace que todo se atasque, por mucho aceite que le intentemos añadir, todo seguirá chirriando. El sistema no carbura. Mucho ingeniero alrededor del enfermo intentando paliar efectos no garantiza un buen resultado si el motor no es bueno, por muchas cañitas que le pongas. Lo demás, todos los demás, vamos a remolque.



19 de septiembre de 2016

TRES


  Y tres eran tres. Las latas de atún que Fer y Alvaro habían escondido para salvaguardar a sus compañeros de los tentáculos del hambre. Jamás en la historia de GH se había visto concursantes tan generosos, solidarios y desinteresados preocuparse con tanta enjundia por la alimentación de los compañeros. Propongo que los metan al Club ya a ambos por tan magnánima obra, o que le den el premio de “compañeros del mes” o algo. La cuestión es que la bronca que siguió a las tres latas de atún, tres, ocurrió en pleno directo del debate, cosa que a mí particularmente me suele hacer sospechar mucho. Y en esta edición tan “montaña rusa” más. Nos puede dar pie a múltiples interpretaciones, pero sobre todo demostrarle a la audencia fiel que la casa está en perenne ebullición y que por cualquier cosa pueden saltar las susceptibilidades por el aire, en definitiva que está más viva que nunca. Y también, si, lo voy a decir, demostrarnos “ el alto nivel del fantástico casting que tiene esta edición”. Hala, ya lo he dicho.

  Si tres eran tres las susodichas latas de atún, tres podrían ser los argumentos que podríamos resaltar en conclusión tras el “magnífico” debate de anoche. Por orden cronológico de aparición en pantalla el primero fue la vuelta a la esencia, a la naturaleza, al alma misma de la carpeta. El emprendimiento hacia otro tipo de tramas se nos puede quedar lejos ante este fantástico casting del que debemos aprovechar sus admirables recursos. Contando con un filón como Andara, Rodri y Pol habría sido un error imperdonable no haber dedicado como mínimo una hora y quince minutos a tan brillante trama. Unos la llaman la del triángulo, otros la del cuadrado porque incluyen a Bea en uno de sus vértices, yo la llamaré la del óvalo o curva elíptica en honor al bucle en que nos quieren ver metidos, donde sus valores protagonistas son bastante complejos y donde la derivada resultante suele ser un grupo variablemente isomórfico.

 “Ladran, luego cabalgamos” es le mensaje que reza en la mesita de noche de algún guionista testarudo, la frase erróneamente atribuida a Cervantes parece ser santo y seña de los principios de la cadena y aplicado como remedio de urgencia cuando el horizonte suele amenazar con tormentas y nubarrones. Como argumento les vale, es un pozo infinito donde descargar tensiones y de desarrollar las más increibles técnicas televisivas sobre la fantasía moderna. Un cuento, para que lo entendáis. (Es que a algunos se les paró el reloj hace muchos años...). No pienso comentar nada de este extraño bucle, lo dejo a la libre imaginación del sufrido seguidor, bastante hacemos con tragarnos diariamente sus correspondientes dosis.

 El tercer argumento en que se basó el debate y ha copado gan parte de la actualidad de la casa ha sido el peluquín de Miguel. Este es el nivel Maribel. Porque el problema no creamos que radica en la terrible disfuncionalidad que está viviendo el concursante, no. Lo grueso, lo importante ha sido una confesión en el cuarto de la lavadora censurado donde Miguel le cuenta a Clara su “problema” y como en plena conversación Pablo les interrumpe supuestamente para sacar un par de calcetines a las cinco de la madrugada. Todos sabemos que el “caso Miguel” es mucho más complejo que todo esto. Que toda la casa ya sepa el secreto, las dudas de Miguel sobre como comunicárselo a sus compañeros, los objetivos del concursante o los del programa con el problema de Miguel, todo va engrosando un bucle interminable que se va dosificando poco a poco a fin de alargar una trama psicológica de primer orden hasta convertirla en un espectáculo bochornoso y sin vías de evolucionar.

 Miguel tiene el complejo de Bovary o la alteración de su sentido de la realidad generado a raiz de su incipiente calvicie. Una persona exitosa que ha cimentado sus logros precisamente en su imagen ha decidido poner fin a una de sus dos “supuestas vidas”, matarla, dijo él. Pero no sabe como hacerlo. Se apunta a Gran Hermano para hacerlo en directo delante de millones de personas, es valiente por la decisión y más valiente aún por la forma de hacerlo. Por tanto, la decisión estaba tomada. Una decisión de esas características no es cualquier cosa, no es frívola ni por supuesto televisiva, afecta a lo más profundo de ti. Si todo lo que cuenta es cierto, aunque hay algunas contradicciones, nadie entendería jamás la vía para hacerlo, por tanto serán otras las intenciones. Y esa también ha sido una decisión dentro de la otra. Priorizar la televisión y un concurso como Gran Hermano para hacer de él la tumba de “tu propia vida” demuestra un desequilibrio psicológico notable, una inseguridad afectiva, unas carencias vitales graves... o un rostro más duro que el cemento armado.

 Si el verdadero problema ha sido la rentabilidad de tu propio problema hablar de este tema con un mínimo de seriedad no tiene ningún sentido puesto que ha sido precisamente él quien lo ha decidido así. Convertirlo en un juego de adivinanza a ver quien lo averigua antes e intentar tenernos en vilo con un episodio extraordinariamente serio convertido en parte de un guión televisivo y convertirlo en trama principal dice mucho no solo de la calidad de quien lo ordena, sino de quien lo autoriza y de quien lo ejecuta. Y eso, desgraciadamente, también puede formar parte de otra de “sus realidades”, convertir su propia realidad en “otro cuento”.

 Tres argumentos sólidos sobre las que se cimenta la actualidad de Guadalix. Impresionantes. Para una edición sin lema y abocada a la improvisación más radical, el estar hablando de temas tan vitales solo demuestran, como Miguel, la ocultación de su “otra realidad”. Por los autores de la edición de “las falsas apariencias” “de los secretos” “de los colores” “de las mentiras” “de su momento” “ del Club” anoche nos llegó en forma de “bomba” otra nueva denominación, “el contraclub”. Exconcursantes expulsados a las primeras de cambio y los tres primeros expulsados de esta edición, Laura y Cris no cuentan porque eran fantasmas, convivirán juntos en otra casa durante semanas para poder ser repescados y volver a la casa como concursantes de pleno derecho. O sea, otra nueva versión de los expulsados salvados, lo de la caja se antojaba minucia.

  No hace falta recordar que los primeros expulsados desde que GH es GH han sido personajes digámoslo así “peculiares”, sin contar claro a Cris y Laura que eran fantasmas. Mayte Galdeano, Nagore, Aida Nízar... nombres que suenan como revulsivo. Estas son las reglas del juego, que no tiene porqué coincidir con la “otra realidad”, como le pasa a Miguel. La otra realidad es que la cuerda se intenta tensar de la flojera que la sostiene que es tanta como insoportable. Lo dije, y lo vuelvo a repetir, al borde del abismo. Con el contraclub ganamos unos días y le ponemos título al siguiente capítulo. El objetivo, la polémica. Pero una polémica sana, deportiva, dentro de unos límites y unas reglas del juego que podamos controlar, no como esas polémicas que se inventan por ahi de estar recogiendo firmas, ya llevan 140.000, por unas declaraciones desafortunadas sobre los animales o las mujeres, ni esas absurdas panochadas filtradas desde la propia cadena que podrían hundir la vida de una de las concursantes actuales por su supuesto pasado, no, una polémica a la carta, que nos entretenga, nos divierta y nos enganche. El contraclub.

  Ya tenemos tres escenarios, tres. La casa, repleta de concursantes, el club de los ganadores donde Pol y desde anoche Bárbara, fijan, limpian y dan esplendor a la tontería más gorda jamás diseñada en GH, y por último el contraclub, el club digamos de los perdedores, desde donde lanzaremos la caña a quien nos o les interese para lo nuestro/suyo según convenga. Tres latas de atún, un triángulo, Clara-Miguel-Pablo, tres, tres expulsados y tres ex-concursantes. Tres. Ah, por cierto, si las audiencias están bajando, y el veinticuatro lo siguen censurando para intentar reanimar los programas nos podemos quedar sin programas... y sin directo. Pero eso no son tres, son dos.