LA OTRA GALA

   Como el día de ayer la casa estuvo tranquila, si salvamos claro las enésimas broncas entre Han y Aritz, entre Amanda y Marta, las mentiras de Raquel y su pastelosa luna de miel, las innumerables cuchilladas profesadas entre unos y otros y en las que ayer Amanda se llevó el premio de cuchilladora del día, el tonteo en ciernes entre Sofía y Ricky, los pactos para las nominaciones de hoy o el no cumpleaños de Marta, repito, aprovechando que la casa estuvo bastante comedida aprovecharé hoy para hablar de hoy, o sea de luego. Y es que hoy tenemos una gala decisiva en la que toda la edición podría dar un vuelco de ciento ochenta grados. Aparte de la vuelta a las nominaciones a la cara, seguramente asistiremos a unos primeros minutos de expectación con la despedida de los concursantes a las primeras de cambio, la incógnita de si los porcentajes que nos mostrarán serán igualados de esos que acostumbran para mantener la tensión recaudatoria y luego echarnos la culpa a nosotros de lo que ellos decidan o por el contrario recogeran fielmente lo acordado por la audiencia soberana. 

   El caso es que se prevee que pronto tanto Ricky como Suso abandonen la sala de expulsiones para dejar dentro a Marina y a Amanda que para entonces ya le habrá bajado la tensión y estará a punto de desmayarse sinceramente súúúúper y le tendrán que llevar un vaso de agua, al tiempo que en la casa y tras el regreso de los dos salvados aún algunos no habrán cerrado la boca de su asombro y andarán pidiendo explicaciones al más allá. Será la hora de los vídeos, las matrimoniadas entre Han y Aritz, la hora sin cámaras de la pareja pastelosa, las exageraciones tendenciosas sobre Sofía y las trayectorias por la casa de las dos nominadas, Marina y Amanda.

  Por supuesto la bronca entre Raquel y Marta en el pabellón de pruebas del otro día en que casi llegan a las manos, la disputa matrimonial entre Suso o Raquel en que algún que otro empujón vimos o la provocación de Amanda a Marta de ayer metiéndole su cepillo de dientes en el cola-cao se irán de rositas, aún hoy colea la rotura del cepillo de dientes de Raquel Abad en GH7, por supuesto la evolución del formato no permite tanta importancia a según que cepillo. Para esa hora ya habremos cerrado los teléfonos y después de una interminable publicidad conectaremos con la sala de expulsiones, no creo que les pongan videos a ellas de esos de aclarar cosas porque mucho no habría que aclarar. Pasaremos a esos minutos de tensión añadida de saber el veredicto y para desconsuelo generalizado oiremos la temida y engañosa frase de “La audiencia ha decidido... pausa... que debe abandonar la casa.... pausa..... otra pausa.... Marina.” Y entonces twitter empezará a arder, Amanda saldrá enloquecida de allí con el susto aún metido en el cuerpo y dándole gracias al súúúúúúper y saldrá corriendo por el pasillo para abrazarse a Suso y a Raquel como una posesa mientras Marina con cara de circunstancias permanecerá en silencio abrazada a su muñeco esperando instrucciones.

  Las nominaciones a la cara completarán la noche con sus posteriores reacciones y aquí a este lado todo volverá después de veinticuatro horas de berrinche a su cauce normal. Hasta aquí la gala normal y previsible que cualquier friki de Gran Hermano se podrá encontrar. Cambiarlo todo para que nada cambie, la esencia del gatopardismo con la que nos quieren confundir y que nademos en un mar de dudas, enseguida lo aclararé todo... Pero antes una observación sobre algo que nos mantiene en vilo desde ayer tarde a muchos espectadores, el supuesto tonteo de Sofía con Ricky no deja, por ahora recalco, de ser una vacilada más de la navarra que está controlando el concurso de manera magistral como hacía años que no había visto en un concursante hacerlo igual, es mi opinión, pero el tonteo con Ricky sólo es una manera de matar dos pájaros de un solo tiro, o tres, ya a veces se me escapa, porque la certera y madura visión que del concurso está haciendo Sofía a pesar de su edad es simplemente una genialidad.

   Decía, que esa era la supuesta gala con que todos nos encontraremos esta noche, la única manera posible de proseguir con este gatopardismo que nos intentan ocultar tras el famoso lema, ya sabéis, en esta edición nada es lo que parece. Por eso, retiradlo de la memoria y hagamos piña todos con la otra gala, la de verdad. Sin solución de continuidad y tras las loas correspondientes de la presentadora conectamos con la casa... “Raquel al confesionario...”. ¿Qué pasa aquí? Nos preguntaremos todos y se preguntarán todos. ¿Y esto?. Es muy simple, según el súper le comunica y a la conversación en que todos asistimos en directo perplejos, asistimos nosotros y ellos desde el salón a través del plasma, ojo. “No ha sido una, ni dos, ni tres, sino varias veces y además tenías un ultimátum sobre la información que podías dar dentro de la casa, mira esto...” Y tras unos vídeos inéditos, esos que a nosotros nos han sido secuestrados por mor de la censura y con Raquel con lágrimas en los ojos, suena decidida la voz inquebrantable del súper: “Estás expulsada de Gran Hermano por ir en contra de las normas.”

    Primera advertencia de lo que va a ser la gala. No nos movamos de nuestros asientos que esto no acaba aquí, después de la publicidad hablamos, nos dice la presentadora. Amanda, Ricky, Suso y Marina, ha llegado la hora, podéis despediros de vuestros compañeros. Aún en shock por lo que acabamos de presenciar nos disponemos a vivir una de las expulsiones más trascendentes de los últimos años, esa que puede hacer cambiar toda la casa y darle un vuelco total a la situación y esa en que por primera vez y tras muchas expulsiones la soberanía nos ha sido devuelta. “La audiencia... ha decidido.... que debe abandonar la casa... Amanda.”. El éxtasis aquí fuera es sencillamente proporcional a la cara compungida y de póker que se le ha quedado a la malagueña. No le salen ni las lágrimas, inmóvil, sin capacidad de reacción ni se entera de la despedida de Marina que vuelve a la casa ante la incredulidad del resto de compañeros. El silencio es sepulcral y solo Aritz en un primer momento y Marta junto son Sofía acuden a su reencuentro. Amanda intenta justificarse, “me voy con la cabeza muy alta, Súúúper...”.

   Las nominaciones a la cara están totalmente descuadradas, a nadie le sale nada y todos balbucean perdidos en el tiempo sin poder procesar aún los acontecimientos. Ni que decir tiene, que muchos objetivos han saltado por los aires, simplemente han cambiado de bando. Suso, ante la repentina perdida de Raquel y Amanda, sus dos pilares, verá en un posibe acercamiento de Sofía su nueva tabla de supervivencia, pero ojo, Ricky ahora no está por la labor, el triángulo ha cambiado de nombres y la trama comienza de nuevo, solo que con otros protagonistas. La carpeta entre Han y Aritz está muy quemada, y hay que relanzarla como sea, si no queremos que ambos mueran con ella de inanición, está necesitada de vitaminas. El último secreto.

  Una vez conocidos los nominados y tras asistir a sus reacciones, nos muestran unos vídeos de la estancia de Paula en Big Brother México donde la catalana ha estado haciendo de las suyas y poniendo la casa de vuelta, revolución le viene que ni al pelo, solo asistiremos a unas breves secuencias amabilísimas para lo que ha sido su estancia y que sirva de introducción a la presentadora para confirmar la noticia. Paula tiene que elegir a un concursante mexicano para el intercambio y qu ingresará en la casa el próximo martes en el directo. Ha elegido a Christhoper, el gay declarado, abierto y fiestero de la edición mexicana. Han ya tiene su antídoto contra Aritz, y la trama se vuelve a revitalizar, Aritz tiene que descubrirse sí o sí, tenemos otro triángulo en ciernes. En tan solo cuatro horas, Gran Hermano como Han, también encontró su antídoto.

El gatopardismo también. Cambiarlo todo para que todo cambie.