Departían amistosamente Miguel,
Bárbara, Meri y Bea en los sofás, Noe y Rodri estaban en la radio
diciendo alguna que otra tontería en plan relajado mientras nosotros
hacíamos planes sobre lo aburrida que se presentaba la noche cuando
de pronto nos vimos sorprendidos por una Adara totalmente fuera de
sí y gritando, dirigirse hacia el grupo que estaba en el sofá,
«sinvergüenza, eres un sinvergüenza...» dirigiéndose a Miguel y
con exagerados aspavientos. Rodri y Noe se quedaron con la boca
abierta sin saber que decir, los del sofá no supieron reaccionar y
nosotros en un principio no sabíamos lo que estaba pasando para que
ese oasis de tranquilidad y aburrimiento al que estábamos asistiendo
saltase de golpe por los aires. «eres una mala persona, sinvergüenza
que eres un sinvergüenza» proseguía Adara que seguía fuera de sí
y gesticulando de manera exagerada. Nos enfocan la radio, Rodri y
Noe siguen como los habíamos visto antes, con el mismo gesto de
incredulidad y los ojos desorbitados. «Me has estado volviendo loca
pensando que no te gustaba, sinvergüenza, que me has hecho llorar
mucho...» repetía Adara a grito pelado señalando directamente a
Miguel.
De nuevo la cámara nos vuelve a
enfocar a la radio cuando oímos que los gritos de Adara bajan de
intensidad seguramente porque el súper le ha bajado el sonido del
micrófono. Solo oímos balbucear a Noe sin perder su cara de
sorpresa «la que se va a liar esta noche...». A los pocos segundos
nos vuelven a enfocar a los concursantes del sofá y vemos como Adara
se va alejando poco a poco del lugar. El gesto de Miguel es neutro,
inesperado, sin saber reaccionar, a los otros les cuesta articular
una sola palabra, todos nos hemos visto sorprendidos... Pasado el
efecto sorpresa todos empezamos a despertar. Adara ya se ha enterado
de la declaración que Miguel le hizo a Pol en el apartamento y ha
estallado soltando todo lo que tenía acumulado.
Más o menos hasta aquí el relato de
los hechos. Apenas tres o cuatro intensos minutos. Fijaos bien y si
es necesario volver a leerlo. Porque seguramente sea... la única
verdad de todas.
No me creo a ninguno de los tres. Ni a
Miguel le gusta Pol, ni Pol está, como dice seiscientas veces al
día, enamorado de Adara ni Adara siente lo que dice sentir por Pol.
Es todo una burda mentira. Una patraña sin más con que nos la
quieren meter doblada. Primero de todo, Pol no es del estilo de
Miguel y él mejor que nadie lo sabe. Segundo, a Adara le sigue
gustando Rodri y lo de Pol es un juego que tarde o temprano le
terminará estallando en las manos, y tercero, Pol a la única
persona que de verdad quiere y está locamente enamorado de ella es
así mismo. Está confundido con Adara. A partir de ahí Gran Hermano
es un caramelito lo suficientemente goloso como para dejarlo delante
de cualquier boca que no sea la de uno mismo. Como entretenimiento
puede no estar mal, sus seguidores tendrán y sus detractores
también. No le doy a ninguno de los tres la capacidad suficiente
para urdir un plan tan maquiavélico y exitoso como este pero Gran
Hermano hace algunos años que se alimenta de su propia basura para
poder sobrevivir, cuando las cosas vienen mal dadas cualquier resto
puede saber realmente a gloria y este sucedáneo de carpeta es uno de
ellos para goce y disfrute de algún aspirante a Corín Tellado con
ínfulas y que mientras tanto trabaja en la productora.
Miguel es un mentiroso compulsivo.
Primero consigo mismo y segundo con el resto del mundo. De hecho en
su vídeo de presentación se nos presentó como un mentiroso
profesional que había hecho de la mentira su propia profesión, su
propia forma de vida. Posteriormente nos ha ido confirmando que no
solo ha mentido por interés sino que también lo ha hecho con su
círculo más íntimo de familia y amigos. Mentirse así mismo es lo
de menos porque solo te implica a ti y a tus propias circunstancias.
En Gran Hermano llevamos diecisiete años soportando año tras año a
piltrafillas mentirosos como él como para poder creer que ahora
tenemos que comulgar con la rueda del molino de que tiene
sentimientos hacia Pol... Y lo dice así, sin anestesia ni nada y
mirando eso sí, a cámara mientras hace un ademán de echarse el
flequillo para atrás y fija su mirada con medio sonrisa tapada...
Falló la débil historia de su peluquín y se quedó sin argumento,
en Pol, como buen observador que es vio un filón: media neurona,
infantiloide, inocentón, cuerpo agraciado, medio bobo y con las
mismas ganas de protagonismo que él, esa era su presa. No sé si el
viraje de su concurso ha sido cosa suya o ha sido inducido, a los
únicos que de verdad atrae su trama es a los guionistas de esta
edición que han sabido sacar petróleo de una absurda mentira
creando un argumento inconsistente y sin ninguna apariencia de ser
creído. Felicidades. Hoy todos un poco estamos hablando de él...
Pol es el único culpable de la
“supuesta situación” que hoy está en boca de todo el universo
Gran Hermano. Felicidades también a él y a sus padrinos guionistas
que han sabido crear un personaje de la nada más absoluta
otorgándole un papel estelar en esta historia. Para no salirme del
argumento oficial aceptaré barco como animal acuático y me pringaré
hasta la médula colaborando con la gran mentira. Dando por hecho que
es cortito por naturaleza, le falta un hervor y está viviendo en los
mundos de Yupi doy por bueno que mientras media España incluida su
novia, era consciente del tonteo que Miguel se llevaba con él, él
lo sentía como una bonita y sincera amistad. Lo puedo pasar, por
colaborar un poco. Doy por bueno el discurso que Pol se ha ido
inventando ante sus amigos para caerles bien y permanecer en el ajo
de que “su novia” Adara, la chica de la que está profundamente
enamorado y están haciendo planes de futuro, esa a la que repite
tres mil veces te quiero te quiero y le suelta esos besos tan
apasionados, haya sido objeto de sus bajezas para defender esa
anterior amistad con Miguel con reflexiones tan incuestionables como
“Adara es una víctima barata” o “está obsesionada...”, o
que se haya posicionado a favor de Meritxell el día de los
contraalegatos y en contra de su novia. Lo puedo pasar, por colaborar
un poco.
Pero cuando anoche, y no solo anoche,
es un mantra que la mayoría de los concursantes utilizan como
coletilla con Pol cada dos por tres cuando algo ocurre con Adara,
tanto Rodri como Bea, intentaban tranquilizarlo o eso pensaban,
puesto que era la persona más tranquila de la casa en ese momento,
diciéndole: «tranquilo Pol, que tú lo has hecho bien...» y él
asentía, sonreía y se hinchaba suspirando diciendo «si...» ahí
me di cuenta que Adara le importaba menos que la final femenina de
Petanca. Que solo vive por y para él, eso sí, siempre que alguien
sea quien sea pase por allí y le recuerde de vez en cuando, que
guapo eres, que bien lo haces, que buen amigo eres o eres el mejor.
Pol es la típica madrastra que cada diez minutos le tiene que
recordar su espejito lo genéticamente perfecto que es... pues no, no
era ninguna broma. Se lo cree.
Y claro, en Adara Pol ha encontrado a
su espejo. No solo le dice lo guapo que es, sino que le da besitos,
le habla y le hace cosquillas rompiendo todos los tópicos de
cualquier cuento de Blancanieves. ¿Cómo no va a estar enamorado Pol
de su propio espejo?. Incrédulos que somos unos incrédulos... Hasta
aquí mi participación con la mentira oficial. Pol es el
concursante más hipócrita, falso y rastrero de cuantos habitan en
esa casa, lo de lelo o cortito solo son apelativos cariñosos que a
veces decimos con un poco de ironía, lo peor es el egocentrismo
maléfico que tiene y que usa a costa de lo que sea y de quien sea
para poder guardar su culo. Un cobarde que se esconde o en el número
o en su propia novia para no responder a la audiencia ante sus
carencias, el mueble por excelencia del concurso, aquí me gustaría
ver yo a todo esos que siembran tanta literatura contra los muebles
hablar de Pol, un concursante cero, pero cero patatero a quien la
organización ha elevado al estrellato sin comerlo ni beberlo tan
solo para poder saciar su ansia de carpeta, pasaba por allí, no le
fue bien con Rodri, y bueno, ahi estaba él... Ya lo tenemos, la
carpeta por excelencia. El enamorado. ¿Y lo bien que suena a los
ojos de esa o ese guionista sentido que tantos quebraderos de cabeza
nos está dando?
No Adara, no. Algo tiene que ocurrir
para que nadie te crea en tu relación con Pol. Yo puedo estar
equivocado, confundirme y fallar. Es cierto que los gestos de
adolescente púber que intercambia con su pareja son antiestéticos e
impropios de una persona que aparenta una mayor madurez, que sus
frases aniñadas de escarceos entre horas producen cierto repelús y
vergüenza ajena más propias de colegiales de trece años que de
personas se supone adultas, pero bueno, lo puedo dar por bueno si a
los artífices de la gran mentira les vale y disfrutan con ello. Pero
como dije antes, llevamos diecisiete años metidos en esto como para
saber discernir entre lo real y lo ficticio, ya no hay lágrimas que
se nos resistan ni gritos que nos convenzan, sabemos distinguir entre
lo auténtico y lo interesado, entre el amor y el hamor, entre la
verdad y la impostura. Lo siento, pero no cuela. Ni para mi, ni creo
que para mucha gente.
El objetivo solo era uno. Y muy claro.
Gran Hermano te desnuda totalmente, lo primero que te quita es la
careta. Adara es una chica fuerte, resistente, experimentada en la
vida seguramente y con unos principios bastante asentados. Una chica
independiente, un poco solitaria y bastante madura a mis ojos, que
sabe lo que quiere... Que sabe lo que quiere. Y se ha equivocado,
porque ha calculado mal sus propios recursos, ha desconfiado de ella.
Podía haber ganado de calle el concurso si no le hubiese hecho caso
a nadie y hubiese sido ella misma. Qué incongruencia, ser uno mismo.
Eso mismo la ha traicionado. Gran Hermano es un ente de cristal que
todo se ve, que todo lo vemos. Es la primera lección que todo
concursante debiera saber al entrar. Todo lo vemos... hasta lo que no
se ve. En eso no ha fallado Adara. A ella si la hemos visto a
diferencia de otros, pero lo hemos visto todo, ser transparente es lo
que tiene, que se ve todo incluso hasta lo que no quieres que se vea.
La impostura de abrirte paso en el
concurso a partir de otros hace que te restes valor para compartirlo,
y ha elegido mal. Muy mal. Seguramente eligió lo peor que pudo haber
elegido. Tanto, que ha sido absorbida por el otro por necesidades del
guión, las carpetas se hacen de dos en dos y si uno suma y otro
resta, los dos fracasan. Y eso le ha pasado a Adara. La carpeta tiene
sus propias normas, Gran Hermano las suyas, y Adara ha querido jugar
con las dos. Para las primeras vale lo que sea, para las segundas no.
Y eso la ha delatado.