Nunca nadie ha compartido su juego
con la audiencia en Gran Hermano. Algún día a alguien se le ocurrió
para justificar su apoyo a algún concursante que es que compartía
su estrategia con nosotros y por eso, todo lo que hacía, sea bueno o
malo, debía ser perdonado o indultado. Compartir el juego con la
audiencia son los padres, y lo que se supone una frase de calado por
innovadora parece ser que ha sentado cátedra en los anales de
nuestro reality preferido. Nunca una idea ha sido tan equivocada y
tan sobrevalorada, tanto que hasta los que dícense llamarse
“expertos” como Belén Rodriguez asumía anoche una idea tan
descabellada como ciencia. Ni el mismísimo Pepe Herrero en su
edición compartió su estrategia con la audiencia pese a la cantidad
de tinta que se ha vertido estos años. Él fue un visionario, un
adelantado al programa, siempre iba cinco minutos por delante de
todos, veía lo que nadie veía, como buen observador que era intuía
a los demás compañeros y sabía por donde iban a salir. Luego, al
proclamarse ganador y tras haber dejado en ridículo a los demás se
le ha hinchado su juego hasta elevarlo a los cielos.
¿Quién osa
decir que está compartiendo su juego con una cámara detrás de ti
por metro cuadrado?. Sí, aquellos que se van al confesionario y te
dicen: “yo soy el malote de la casa, ahora voy a meter mierda entre
todos y yo a reirme de todos, ellos, juajua, que malo soy...” y
algunos van y dicen, es que está compartiendo su estrategia con
nosotros. Perdón. La estrategia en todo caso la estará compartiendo
el realizador que en ese momento ha decidido sacarte ese
confesionario para que tú lo veas, del mismo modo que durante
veinticuatro horas te saca aquello que al programa le interesa, con
cien cámaras soplándote el cogote a ver quién es el guapo o
atrevido que no se atreve a compartir su juego con nosotros.
Desmitificando burdas teorías ahora
resulta que Suso es el que inventó la pólvora porque mirando a
cámara te está diciendo voy a liarla, y va y la lía, y lo
convertimos en genio en cero coma porque está dando juego. Cuando
Mayte la semana pasada la liaba sin necesidad de mirar a la cámara
vamos nosotros y la echamos a la hoguera, le hacemos un juicio final
y casi la obligamos al exilio, está loca era lo más bonito que se
podía leer o escuchar. El mismo baremo podremos utilizar para hablar
de aquel que se tira las veinticuatro horas en la cama, también está
compartiendo su juego con nosotros. ¿Que no?. Lo fácil es
apropiarse de ciertos clichés que suenan bien para darnos entender
que el salir en televisión te da cierto prestigio como catedrático
en la materia. Algunos deberían hacérselo mirar. O deberíamos. Cuánto daño está haciendo twitter.
Ayer se consumó la idiotez más grande
en años vista en prime time, algunos hasta se sorprenderán al
conectar la tele y ver a Mayte en el plató de T5 dejándose manosear
por las garras de la inoperancia más absurda, participar en ese
circo sólo te ayuda a echar por tierra toda la popularidad adquirida
en apenas una semana y formar parte del engranaje. La comprendo si
los doscientos o trescientos euros que te van a suponer más la
participación de pantalla o el que hablen de ti te merece la pena,
hacer el ridículo más espantoso por unas migajas de share sólo
está a la altura de aquellos que seguramente tras horas de reuniones
deciden contraprogramar “Mar de Plástico” con un juicio final
que justifique el bodrio de tongazo que te tuviste que sacar de la
manga para justificar lo injustificable. No bastó con expulsarla,
sino que tenemos que tragarnos que encima nos hicieron un favor como
ya quedó demostrado anoche. Tengo mis dudas sobre si el juicio iba
contra Mayte o contra el programa, porque hay que ser tontos para
poner en tela de juicio por reincidencia la mala praxis de la cadena.
Nosotros no metemos la pata, sois vosotros los que la metéis, y hoy
os lo vamos a demostrar. ¿Veís? Ya lo decíamos nosotros, Mayte
está en la calle porque ha sido mala. Por dior...
A pesar de ellos el concurso sigue, y
ayer tuvimos un remake editado de la actualidad más rabiosa de
Guadalix. De nuevo se levanta el telón, ponemos el veinticuatro y
vemos a Suso hablando con Raquel en una cama, el chivato de turno que
va con el cuento a Sofía y esta que estalla, preparados que estamos
en antena en tres, dos, uno, y cuando estamos todos juntos,
preferible a la hora de la comida, una le llama a la otra “guarra”
y empieza el pifostio. Marta, te toca. Prepárate. Listo. Y volvemos
de nuevo a lo mismo, “mala pécora” se lo había aprendido bien.
Lo de la entrada de Aritz en la discusión, las posteriores lágrimas
de Raquel, los cuchicheos posteriores, las rajadas acompañadas de
amenazas con puntos, las desconfianzas, traiciones, me ha dicho, me
había dicho, yo lo oí, le dijo, es que.... sin contar al bufón de
turno que me da hasta pereza nombrar si acaso ya lo iremos leyendo en
posteriores escenas. Habrán muchas más.
Todo parece que ni niquelado. Jamás
podríamos haber previsto algo así, ni en la más pesimista de las
quinielas podríamos aventurar semejante mina. Suso el grande, que
está haciendo de su casa un sayo, donde pone el ojo pone la bala y
donde abre la boca muere un gatito, ya si acaso cuando salga todo
aquello de la doble moral que tanto gusta a la cadena presumir lo
comentaremos, ¿verdad que si, Merceditas?. Pero ahora no toca, ahora
es el rebelde sin causa que se ha puesto el concurso por montera y ha
dicho, va a arder Troya, y oigan, que estamos encantados, le está
saliendo fetén. Los demás le siguen el rollo, Sofía en su papel
víctima de los peores bajos instintos lo está bordando, Raquel en
su papel de cenicienta intenta ajustar su zapato, Marta cuando se
mira al espejo y se convierte en bruja malvada se está gustando, a
Muti su traje le viene que ni pintado y los atrezos restantes en
perfectos actores secundarios, falta la musiquita del violín pero
todo se andará.
Dos grupos encantados de conocerse. No
importa si hoy estás aquí y mañana allí, si acaso vete tú para
allá hazte amigo de este y sonsácale, Muti, tú a lo tuyo que yo
voy a soltar la bomba, estaos preparados, suena una voz en off,
Marta, atenta, Quique tú sigue así que lo estás haciendo muy bien,
Han y Aritz, vosotros a lo vuestro como siempre. Si no fuese porque
lo de los grupos está amañado les obligaría a hacerse la prueba
del alcohol por como lo están bordando. Y ahora, si, ya podemos
hablar de Suso y sus estrategias, como lo está moviendo todo y
encendiendo la mecha, para eso hay que valer, no lo puede hacer
cualquiera.
Está siendo todo perfecto. Hoy
hablaremos de transgresiones voluntarias y boicot a la prueba, todo
un clásico, como el recenar de madrugada o robar comida, y es que
para los nostálgicos también tenemos guión, y en este caso tampoco
podía fallar. ¿El malo malote? ¿No lo sabíais? Suso. Los
pardillos, como siempre, los otros...
… Y nosotros.