MAL ROLLO

   Una nueva noche de locos donde los recelos y las sospechas han ido aflorando hasta el punto de convertir una fiesta sorpresa en un verdadero caos de mal rollo. La susceptibilidad reinó durante la madrugada provocando la aparición de varios frentes. Iván por un lado, las cómplices por otro, Danny  y Kristian por otro, mientras tanto Eva y Juan Carlos en el centro del huracán. Mosqueos generalizados y argumentos dispares que sembraron de desconcierto las diferentes secuencias sucedidas;  desde Iván y los recelos de sus compañeros hacia el protagonismo de los últimos días, inmunidad, bronca de Mercedes y resurrección, prueba y fiesta a su medida hasta la rallada de Leti por sentirse objetivo de la pésima resolución por la misión encomendada. Miriam sembrando dudas y en el centro de todo los verdaderos protagonistas, Eva y Danny con Susana como telón de fondo. 

    Hoy saldrá Eva expulsada por la organización y por tanto se le comunicará a Leti, Miriam y Danny su nominación directa. Resultado de un juego suicida, mal aplicado y sin visos de éxito desde ningún momento. No ha sido un juego sino una condena hacia todos  éstos concursantes desde el mismo momento en que se planteó  la idea. En un reality como Gran Hermano la aplicación de ciertos juegos de niños solo pueden tener como consecuencia su propio fracaso, aunque sus protagonistas sean los mismos niños. Me estoy acordando ahora de la brillante idea de Danny para salvaguardar el nombre de su prometida y su recuerdo fantástico  de todas las abuelas, Ana Eva, pero la llaman Eva aunque Eva prefiere que la llamen Ana.  Si el origen y el objetivo es meter como sea a la novia de Danny para desestabilizarle, crear nuevas tramas y alimentar el morbo de su relación con Susana, se tenía que haber metido a Eva y no a una tal Ana de Granada y auxiliar de enfermería.

  Se ha intentado meter a un nuevo concursante con calzador, amordazarlo y lanzarlo al precipicio, Eva entró amenazada de antemano y ésta por ende se extendió hacia otros concursantes. No era un juego, sino un decálogo de improvisaciones varias al servicio de un objetivo imposible. No se puede culpabilizar a ningún concursante de este error, ellos al fin y al cabo han hecho lo que han podido, ha sido un cúmulo de nefastas  y contradictorias decisiones, que solo tenían un único camino. La broma de las gemelas no duró tanto y aún se recuerda como uno de los momentos más divertidos en toda la historia de Gran Hermano, su argumento sí era un juego y su planificación extraordinariamente rigurosa. El objetivo aquí  era totalmente diferente. Ha habido muchas insinuaciones sobre el papel de Danny en el concurso, solo ha quedado en evidencia, pero lo peor ha sido el arrastre que ha hecho de la organización hacia su propio terreno.

   No puedo sino alegrarme de que la organización haya sido consciente de su propio error y haya rectificado a tiempo por el bien de los demás concursantes y del propio concurso. No somos contradictorios, apelamos a la vida en la casa, al movimiento y las cosas que pasen pero que broten desde dentro, sin artificios ni manierismos, sin artilugios que rasguen al propio concurso y lo condicionen a favor de una circunstancial secuencia, a corto plazo suelen crear expectación pero a la larga termina dañando la imagen del concurso. Y sí, es inevitable recordar a esos casi sesenta mil aspirantes a entrar en la casa, seguro que cada uno con sus propias historias, es inevitable acordarse de la gente que se queda en el camino, que atraviesan un casting tras otro para quedarse a las puertas de haber cumplido su sueño y que pudieran estar viendo la facilidad con que otras personas puedan tener la oportunidad de entrar en la casa.

   He conocido a uno de ellos que tras pasar tres casting se quedó con la miel en los labios, al preguntarle porqué quería entrar me hizo saber que era el sueño de su vida pero que además veía Gran Hermano como una oportunidad, para fama le pregunté, para darse a conocer y rentabilizar su paso por la casa, no, para poder ayudar a mis padres y mis tres hermanos que están en el paro, me dijo, cumplo con dos cosas, una es mi pasión y disfrutaría y otra porque se me puede brindar la oportunidad de ayudar. Ahí me di cuenta de que Gran Hermano, aparte de espectáculo, entretenimiento, televisión y convivencia, también es una oportunidad para mucha gente. Por eso, a veces, discutimos el  envenenamiento de ciertas actuaciones incomprensibles y que deberían ser rechazadas y no toleradas.

  Gran Hermano por sí mismo tiene vida propia y ésta duerme y despierta sin necesidad de estimulantes ni añadidos, sin parches ni provocaciones. Las personas que hay dentro poco a poco reclaman su propio derecho a ejercer la oportunidad que han tenido y las que no han podido entrar reclaman el suyo a poder hacerlo, por eso renegamos de actitudes como la de Iván queriéndose marchar del concurso o de la organización queriendo premiar “anabolizando”  el concurso a una persona por el mero hecho de ser la novia de un concursante ya que  estaríamos alterando el propio concurso y perjudicando a algunos concursantes. El capricho y el morbo de meter a Eva tendrá  daños colaterales porque el concurso de Leti, Miriam, Danny y Susana a partir de ahora se habrá visto condicionado. Y sí, la noche que nos ha brindado la casa ha sido maravillosa.