EL CIRCUITO

  Un circuito es un recorrido previamente fijado que suele terminar en el punto de partida. La gala de anoche queda perfectamente definida e intentaré explicarlo. Tras los saludos de rigor la presentadora nos informa de que Sonia lo está pasando realmente mal y que intentará conectar con ella en unos minutos, se ha iniciado el punto de partida. Comenzamos. Y sin rodeos ya la tenemos en pantalla. De primera mano ella nos informa que los últimos acontecimientos la han superado, que se encuentra realmente mal hasta el punto de haber pensado en abandonar la casa, esto lo dice inducida por la presentadora que se había hecho eco de la noticia. Tras unos minutos de psicodrama llegan a la conclusión de que a veces las circunstancias nos pueden venir adversas y tener que soportarlo, pero ella es fuerte le anima Mercedes y está convencida de que podrá superarlo. Durante unos segundos de lágrima fácil y afligimiento reconoce que le resultaría muy difícil dejar el concurso.

  Me detengo aquí, justo al inicio del circuito sin más remedio, y lo digo porque mientras las oía a las dos, no pude evitar acordarme de ellas, lo estaba viendo con mis ojos y sentí que mi rabia se iba acelerando. Reconozco que  al oir a Sonia repetir aquello de “es que Mercedes, lo estoy pasando realmente mal” y tras oir a Mercedes aquello de “lo sé, lo sabemos, y te comprendo” no pude evitar acordarme de Argi. Y sin querer mi cabeza me hizo recordar que ella sí que lo habría pasado realmente mal, y que sin embargo nunca tuvo esa oportunidad en pleno directo de ninguna gala de poder expresar su preocupación,  no tuvo tiempo de poder responder a los ánimos de la presentadora ni a su deseo de que superase ninguna angustiosa  situación.

  Irremediablemente quise ordenar mis ideas sobre el porqué lo estaría pasando mal y no pude evitar caer en la desastrosa tentación de las comparativas, Argi fue maltratada por sus compañeros y condenada semana tras semana a  salir nominada, no pude evitar el acordarme que una de las principales inquisidoras  ya que nunca fallaba a su cita nominatoria era precisamente Sonia, ni de recordar el vacío silencioso al que fue sometida desde el minuto uno, la de veces que la hemos visto llorando a lágrima viva por la incomprensión de todo el mundo, ni dejar de acordarme de la entrada de los gemelos ni de ponerme en su piel cuando el chico con el que se escribía durante dos años y que fue la causa de poder estar dentro le confesaba que se había enamorado de su mejor amiga, ni cuando tuvo que soportar su ira en una noche bochornosamente violenta, ni cuando la llamaron al confesionario para hacerle saber que un comentario desafortunado podría haber hecho daño a muchas personas, ni cuando decidieron echarla por la puerta de atrás  empujándola con un dedo acusador y tachándola más o menos casi de terrorista, aún recuerdo que nadie acudió en su ayuda y entonces sí que me acuerdo de haberla visto pasarlo realmente mal, y de aún así resistirse a abandonar el concurso, la casa que más quería a la que se aferraba con toda la fuerza del mundo.  No pude evitarlo, al oírle decir a Sonia que quería abandonar el concurso porque  lo estaba pasando realmente mal y  había tenido la tentación de salir huyendo. No pude evitar el pensar  que Argi sí fue la que lo había pasado realmente mal.

  Es lo que tienen los circuitos, que te permiten parar, y hacer momentos de avituallamiento. Comenzamos así el punto de partida de un circuito con nombre propio; Ni que decir tiene que la gala tuvo como argumento la elección de los repescados como núcleo central, a pesar y aunque no lo parezca que también hubiésemos dispuesto de jornada de puertas abiertas para expulsión y nominaciones. Yessica fue la expulsada y no los gemelos como decían las encuestas, es la segunda vez que fallan todas con estos concursantes. Muchos comentaristas se sorprendían ayer por la tarde, la razón es muy simple, le tocaba salir a Yessica de la misma forma que le tocaba entrar a Igor, no había razones en forma de votos ni de encuestas ni nada por el estilo que se parezca a eso que llamaban concurso, eran y son necesarios para el sistema, y éstos suelen estar engarzados de tal manera que ninguna pieza pueda fallar porque echaría por tierra al resto. Yessica era la pieza a sustituir sin que reincidiese en su propio funcionamiento. Así es como funciona algo tan rudimentario como una máquina. Por piezas. De las nominaciones poco que contar, si acaso el hecho de que Sonia nominase a Susana tras haberle insinuado por la tarde que no lo iba a hacer, cosas de la lingüística aplicada a la psicología, no se trata de que te lo escriban o te lo planteen como un crokis sino de ser inteligentes, y en eso, la doctora Walls hay que reconocer que nunca miente.

 Vaya,  he vuelto de nuevo al circuito casi sin querer, así como por casualidad. Alguien me decía anoche, seguramente sería uno de sus seguidores, es que estás mintiendo nunca le ha dicho esas palabras, no pude evitar una sonrisa y acordarme precisamente de esas mismas palabras cuando Susana le decía a Sonia si la estaba llamando mentirosa,  a lo que esta le respondía con otra pregunta, ¿acaso he pronunciado yo esa palabra?. Mucha gente se preguntaba porqué Susana no la había nominado a ella, es sencillo, sabía que sería un voto tirado a la basura y prefería usarlo para proteger a los gemelos dándoselo a los que menos dudas ofrecían de salir nominados. Así de sencillo, Susana no es marketing como la publicidad del circuito.

En la repesca hubo dos nominadores y un denominador. Juan Carlos a propuesta del circuito, perdón de la casa e Igor propuesto por la audiencia. El denominador común, Sonia. Equilibrio ante todo,  lo previsible para que la maquinaria siga funcionando sin que se alteren las piezas. Entrar en el voto particular de Raki,  el de los gemelos o la causística de Giuls en relación a la pobre  participación de Miriam sería alejarnos del circuito más de lo conveniente. La expectación no estaba en el regreso de Igor sino en sus consecuencias. La realidad solo tiene un camino y la verdad es de dirección única, todo no se puede controlar. Eso dicho así suena hasta casi evidencia, pero si se lo aplicas a alguien que no lo acepta fácilmente  se convierte en drama y la máquina se acelera y se revoluciona.  Para que nos vamos a engañar y a perder en circuitos absurdos y gilipolleces, lo que todos estábamos esperando era ver la cara que se le quedaba a Sonia cuando Igor entrase por la puerta. La verdad es solo directamente proporcional a su reacción, o sea, una bofetada en pleno rostro de realidad. No eran visiones, ni había sido una pesadilla o un mal sueño, estaba allí y se le podía escuchar, saludar, compartir, se le podía tocar, era verdad. Atrás, allá a lo lejos ya quedaba todo lo demás, los encuentros y sus tensiones, el mal rollo, los malos tragos, el miedo, el demonio y la carne o las extravagancias de una para esas horas ya casi olvidada Miriam.

  Solo eran momentos de máxima combustión, la maquinaria seguía funcionando e Igor estaba siendo señalado con una lucecita roja: “Con un manipulador como Igor en la casa ya tenemos bastante” sentenciaba MM al tiempo que lo acababa de nombrar elegido por la audiencia. “Pistonazo” sin importancia, con un poco de aceite pasa inadvertido. Solo hay que seguir el tablero de control de cerca por si acaso. Yo estaría atento, este año el control de mandos parece un remake de aquel hombre que susurraba a los caballos, de vapor claro está, por eso de la maquinaria, no hablaba de cine, y mira que lo siento por Nacho, por Saray o por Nacho, no, no nos ha visitado ninguna rata, hablaba de economía "sumergida" por aquello de ahorrar. Momento de espiritualidad y recogimiento, amén.

  Como iba diciendo y para no salirme excesivamente del circuito, llegaba la hora de decir los nominados, no sin antes hacer una incursión puntual en aquellos videos nostálgicos de música bonita con que nos suelen adornar algunos de los minutos, siempre es un placer ver a Desi en su karma semanal o a la pareja de pelochos en pleno éxtasis romántico. Nacho, Saray y Desi son los nominados, pero el circuito seguía funcionando, aplauso para Susana, aplauso para los gemelos y mensaje para Sonia. No sé con cual quedarme, pero sé con cual se quedó ella y no fue precisamente con su mensaje, bastante bien disimulado por cierto en un acto reflejo de pluralizarlo. Fue una devolución del voto que le había enviado a Susana sin acuse de recibo, directo al corazón y de esos  de los que duelen. Es lo que tiene la maquinaria, que a veces, te generan imprevistos por mucho que intentes manejarla. Este fue espontáneo e incontrolado. Y las conclusiones del mensaje sin duda para ella clarificadores, no el de la Milá, el otro. Por eso no logro entender a veces esa persecución a la que dicen estar sometidos, consultaré el libro de instrucciones, lo prometo.

  Las postgala fue un auténtico martirio de cinismo, todo un homenaje al origen surrealista bretoniano inspirado en el Freud de principios del siglo pasado, ver a los gemelos abrazados extasiados a Igor en agradable charleta, a Kristian dorándole la oreja mientras su pareja sollozaba por los rincones para enlazar con un campeonato de billar jugándose cinco galletas y que el azar quisiese unir a Sonia con Igor de perfecto buen rollo para terminar el circuito con una Sonia crecida y feliz pidiendo una hora sin cámaras y una noche romántica, me hace hasta dudar a mi de que de verdad haya existido este circuito. Y llegamos al punto de partida, aquel del que quizás no debiéramos haber salido. Fue bonito mientras duró.