EL CEBO

  Cuenta la leyenda que mientras Noe rezaba un rosario con sus ojos en trance,  en la cama de Sonia y Kristian tenía lugar un nuevo capítulo de sexo psicológico del que nos tienen acostumbrados. El  realizador por lo visto tuvo trabajo extra, por un lado no quería dejar pasar el momento místico de una Noe en todo su esplendor, rezando o recibiendo datos sobre sus misteriosas visiones, daba miedo cuentan los viejos del lugar; en la otra parte del escenario la pareja feliz, ella diciéndole a él que era la persona más maravillosa que había conocido en la vida, que gracias a él  está empezando a sentir cosas que jamás había sentido, que era muy atento y cariñoso con ella,  y que nunca nadie le había dado tanto en tan poco, mientras oía esas dulces palabras Kristian no pudo evitar el que se le saltasen las lágrimas, tras unos intercambios de besos y abrazos, te quieros susurrados al oído y un buen intercambio de preciosas palabras, ella le condujo la mano hacia su “herida” para que palpase el porqué de sus reticencias. 

 Todo muy surrealista si no fuera porque al principio de todo el episodio y cuando Sonia le empezó a calentar la oreja y otras con ese “savoir-faire” que le caracteriza a Kristian se le escapó un escueto “pero que estratega eres….” entre susurros. Seguramente el concurso  con el paso de los años ha ido evolucionando y adaptándose a las diferentes generaciones que lo van siguiendo, la lectura de su desarrollo posiblemente sea una cuestión matemática y el devenir esté bastante condicionado por un simple concepto numérico, es incuestionable y en ésta edición tenemos el ejemplo claro, el concurso está siendo todo un homenaje en honor a esa generación que solo espera escenas como la vivida esta madrugada entre Sonia y Kristian.

 El programa ha descuidado el concurso fijándolo como alegórico para centrarse en una simple especulación casuística a la medida de éste espectador concreto. Lanzar el cebo para que los peces piquen. Nadie lo ha decidido ni nadie sabe cuando levantemos,  la especie que vamos a extraer del mar, sabemos lo que hay abajo y si lanzamos cebo y proponemos la caña con su anzuelo adecuado, tarde o temprano algunos pican y caen. Estrategia comercial o “merchandising” al servicio de un mercado  determinado. El producto es barato y se repite, pero mientras haya gente que lo compre siempre lo tendremos en estanterías. Siempre podremos dar una vuelta para elegir otros o denunciar la poca calidad pero la realidad de los mercados es esta y vivimos en una época de marcas blancas. “Pero que estratega eres” le decía  Kristian a Sonia por lo bajini al empezar su enésima escena, es lo que hay, o lo compras o tú verás.

  Seguramente serán los favoritos para un determinado mercado y el realizador les oferte como ganga, muchos lo comprarán seguro, pero me llamó la atención que al otro lado de la cama al mismo tiempo Noelia estuviera rezando un rosario a las seis de la mañana. Seguramente estaría pensando en las cosas que había hecho durante el día, los aguijonazos sin querer que habría metido con la brevedad de un “o sea” o lo mismo estaría temblando su miedo a ser expulsada el próximo lunes, qué habría hecho bien o qué habría hecho mal. Es igual, Noelia no es marca blanca. Posiblemente se vea obligada a bajarse de la estantería por mera necesidad de un mercado al servicio de especuladores. Pero resulta curioso que de las dos escenas una apenas pase desapercibida y la otra esté generando miles de comentarios y expectativas. Son las contradicciones de este programa que casi nadie entiende.

  En un campamento de niños los verdaderos protagonistas deberían ser los niños, pero en éste y ya lo dije una vez los papeles se transmutan, los que parecen adultos se convierten en niños y los que parecen niños tienen comportamientos de mayor. Kristian es el típico mayor  envuelto en papel de niño y que ha asumido el rol de piñata, se deja caer para que todos le busquen y Sonia, la más lista de todos, le eligió cual caramelito grande y hermoso. Lo está saboreando. Sonia  es la mayor, la que elije su papel de adulto y actúa como adulto, la que dirige y sabe como hacerlo, no le resulta difícil en un mundo de niños asumir su rol. Cuando dos niños se unen solo pueden salir cosas de niños, cuando un adulto y un niño se unen, el niño no se convierte en adulto sino el adulto en niño. Transmutación. Noelia  es y seguirá siendo niña, a veces terca  a veces  mala, o traviesa o perversa, pero no transmuta. Y además reza el rosario.