LA NOCHE DEL JUEGO

   En la casa todos lo saben. Aquí  fuera todos lo sabemos. Huelga comentar la forma de cómo y porqué lo sabemos, no tiene sentido ninguno. Era un juego suicida preparado a posta para el fracaso. Eso también lo sabemos. Las explicaciones, las normas del juego eran cristalinas, se nos explicó hasta tres veces, tres, como los hijos de Elena, que por lo visto deberían ser niños. El tema está en el sentido del juego o en el objetivo que se pretende. Entiendo que la opción de darle vida a la casa y dinamizar el concurso es plausible cuando cientos y cientos de comentarios en todos los blogs y foros demandaban un cambio radical en la actitud de los concursantes o este tinglado se podía venir abajo antes de tiempo. No lo digo yo, lo leo en todos los sitios, y si lo leo yo, lo puede leer cualquiera, porque el chiste del loco de la autopista está  trillado y huele a rancio.

  Teníamos un problema. La edición no había comenzado como todos esperábamos y había muchas dudas sobre el casting. Desde el inicio muchos andábamos algo mosqueados al ver a tanto concursante emparejado, ojo que no es ningún delito, pero tampoco lo es poder pensar que la intención  podría ser bien distinta al mero azar. Solo teníamos sospechas, nada más. El rumor se hace cada vez más grande. ¿Lo he filtrado yo?. Al final nuestras sospechas no tardan en hacerse realidad. Eva, la novia de Danny, que mantenía cierto flirteo ( coqueteo, dar señales sin comprometerse)  con Susana, entra en acción. Ya tenemos en el concurso la trama que todos imaginábamos. Un triángulo entre Danny, Eva y Susana. No es lo recomendable decían algunos, es una historia ya muy vista y muy poco original, aunque todos sepamos que para la filosofía de la cadena que emite el programa y sus diferentes programas satélites con el que llenan la parrilla siempre les resulta rentable.

 Ya tenemos muchos programas de esa naturaleza y Gran Hermano está perdiendo su esencia original en beneficio de otros intereses que en nada se parecen a su diseño original. Hay quien mercantiliza la idea vendiéndola como evolución, error, evolución es crecimiento, avance, cambio de conducta o de actitud, y no creo que volver a revisar historias pasadas y tramas trilladas tenga nada que ver con la palabra. Si acaso, repetición. Ahondar en una idea que por el mero hecho de estar vivida ya pierde gran parte de su valor. Pero luego están quienes aplauden la idea en favor del espectáculo, otro error, el espectáculo no es eso, en todo caso el espectáculo lo encontramos en el circo, en un buen partido o una buena obra, no en una convivencia de cuatro meses donde lo que prima son las relaciones humanas. Todo lo que se desvíe de la esencia por la que se creó el formato es y será siempre una simple farsa.

  El espectáculo en todo caso, la vida que emana de la convivencia debe brotar desde dentro, desde sus protagonistas, sin artificios ni añadiduras que provoquen unas reacciones contrarias a la propia naturaleza del concursante, ya que entonces nos perderíamos no premiando a un concursante sino al mejor actor que se adapte a un guión predeterminado. Entiendo la postura de la productora, a caballo entre lo que la cadena le pide para sus intereses y la audiencia que mantiene en pie el formato, y entiendo que no tiene que resultar fácil lidiar con ambas cosas, pero a la cadena no le importaría en todo caso sustituir su programación y buscar otra alternativa, el problema surge cuando se ningunea a la otra parte, a la que sostiene esa programación, se juega con fuego, y por momentos nos hacen sentirnos tontos pensando en que con cualquier cosa tragamos. Otro error.

  Tampoco es que pidamos mucho, quizás solo un poco de equilibrio entre lo que les obligan y lo que se demanda. Imagino el argumento retomando la idea anterior de dar un nuevo enfoque al concurso debido al mal inicio y las malas expectativas. Hay que hacer algo. Aparece la luz y metemos a Eva, la novia de Dani, o metemos al novio de Sonia para que se produzcan enfrentamientos y la gente esté entretenida. Entretenimiento. Esa es la clave. Como cuando nos dan unas chuches para que estemos entretenidos y nos callemos, geníal  el guiño el lunes en la nominación de Kristian consolándolo por no poder nominar con unas bolsas de chucherías, toda una señal. Pero la cosa se complica cuando la gente, va y les avisa, oigan, que esa historia ya la vimos hace unos meses y da algo de pereza volver a vivir otra vez lo mismo.

  Y qué hacemos, se preguntarán, porque lo que está claro es que algo hay que hacer, bueno no pasa nada, la idea es buena y nos salió rentable el año pasado, solo que tenemos que camuflarla un poco para que no se parezca. Bien, nos inventamos un juego, recuerdo lo del entretenimiento y las chuches, la metemos en la casa y le decimos que no puede saberse que es la novia de Danny, porque si no,  no tendría gracia. Buscamos cómplices para enredar un poco la cosa y así mantenemos en vilo a toda la casa. Al menos hemos subido un grado, hemos crecido, ya no son chuches, ahora nos dan palomitas, nos habrán visto algo más creciditos. Eso sí, para darle un poco de rigor, les advierten, nos advierten que en caso de que el juego les salga mal y Eva sea descubierta, estarán todos nominados y la protagonista automáticamente expulsada. Amenazante juego, si o si. Pero sobre todo interesante juego, tanto, que a los cinco minutos de haber empezado ya se había desmontado. Todo descubierto, y todo se ha ido al traste. Ahora tendrán que cumplir con su palabra y llevar a cabo todo ese rigor con que lo presentaron.

  Pero eso será el lunes, ahora mientras tanto, nos vamos a seguir divirtiendo, vamos a ver lo que pasa. En realidad no tenemos ni idea, pero mientras nos deleiten con una noche como la de ayer, en la que todos lo saben pero hacen como que todos sospechan, pero los otros les advierten del peligro de descubrirlo incluso con amenazas veladas y haya que mantener el secreto por temor a ser penalizados sin saber exactamente quien o quienes, todo se mantendrá bajo un orden, ellos se divierten y nosotros nos divertimos, lástima que el juego de tan poco de sí que la pobre Eva, la protagonista, se encuentre amordazada y no pueda expresar todo aquello que quiera o sienta, lástima que Danny no pueda dar rienda suelta a sus verdaderos instintos y lástima que Susana no sepa la auténtica verdad de todo el entramado y haya sido elegida  cobaya de todo un experimento. Los cómplices se ven en la obligación de seguir un cuento en el que nadie ya cree. Lo saben, pero no lo pueden decir, esa era la cuestión, nos lo explicaron hasta tres veces, tres. Y si alguien lo dice, que se atenga a las consecuencias.

 ¿Que no mola el juego?.  Con chuches mola más.