Ha sido una edición intensa. No teníamos muchas expectativas puestas en ella, todo hay que decirlo, pero nos ha sorprendido a todos. Ha ido de menos a más como tiene que ser, poco a poco nos ha ido enganchando y acumulando tal interés que ha batido sus propios récords. Una edición a la que no le ha faltado de nada, donde las tramas se han ido enlazando una con otra consiguiendo casi el engranaje perfecto, ha sido la edición del vértigo donde todo ha discurrido a una velocidad asombrosa en la que si te descuidabas un segundo te podías quedar fuera, morbosa y polémica, dulce y educada, ha tenido los condimentos necesarios para rozar el notable alto. Bien argumentada y mejor presentada donde no han faltado las rencillas, los celos y el amor, la alegría y el dolor, la rabia contenida y las frustraciones, la sorpresa y el aburrimiento, la diversión y el entretenimiento, la pasión y el remordimiento, las buenas y las amistades peligrosas, el arrepentimiento, el perdón, la confusión de sentimientos y el atrevimiento.
Ha estado plagada de papeles principales y secundarios, como en las mejores obras; nos ha mostrado un amplio catálogo de verdades, engaños y falsedades, actuaciones perfectas y lamentables, de sinceridad y de rencor, de odio y afectos profundos. Nos hemos reído y nos hemos emocionado, enfadado y felicitado tan a partes iguales que no sabríamos decir con que capítulo quedarnos. Todos han sido interesantes. Una historia donde el silencio jamás tuvo tanto protagonismo, el silencio de Noemí hacia Ales, el silencio de Pipi hacia Pepe, el silencio de la puerta elegida por Hugo, el silencio de Cristian y María tras ser repescados; una historia donde las mentiras han tenido tanto protagonismo como las certezas, donde las noches han sido tan importantes como los días, donde algunos sueños a punto han estado de cumplirse.... y de romperse. Donde se nos partió el corazón en aquella noche triste de Marta o donde se nos enterneció viendo la cara de Ales al ver los vídeos de Noe o la de Noe tras despedirse de Paolo, donde pegó un salto en la noche loca de Dani. Han sido tantas y tantas las secuencias que sería imposible detallar.
El casting ha sido en su mayor parte acertado ofreciéndonos disparidad de personalidades y notables maneras, la guionización ha estado a la altura sin aspavientos ni excentricidades y el desarrollo imprevisible como nos gusta de ver. Pero la obra perfecta no existe, y quizás le hemos dado excesivas vueltas a muchas de las cosas. Ha sido de agradecer el enriquecimiento que se le ha dado a la parte final dotándola de una vida sin la cual el concurso habría agonizado, pero se han cometido errores producto de la improvisación, la elección de los finalistas basados en el engaño confundieron a los concursantes en su momento más importante y terminaron confundiendo al concurso, se ha actuado con demasiada ligereza en relación al desenlace privándonos de una emoción mayor y se han dejado algunas cosas al azar sin haber previsto sus consecuencias. Se ha abusado de la información del exterior dejando por momentos a algunos concursantes a merced de un riesgo innecesario, se ha podido tergiversar la esencia del formato y condicionado el concurso utilizando en algunos momentos la buena fe de los concursantes en beneficio del espectáculo extralimitándose en sus funciones y exponiendo en el juego su vida privada, la falsa final fue un artificio inútil que no convenció a casi nadie, en definitiva, ha sido una edición interesante pero con algunos errores.
Los seguidores del programa han logrado las más altas cotas de pasión con ésta edición rompiendo récords de audiencia y demostrando un interés desorbitado, traspasando por momentos lo meramente "concursal" y rompiendo barreras permitidas habiéndonos acercado peligrosamente a lo irracional, señal inequívoca de la trascendencia y la repercusión del programa. La polémica ha surgido desde lo más nimio para ir agrandándose hasta convertirse en una perfecta bola gigante que ha terminado por envolver a concursantes, público y organización, alcanzando por momentos insospechadas cotas de expectación incluso social.
Esta noche la mayoría de los concursantes tendrán la oportunidad de continuar la convivencia en un alargue de la edición por cuestiones meramente técnicas. Es como una continuación de algo que ya ha finalizado, un reencuentro añadido a lo ya vivido o un nuevo experimento a la sombra del éxito cosechado. La revuelta, o doble vuelta, como una segunda parte de la que no conocemos sus verdaderas intenciones. Nos venden la radiografía de un punto y seguido totalmente distorsionado con unos concursantes heridos y llenos de resentimiento por lo que pudo ser y no fue. Una nueva vuelta de tuerca hasta exprimirlos saciando así una sed inoportuna que nunca sabremos hacia donde nos conducirá. Su tratamiento es meramente comercial cuyo objetivo es mantener el beneficio conseguido y extender el eco de lo que ha sido un producto felizmente amortizado. Estoy convencido de que obtendrá los resultados perseguidos y servirá de entretenimiento durante unos días aprovechando la coyuntura anterior, pero a costa del desgaste de un formato más que exprimido y de unos concursantes ávidos de protagonismo que no han sabido aprovechar su verdadera oportunidad y que intentarán resarcirse de su verdadero concurso. Un guión premeditado donde lo que se pretende es rellenar horas de parrilla a costa de lo que sea y de quien sea. Un Gran Hermano desvirtuado.
Entiendo la postura de la cadena y la respeto, pero yo me bajo aquí en esta estación, seguiré los acontecimientos como un espectador más. Este blog es un blog Gran Hermano, que se enciende cuando se encienden las luces de la casa y se apaga cuando se apagan aquellas. Y para mí, aquellas se apagaron el lunes por la noche con la victoria de Pepe Flores. Permanecerá abierto el panel de comentarios a la disposición de quien lo quiera utilizar con el mismo respeto que se ha hecho hasta ahora y mientras no se traspasen los límites del debate y la cordialidad. El correo del blog está a vuestra disposición donde podréis enviar vuestras entradas que podrían verse publicadas si son consideradas interesantes y enriquecedoras para el blog.
Por último, agradeceros una vez vuestro saber estar y el respeto que le habéis mostrado al blog, empezamos con apenas diez o doce comentarios y apenas doscientas visitas en los primeros días y hemos terminado rondando las tres mil visitas diarias, habiendo días que se han generado hasta siete mil páginas vistas en un solo día, vuestros comentarios han estado presentes en muchos sitios de la red y han sido leídos por cientos de personas, eso ha sido sin duda porque absolutamente todos han sido interesantes, unos más pequeños, otros más grandes, unos de un estilo y otros de otro, han sido casi cien entradas desde que se abrió la casa y cientos los comentarios vertidos a raíz de ellas, no puedo sino daros las gracias a todos, uno por uno y sin olvidarme de ninguno, los he leído absolutamente todos y he intentado ser lo más justo posible con mi forma de exponer las cosas y como las sentía, si en algún momento he podido ofender a alguien con mis comentarios os pido disculpas y que sepaís que ha sido en todo caso sin ninguna intención.
Seguro que habré cometido errores y entiendo que forma parte de tener el blog abierto el ser susceptible de toda crítica que hubiese podido recibir, cosa que siempre he aceptado y me ha ayudado a mejorarlo. No puedo personalizar todos los nicks que han aportado al blog, estoy seguro que me dejaría alguno, habéis sido todos, desde los que escribíais a diario hasta los que aparecíais esporádicamente, a todos os estoy enormemente agradecidos porque la culpa del éxito del blog ha sido sin duda vuestra y solo vuestra. No quisiera olvidarme de los blogs amigos en los que siempre me he visto apoyado y respaldado como son Crónicas y el Comentado, que como otras veces me han servido de estímulo y de ayuda y a todos sus comentaristas. Nos vemos en Gran Hermano Catorze. Gracias.