BAILANDO CON LOBOS

    Éste es el título de una hermosa película dirigida por Kevin Costner allá por los noventa y que trataba  la historia de un teniente americano que recibe la orden de dirigirse a un puesto fronterizo que había sido abandonado por los soldados. Su soledad le hace entrar en contacto con el enemigo a quien termina  respetando y admirando, incluso enamorándose de una de sus componentes. Bueno, a grosso modo esa era la idea. También fue el título de un post que escribí allá por GH9, lo que pasa es que entonces razonaba la sinopsis de la película con lo que estaba sucediendo en ese momento en la casa y comparaba situaciones idénticas.

     En éste caso, no tengo ni idea de porqué me sugiere éste título de nuevo para una entrada y no tengo ni  idea de las connotaciones que pudiese tener con la edición que estamos viviendo. Se me ocurrió anoche viendo un rato el veinticuatro, y se me vino a la cabeza, bailando con lobos, que bien suena, quise indagar viendo a algún personaje de la casa mientras hablaban Pepe y Hugo de Noemí y su acercamiento a “las chicas” como ellos las llamaban. Bah, pensé, no tiene nada que ver, vamos ni por asomo. Me fijé en Pepe, estuve siguiéndole a ver si me acercaba un poco a la película mientras hablaba con Ochoa y de nuevo lo descarté. Me fijé en Ari, y sus conversaciones con Ochoa y Vero sobre Michael y como llevaba su situación, y me dije no puede ser, no es su enemigo, y después pensé, él de ella no, el de él, y dije, no, a  Michael no le pega el personaje. Busqué al Páter, a ver si me ayudaba un poco, y lo imaginé allí, junto a Ochoa mientras le pasaba la mano,  rodeado en aquel sofá con su “enemigo” en forma de…. No, me dije, no cuela. Así que desistí, pero como me gusta tanto el título, me dije, que más da, que la gente piense lo que quiera, el título es bonito y da pie a muchas interpretaciones, seguro que en cuánto se lea se abre la imaginación. Eso espero.

    En el fondo donde estaría el enemigo y quién serán los lobos, sobre qué personaje estaríamos pensando para aplicarle el papel protagonista, me pierdo con la película, no hay lobos a quien odiar y combatir para luego terminar acercándonos a ellos y aplicar nuestra convivencia por mera necesidad. Puede ser el último recurso o el único, quizás descubrirlo para estar alerta y sospechar de los que a modo avanzadilla te mantienen precavido, o ver a lo lejos quien da las órdenes para no quitarle el ojo de encima como desconfianza abierta a no bajar la guardia en ningún momento, bailar con ellos y acercarte para que vean que puedes ser su amigo y sean ellos quien la bajen.

  Irte a hablar con tu fiel compañero imaginario para confesarle tus dudas y tus inquietudes, a sabiendas que les llegará el mensaje en forma de no sé qué, que sepan cuáles son tus intenciones  y que éstas pasan por su aceptación, que no te vean vulnerable y que a pesar de tus conversaciones contigo mismo sientan que no te sientes solo en el fondo y siempre hay alguien que supones que te rodea y te escucha, hacerte notar pero sin bajar tu propia guardia, quieres confiar en alguien y lo buscas, y parece que lo encuentras, y lo haces cómplice de tus pensamientos y estudiáis la manera de vencerlo, al menos de camuflarte en el baile que ellos marcan.

    Es tiempo lo que se le gana al tiempo mientras los observas e inicias tu propia forma de combatirles. Y luego el protagonista en la peli se enamora y descubre que en el fondo no son tan malos, sino que les falta información, mientras ya has sucumbido a tus emociones y casi sin querer haces que todo termine como habías imaginado, y a ti, donde querías estar. Son procesos de guerra sin guerras pero con música, bailar con todos y demostrar que a veces las victorias se consiguen sin haber lanzado ni un solo disparo, dándote a conocer y saber lo que piensas.

   Me gustaría poner a Pepe de protagonista, pensé al verlos a todos sentados en el sofá, mientras solo quedaban tres por regresar, su mirada era un poema desencajado de palabras inconexas a la espera de ver quien volvería. Habían entrado una a una, Ochoa, Noe, Ari como lobos escapados de una muerte segura y celebrando el baile con respiración entrecortada, cuando por fín se abrió la puerta y fue Sindi la primera en aparecer, con una sonrisa eterna, veloz y rauda con los brazos abiertos se dirigió a él sin pensarlo y él abrió por fín su mirada, ella le abrazó fuertemente y él la apretó para sí como hasta ese momento nunca había hecho.

   Sus conversaciones con Hugo de madrugada, sus risas con Sindi,  la magia de la noche y el Páter que se acuesta al despuntar las doce al más puro estilo Mirentxu, solo son reminiscencias de una edición pasada donde aquel pirata comenzó siendo aquel vago que falló aquella prueba y que fue rechazado desde el principio por los amantes del orden para luego ir recuperando uno a uno, noche tras noche, cada segundo perdido mientras los lobos con los que bailaba iban desapareciendo poco a poco.

   Sindi, Hugo y Pepe, al más puro estilo americano, como si una lucha de secesión se tratase, alimentando su separación del grupo al que pertenecen, aunque cuando suene la música sean los primeros en bailar con ellos.

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