PARTE EN BLANCO

   Anoche se formó la “tercera guerra mundial” en la casa según palabras de Hugo (sic). “Lo mejor y más guay que ha sucedido en la casa” confesaba Paula poco después. Una guerra de huevos, salsa de tomate y suavizante, éstas eran las armas con las que disponían los dos ejércitos. Todo vino, como recordaremos a cuenta de la venganza del picnic nocturno y el “harinagate” de la noche anterior. Ya Fran había jurado venganza por la mañana en plan de broma y por la noche por fin pudieron llevarla a cabo. Como en todas las grandes guerras también había un traidor, traidora en este caso, Paula, quien a pesar de participar en el saqueo nocturno empezó la batalla junto al lado rebelde para después y tras las quejas de Luis pasarse al enemigo, hecho que por supuesto fue reprobado por Azahara en plan de broma, pero que la catalana se lo tomó bastante en serio, y a punto estuvieron ambas de generar algún tipo de conflicto internacional o algo. También como en las grandes guerras, hubo gente que no se coscó de nada, la casualidad quiso que Jonathan y Yoli permaneciesen neutrales dentro de la habitación mientras todo el conflicto sucedía, estaban a sus matrimoniadas, y solo cuando finalizó la contienda recibió el parte por boca de Alejandra.

  Eso y un trago que le pegó Luis a un vaso de suavizante que estaba por allí encima. Si, eso fue lo sucedido durante el día de ayer en la casa más famosa de Guadalix. A las dos menos cuarto de la madrugada todos dormían y las luces se apagaban. Minutos antes, Azahara y Juanma habían tenido la enésima charla sobre lo que pensaría la persona de fuera de la malagueña y lo mal que le estaría sentando todo… (sic). Hago un inciso aquí, porque no sé por donde seguir. Bueno, si.  A las cuatro y media de la madrugada en un alarde de originalidad y mala milk mezclada, pensando en nosotros por si acaso estábamos esperando detrás de la pantalla desde dos o tres horas antes, se decidió darnos un homenaje en forma de clase de zumba como parte de la prueba. Sin novedad, la hicieron medio dormidos y todos se volvieron a sus camas de nuevo.

   Bueno, ahora sí, de verdad, ya paro. Tanta emoción hace que me acelere y no pare. Bueno, va, antes de terminar diré que las consecuencias de la guerra, la tercera de las  mundiales como dice Hugo, fueron mínimas, algunos huevazos, no muchos eh, seguramente uno o dos estampados en la pared, y un poco de salsa de tomate repartidos entre el suelo y el jersey chulo de Alejandra, no hubo víctimas mortales ni nada de eso, y el parte de heridos tampoco fue muy extenso, creo que fue cero, si mal no recuerdo haber leído en las crónicas de los diarios más prestigiosos del planeta, incluido el minutado que se había hecho poco eco de la noticia. En realidad, puestos a ser veraces, casi nadie, o sea,  creo que ni dios se enteró, ni siquiera en la propia casa.

   Eso, si, puestos a leer las crónicas posteriores en algún lado que otro, aquello fue lo más divertido ocurrido desde hace años en la casa de Guadalix, lo que nos podría dar una idea de lo ocurrido y el verdadero pensamiento que rodea la edición, frikidependencia  elevada a la máxima “gugol”.  Muy Paula todo. Ahora, si, lo prometo. La verdad es que no sé que decir a no ser que sea más de lo mismo, la desidia y la inacción se ha adueñado de la casa y nos ha llevado a entrar en un bucle infumable “sinsentido” a cuenta de una prueba que ya deberían haber dado por terminada desde el primer día, imagino que intereses comerciales hacen mantenerla aunque sea a costa de la huida en masa de la audiencia del veinticuatro y toda la crítica negativa posible lloviendo sobre la semana. Estaría muy bien ahora empezar a hablar de guerras yolistas, paulistas, alejandristas y demás istas, pero no me lo voy a permitir, ayer ya dije lo que pensaba sobre lo que va a suceder el jueves y no me bajo. El aparente cambio de estructura de la casa me da que es más por pura inercia que por estrategia,  la separación de Paula y Luis y el acercamiento de éste a las primas y de Paula hacia Hugo no son sino minucias empujadas por el propio cansancio y la inactividad real, el miedo a lo que pueda suceder el jueves y el recuerdo de la tensión vivida durante la semana pasada. 

   Si el malo malote, lo peor de todo… al final termina siendo como un pedazo de pan, que podemos esperar de todo esto me pregunto, Yoli está en peligro y hay que salvarla como sea porque es una tía de puta madre, Paula es toda una eminencia y sobre sus espaldas ha recaído el grueso de la edición, Azahara, los primos, Hugo, son muebles de esos que nombramos con la boca pequeña, Fran es el malo, pero un malo pequeñito, tampoco muy malo, solo un poco, en realidad la casa es guay, todos son guays, y todo está de puta madre.  Y como todo está perfecto, por la noche lo mejor es irnos a dormir temprano, a eso de las dos, como buenos chicos que somos y bueno, mañana será otro día. Y pasado. Y el otro…como habréis podido comprobar esta la es la lectura de un parte en blanco, o sea de la nada.