Pensé... si sale Alejandro, los dos próximos concursantes en salir, Dani y María, se queda Hugo como cuarto, y tres personas para la final, Pipi que quedaría tercera, y un final mano a mano entre Pepe y Ari. De ésta manera se busca un enfrentamiento entre dos bandos, Ari recogería los simpatizantes de Noe y Pepe con sus incondicionales desde el principio. Una final atractiva que conforme están las cosas enfrentaría a las dos corrientes que más o menos ahora van tomando poco a poco posiciones. Pero conforme iba avanzando el día e iba leyendo de un sitio para otro, poco a poco he ido sumergiéndome en un mar de dudas. Qué loco, he pensado, no son las cosas así, me he sorprendido preguntándome.....
Y si no son así, como son entonces?. Pues no lo sé... hacia donde vamos?.
Me acuerdo que durante la última gala Mercedes nos dijo que hoy retomaríamos de nuevo el slogan de la edición, y que de nuevo le daríamos la vuelta a todo. Una nueva incógnita que añadir a ésta edición tan confusa. Se rumorea que esta noche van a volver a entrar, en una casa paralela, cinco exconcursantes, incluso ya le han puesto nombre, Noe, Juan, Marta, Sergio y el expulsado de hoy, dicen que Alessandro.... Solo son rumores que circulan por la red, otros dicen que habrá un concurso paralelo, otros que uno de ellos podría llegar a la final, etc. etc. También leo que entrará una persona muy cercana a los concursantes y que será determinante para la resolución de la prueba. Todo son rumores, pero llega un momento en que uno no sabe lo que pensar, será verdad o no será verdad... hacia dónde vamos?. Es de esas preguntas, que al menos éste año no tienen respuesta. No lo sabemos.
Y esa respuesta, cuando solo quedan siete personas en la casa y ya se vislumbra el final de la edición, me preocupa. Me preocupa como espectador no saber hacia donde nos dirigimos. Mi sentido común me impide creer ciertas cosas, sin embargo la experiencia éste año me dice que no dé nada por hecho. A fin de cuentas, solo es televisión. Y negocio... y audiencia.... expectación. Me resisto a pensar en ello, quiero dejarlo aquí y esperar, ponerme a hablar de lo que realmente pasa en la casa y dejarme de pensar en tonterías. Otra casa.... que tontería......
A mí me gusta hablar de Gran Hermano, discutir sobre el comportamiento de Hugo, al que últimamente veo nervioso y alterado, y pensar que está así porque se ha dado cuenta gracias a Dani de que su concurso ha pasado sin pena ni gloria, que sus historias no han funcionado y que se está viendo abocado hacia ninguna parte, lo que le está sumiendo en una fase de susceptibilidad preocupante hasta el punto de llegar a la bronca como la ocurrida el viernes con el propio Dani o al desafortunado comentario de anoche sobre el desnudo de María. Me gusta recrearme en las dudas de Pepe, al que últimamente no le salen muy bien las cuentas o en la extraña estrategia de Dani o de Ari y sus movimientos sospechosos de acercamiento a Pepe, prefiero observar a Pipi como mira con recelo a Ari y a Hugo, incluso a María y notar como la desidia se está apoderando poco a poco de la convivencia hasta meternos en una fase de dejadez y pereza preocupante. Las cosas normales del concurso a éstas alturas a la espera de algún desenlace importante, ver sus distintas reacciones de los días de gala como hoy o esa inquietud en los nominados, los nervios por acercarse la hora en que tendrán que nominar a los compañeros que nunca han querido nominar. Eso es lo que me gusta. Sé que no hay mucho que contar, conversaciones propias del aburrimiento o tiempo de espera y muy pocos movimientos.
Ver como aquí fuera la gente ya poco a poco va tomando posiciones y se nota un cierto nerviosismo que va tensando la vida por la red. Hartarnos de razones para defender a los nuestros y de argumentos para justificar el rechazo hacia los otros. La tensión de la competición, la recta final que nos impide bajar los brazos y no nos permite ningún descuido, ese alerta permanente que nos hace estar preparados y vigías ante cualquier comentario hostil.
Pero ésta mañana no puedo, tengo una sensación extraña, es como si darle la vuelta significara en realidad darle muchas vueltas, todas las que se puedan y de la manera más rápida posible para que parezca que no nos estamos enterando de nada, ni sepamos hacia donde vamos, hacia donde queremos llegar. Esta noche seguramente oiré esa cantinela que hemos oído tantas veces de que nos vamos a sorprender y de que GH es una continua caja de sorpresas, aunque reconozco que ha habido momentos que me he visto sorprendido, hoy tengo dudas de que quiera oir eso. Ésta edición ha sido como una noria, nos ha subido y nos ha bajado tantas y tantas veces, nos ha dado tantas vueltas que lo mismo hasta terminamos mareados. Siempre hemos sido nosotros los que hemos ido por delante, pero en éste momento tengo la sensación de que vamos por detrás y no sabemos hacia donde nos dirigimos, y sinceramente no sé si eso es bueno o es malo, si es lo que queremos o no.
Comenzó pura y se ha ido mezclando poco a poco, agitando y removiendo, hasta el punto que beber del concurso es como meterte en un agujero negro del que quizás no sepamos salir, no sabemos lo que habrá al final del vaso, es como sentirte atrapado y atado en una silla en un rincón de la mesa y te obligasen a beber, nos obligasen a cerrar los ojos y esperar a que ese brebaje sea pócima buena o terminemos envenenados. Las sensaciones son raras, mientras tanto. Y sigue la música, ellos bailan mientras tanto, y dan vueltas y vueltas sobre la pista, como si ya lo hubiesen probado y tampoco como nosotros supieran hacia donde se dirigen, se mueven alocados sin sentido y medio perdidos en la oscuridad. Como si esperasen algo, como si esperásemos algo. Pero qué….?