... DETRÁS DE TI

    Todo apunta a un desenlace entre Raquel y Sofía. Si nos atrevemos a hacer de abogado del diablo casi apuntaría hacia Raquel como forma de darle una vuelta a todo esto. Aunque haya quien pretenda vendernos otra cosa, la edición está discurriendo por unos derroteros muy planos en donde la mayoría de los concursantes han decepcionado y las pretendidas tramas no han causado el objetivo esperado. Raquel, y Sofía, son protagonistas de la única que se mantiene viva, expulsar a Sofía sería dejarle el camino abierto a una carpeta más, insulsa, falsa e interesada que no engancharía al espectador y que ya la ha finiquitado antes de empezar. Ver como se puede dinamizar no debe ser tarea complicada si pensamos en que una vez expulsada Raquel, Sofía le daría la vuelta a su relación con Suso, o Suso con Sofía, lo que desencadenaría una vuelta de tuerca a todo, Suso sería puesto en el disparadero, cosa que ya ocurre, pero no habría problema, sería protegido por la organización. Hoy, de hecho, para salvaguardarlo habrá nominaciones a la cara, y teniendo en cuenta lo miedosos y cobardes que son muchos de los concursantes, lo mismo hasta evita ser nominado.

   Raquel desde fuera, dinamitaría la poca popularidad del catalán y dispararía el efecto venganza, lo que nos llevaría a una irremediable repesca cada vez más en boca de todos. Sería la única fórmula posible para relanzar una edición que ya hemos dicho muchas veces parece haberse ido de las manos. El triángulo volvería a resurgir de sus cenizas y motivaría una nueva etapa en la convivencia y en las relaciones de estos concursantes. No olvidemos tampoco que fuera aún tenemos a Mayte y a Muti, partes interesadas también en la trama con lo que el juego podría ampliarse hasta límites insospechados. La edición es la edición de los cuchicheos, de cuchillos y traiciones, trajes a la medida a granel y muy poca acción, es una convivencia teórica donde la palabra marca los hechos. Pero eso aún está por ver. Estamos en Gran Hermano y todo podría suceder excepto aquello que esperamos que suceda.

   Lo cierto es que todo o casi todo lo que sucede en la casa está actualmente condicionado por ese triángulo pseudoamoroso que ha terminado de salpicar a todo el mundo allí dentro. El resto de las tramas mueren por estrés como la de Han y Aritz o por inanición como la pretendida carpeta de Vera con quien sea o la relación Carlos-Yvi, aunque en ésta última aún se guarda un mínimo de esperanza de que estalle por algún costado viendo las actitudes distantes entre el falso matrimonio. Lo mismo existe algún as guardado por ahí que nos hiciera replantearnos esta relación y sospechar de que esto aún no ha acabado.

   Dejemos a un lado nuestro papel de abogado del diablo y centrémonos en lo visual, lo oficial. Amanda, Raquel y Sofía, tres concursantes que se irán a la sala de expulsión con irrremediables daños colaterales a sus espaldas, la propia consecuencia de su expulsión. Las votaciones han dividido a la audiencia obligándola a posicionarse antes de lo previsto, la cadena también ha inducido con su juego de porcentajes a que esto suceda con lo cual el interés ha aumentado sus expectativas. Recordemos que existe juego dentro del juego, aunque ya sabéis que yo soy un poco pragmático con estas prácticas habituales en la cadena no podemos evitar la evidencia. Luego nos venderán palomitas, ya vosotros sabéis.

    En condiciones normales sería Amanda quien debiera abandonar esta noche la casa, si nuestras expectativas sirvieran para algo nuestro deseo iría aparejado a cualquier secuencia que ocurra en la casa, el concurso de la malagueña no ha trascendido más que su mera presencia de sujetavelas en la relación que nos concierne, apoyo y parte importante en el minigrupo de tres que aunque no es determinante lo mantiene vivo. Por lo demás una bocas que aumenta su sonoridad según se dirigen las cámaras, su “yoismo” y su “bienquedaismo” lo lleva adjunto a su supuesto “buenismo” del que ella misma alardea, su imagen superficial creo que no esconde más secreto del que vemos y su participación en el juego ha sido prácticamente nula si obviamos los dimes y diretes en que se sumerge cada vez que puede.

    Otra cosa distinta ha sido el papel de las otras dos compañeras de nominación, aunque de forma inconsciente se han convertido junto con Suso en las auténticas protagonistas de esta primera parte, ha sido unas semanas de acoso y derribo contra su propio planteamiento, se han visto metidas de lleno en una trama no sé si buscada o deseada desde el minuto uno, bien por añadidura o bien por necesidad siempre han estado en el ojo del huracán, nominadas desde la primera semana han protagonizado páginas y páginas de lo que llevamos de edición. Me temo como ya expliqué en mi intuición anterior que su concurso no termina hoy aquí y que aún tienen muchas cosas que decir. Ninguna lo ha tenido fácil, y ambas ha supuesto una bocanada de aire fresco a una edición demasiado descafeinada, su concurso ha movilizado el poco interés que suscitaba el veinticuatro horas.

    Creo que incluso en sus diferencias ambas van cogidas de la mano, no se sostiene el concurso de una sin la otra, la mera desaparición de una de ellas conllevaría la disolución del principal argumento que aunque con palos y cañitas hasta ahora ha estado sujetando la edición. Su posición ha arrastrado a todos los demás por acción u omisión y ellas han sido las principales precursoras de la actual configuración de la casa y el concurso.

Y eso, hay que reconocérselo.