TIROS CRUZADOS

  Ayer tuvieron una especie de fiesta sorpresa a cuenta de la programación de esta noche, sabíamos que se hacían los martes y tuvieron que adelantarla, lo pasaron bien, en realidad se lo están pasando bien en general a pesar de sus diferencias como pudimos comprobar en los últimos confesionarios, por cierto, ayer sólo de Paula. La fiesta solo fue un escape donde poder liberar tensiones de todo tipo, y para lo nuestro siempre viene bien. Cantaron, bailaron e hicieron un poco el “tonto” como era de esperar, y nosotros agradecidos. Da gusto verlas en ese trance de alegría, espontaneidad y pelín perjudicadas. El resto de la jornada suelen hacer lo que pueden, entre las obras de la casa de al lado y la música a toda pastilla, a veces lo mejor es echarte a dormir… o a comer.

 No perderos los últimos blogs escritos por las tres finalistas en la página oficial, os van a gustar, relatan su experiencia en los casting, sus sensaciones y también hablan de sueños. Es en lo único que pueden pensar en este momento. Imaginar que todo este tiempo vivido puede ser culminado con un triunfo, es curioso, todos al llegar a estas alturas dicen lo mismo, que se sienten ya ganadoras, yo siempre aconsejo lo siguiente, que sueñen pero que no se conformen con haber llegado hasta aquí. El pudor a lo mejor las contiene para no pecar de soberbias, pero sé que en el fondo las tres anhelan lo mismo. Lo de ahora solo es un paso más.

  Creo que son unas justas finalistas y que nos van a dar unos buenas horas finales, las tres son aptas para luchar contra ese muermo habitual en estos días  y nos están haciendo más amena la espera aunque del veinticuatro no podemos esperar más. Los guionistas andan como locos para poder coger algo de documentación que adorne los últimos programas, es igual, aparte del especial última hora, la gala se centrará en lo que se centrará aunque sea repetida, la emoción es lo único que la salva y esa la tenemos asegurada. Por cierto me da que pensar la ausencia total de información sobre los porcentajes. Será algún misterio, alguna señal o alguna fórmula nueva para mantener la expectación alta y que la gente siga votando.

  Aquí fuera, todo sigue igual, existe una diferencia generacional entre los partidarios de una y otra. Claro que hay excepciones, faltaría más, pero intuyo un perfil del seguidor de Paula mucho más joven que el de Alejandra, mientras unos buscan diversión otros buscan esencia, mientras a unos todo les da igual y solo quieren pasar un rato a gusto, otros quieren algo más, tal vez aquella emocionalidad de la que hablaba un día, que nos atrapen, algo con que identificarnos y alejados de esa locura que supone todo aquello que vaya surgiendo en el momento. Son distintos, uno representa a un nuevo tipo de espectador surgido de las redes y cuyo modus operandi es habitualmente grupal y otro más reflexivo que se suele reunir a la sombra del programa cada año en determinados tipos de blogs o foros.  La tercera vía, esa silenciosa que sigue los resúmenes, las galas y los programas satélites siempre será la gran incógnita. No podemos guiarnos por datos y solo nuestro entorno más cercano nos puede dar algún indicio sin temor a errar ni a falsas especulaciones.

  De ahí que las sorpresas se den con frecuencia no llegándose a entender a veces ciertos comportamientos de la audiencia, el universo GH se ha expandido a límites insospechados que escapan de nuestro control, se ha ampliado el círculo, por eso nunca podremos dar nada por sentado y estar abiertos a cualquier consecuencia. En ésta final, intuyo que pueda pasar lo mismo, hay quien da todo por hecho y sin embargo algo me dice que no es así, que está todo en el aire y cualquier resultado pudiese quedar fuera de cualquier tipo de lógica o intuición.

  No está mal. Las opciones a esta altura de la película están más que decididas, nadie aunque nos empeñemos y argumentemos mejor que nunca va a hacer cambiar a nadie. Podremos incidir y reincidir una y otra vez, pero no vamos a cambiar de idea. Todas las estrategias son buenas, pero ya es tarde. Cuando un equipo se acerca mucho al área y remata, puede fallar y levantar la exclamación del público con un uy que desespera a la grada, si se hace de manera frecuente a lo largo de un partido, nos estaremos acordando todo el rato de la tan manida mala suerte. A veces, si. Otras veces es que los delanteros no tienen mucha puntería o no están muy finos. Otros, sin embargo, son más valientes y rematan todo aquello que les llega, pero es tal su fuerza y su potencia, están tan crecidos que al final terminan por mandar los balones a la grada, o mejor, fuera del campo. A veces, hay delanteros que fallan por defecto y no aciertan y otros que fallan por exceso, se creen demasiado buenos. No sé que es más imperdonable de los dos.

 A sibilinos nadie nos va a ganar, y siempre he preferido la transparencia, las taras, los defectos, la autocrítica, pero sobre todo el saber que la poseedora de esos defectos es capaz de mejorar y reconducirse, asumirlos como tales y reconocerlos, que no el veletismo enmascarado según convenga, lista de dia tonta de noche, como juego puede estar bien, pero si quien te defiende o te representa suele ver la paja en el ojo ajeno más que la viga en el propio es porque intenta ocultar algo, y lo mismo son esos defectos que se niega siempre a reconocer. En eso, Alejandra es infinitamente más imperfecta que Paula, pero también más humilde. Y de veras que es muy torpe lanzando a gol, pero la emoción de sus uys en cada partido aparte de enojarnos enormemente hace que sigamos manteniendo la esperanza de que algún día los meterá. La expectación entre ver lo de una u otra, no tiene ni punto de comparación.