SALIÓ JUAN CARLOS

  Desde el momento que se nos anunció que los concursantes iban a poder hacer una llamada a la persona que eligiesen de fuera, casi todos pensamos en lo interesante que resultaría por ejemplo la llamada de Miriam a su novio y ver lo que éste le decía. Apostaría noventa a uno a que a nadie se le ocurriría que el pobre de Mai la iba a  animar diciéndole algo asi como “sigue así cariño que lo estás haciendo muy bien, no te preocupes por nada que yo ya me estoy encargando de todos los preparativos de la boda, tú disfruta y pásatelo bien…. Ah, y dale recuerdos a Igor, que es un tio de p. madre”.  Las llamadas de anoche, a diferencia de otros años, no buscaban un bien para los concursantes ni acercarlos a sus seres más queridos durante unos segundos para tener noticias de ellos después de un encierro de meses sin apenas tener noticias, eso ya pasó su etiqueta de clásico siendo  sustituido por dos argumentos decisivos, morbo y provocación.

  Medicina infalible para mantener en punto álgido la expectación. Nada importa si la condición sine qua non consiste en hacer saltar por los aires la innegociable condición de aislamiento que requiere la propia base del concurso. Anoche se optó por meterle una guía de indicaciones a los concursantes donde se le indicase el camino  a seguir, sigue así, no hagas esto, olvídate de aquello, ni se te ocurra tirar por ahí…. Anoche no solo recibieron la tan celosamente cuidada información el exterior, recibieron mucho más que eso, recibieron de primera mano de boca de sus familiares la opinión de la audiencia, la otra parte del juego. Siempre hay reglas, y anoche se optó por saltárselas todas permitiendo en nombre del morbo que los concursantes pudiesen cambiar su actitud, su estrategia o su concurso.

 Nos llenamos la boca de autenticidad, de espíritu y de realidad pero cuando vemos que eso no es suficiente por la razón que sea, estamos dispuestos incluso a engañarles a ellos mismos y pedirles que cambien de camino. Dirigirlos se había quedado pequeño, le hemos usurpado su propia espontaneidad corrigiéndolos como a niños e indicándoles el camino bueno a seguir. No hay lugar para el error, si vas por aquí serás una niña buena pero si vas por allá te irás al infierno. Nos quejábamos de falta de naturalidad, de estar sobreactuados y de superficialidad, ahora no sé de lo que nos podremos quejar, no es lo que quiero pero si me lo ha dicho mi madre….  Con la adulteración del comportamiento se  falsifica el concurso y se le cierra la puerta a la verdad, la realidad se siente amenazada y la convivencia teledirigida, los concursantes ganan por hacer las cosas bien pero también por saber gestionar sus errores, lo que no podemos privarlos es de sus imperfecciones porque entonces usurparíamos su naturaleza vital convirtiéndolos en concursantes robot y no en personas.

 Me has hecho mucho daño, está bastante enfadado, los has hecho perfecto excepto lo último, confía en Sonia o un simple Jose te espera fuera pueden parecer nimiedades sin mayor importancia, pero si estás  encerrado entre cuatro paredes y tu única relación consiste en lo que tienes al lado, tu comportamiento puede verse violado por las cientos de cámaras que te están evaluando cada momento, te ves en cueros a los ojos de todos y aunque solo sea por pudor te intentas tapar tus vergüenzas y aparecer con una túnica blanca a partir de ahora. No es provocación, es simple y llanamente usurpación de tu propia identidad. Pero es la elección, en realidad los concursantes siempre han importado poco y el concurso menos, lo que habría sido realmente importante es que Miriam hubiese marcado el número y Mai le hubiese dicho en directo “ya no te quiero, me has traicionado, he anulado la boda y ya tienes via libre para hacer lo que quieras”, eso sí que habría sido un puntazo, o ¿acaso no era realmente eso lo que todos esperábamos anoche?.

 La gala estuvo amena, entretenida dentro de lo que está siendo la presente edición aunque sigue sobrando mucha escenografía, los argumentos eran previsibles y basados en los últimos acontecimientos de las parejas, no podemos negar al nudo y sobre el cuore y el morbo está sedimentado el concurso, anoche nos dieron nuestra dosis diaria. Juan Carlos como se esperaba fue el expulsado, confirmando la fuerza que tienen Argi y Susana. Juan Carlos estuvo bien en la entrevista y correcto en la despedida. El punto  de interés estuvo en las nominaciones que fueron llevadas a cabo por los familiares elegidos, no hubo sorpresa para nosotros, Igor, los gemelos y Miriam nominados como era de esperar, sí que la hubo para ellos que se vieron descuadrados, vieron saltar sus cómodas alarmas por los aires y el mensaje fue para máster, nada de lo dentro tiene que ver con lo de fuera simplemente son vidas paralelas y el castillo saltó por los aires, lectura para aplicados aunque no sé yo visto lo visto.

 La imagen de Sonia al recibir a Argi de la sala de expulsión y preguntarle, bueno, pero tú que haces? seguro que sí tendrá lectura, pero ella después de los mensajes recibidos entre los dos seguirán en su urna de cristal. Entraron Yessica y Anabel, y Sonia  tardó cero coma en convertirse en anfitriona de Yessica a quien le abrió su corazón, el mensaje vistos los antecedentes, también para aplicados. Los gemelos merecen capítulo aparte, aunque no sé si de verdad merece la pena, son de esos concursantes a quien habría que subtitular cada vez que aparecen en pantalla con un simple “sin palabras”.