LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL SER

  De la misma manera que muchos nunca entendimos el acercamiento de Susana a Danny, sabiendo ella como sabía que tenía pareja fuera, algunos tampoco entendimos el acercamiento posterior a Gonzalo. El desconcierto hizo que mirásemos a esta concursante con bastante recelo, nos hizo dudar y pocos alcanzaron a comprender el porqué de esa extraña decisión que a todos nos sorprendió un poco.  Ella tiene miedo de que se pueda estar interpretando como un juego, insiste una y otra vez en que no es así y quiere dejarlo claro ante todos los compañeros, pero sobre todo a los gemelos.

 De la nada surgió una extraña relación, Susana siempre fue desconfiada ante la insistencia de Gonzalo y muy ambigua al principio, llegó a decir que quien más le gustaba de los dos era Carlos para después desdecirse. Gonzalo necesitaba a Susana allí, ahora, en ese mismo momento, pero Susana seguía desconfiando de él y lo puso a prueba, si es verdad todo lo que dices, cuando salgamos de aquí lo veremos, él no aceptó la condición por una simple razón, no era verdad. Después de salir, Susana ya no le servía para nada. Susana estuvo certera en su desconfianza, su madre le abrió los ojos pero no tanto, solo le confirmó lo que ella intuía. No podría asegurar que Susana haya estado jugando con él, casi me inclino por haber sido al revés. Ella en todo momento fue clara, todo lo contrario que él. Todas esas películas que nos contaba quedaban automáticamente desmontadas con esa urgencia que le delataba, ella fue más prudente.

  La resolución de la relación se ha llevado a cabo este fin de semana con un argumento bastante simplista, dices que no eres como yo veo que eres pero no te creo. En realidad nunca ha creído en él. Los gestos  nos hacían dudar más que sus palabras, su determinación nunca fue lo bastante sólida y algunas muestras de rechazo resultaban evidentes a la par que chirriaban con su actitud. Él sin embargo no sentía la misma incomodidad que ella, se le veía muy seguro de haber conseguido lo que quería pero chocaba una y otra vez con una resistencia que nunca llegó a entender, lo que lo hizo también desconfiado. Ya eran dos, ninguno se fiaba del otro. Una relación imposible a la que Susana sin más dilación quiso poner fin. La resolución le está dando la razón y por fín se la está viendo más liberada.

 Carlos ha entrado en escena por casualidad y no sabemos como se va a manejar el asunto, ella quiere hacerlo bien pero se está encontrando con no pocos obstáculos y me da la impresión que está cayendo en una nueva trampa, la influencia de los gemelos con el núcleo duro de la casa podría jugar en contra de Susana que no le va a permitir una convivencia fácil, sin embargo a nivel de concurso le va a proporcionar una seguridad hasta ahora poco visto en ella y podría terminar afianzándola en su relación con Argi, hecho que puede resultar determinante.

  Durante el día de ayer, la resolución de la prueba fue lo único destacable, no fue superada como todos esperábamos, el resto de la jornada la dedicaron a estar tirados por la casa sin ninguna impunidad lo que convirtió el veinticuatro una vez más en infumable, visión con la que concateno el debate llevado a cabo en el blog. No existe otra perspectiva posible, ni somos los equivocados ni estamos en contra de nadie, lo que es, es. No hay un claro favorito, no existen grupos claramente definidos, no hay estrategia que no pase por no salir nominado aunque para eso haya que arrastrarse y contradecirse y no hay ningún atractivo latente que nos haga pensar lo contrario. Algo de maldición se está atravesando en todos los caminos de esta edición. Las tramas no terminan de enganchar, las pruebas son insufribles y los concursantes apenas están ayudando.

 La normalidad requerida en los concursantes está siendo violentada por una impostura alarmante donde nadie saca su verdad, el miedo al rechazo los tiene acobardados y sumisos a no sé que tipo de encantamiento, es curioso haberle oído decir a varios de los nuevos el mismo comentario de que fuera pensaban de una manera sobre un concursante que han visto dentro que en nada se parecía a lo que pensaban fuera, como si de repente hubiesen sido abducidos por una fuerza mayor que los narcotizara y les integrara en la dinámica convenida. De ahí a la decepción la línea es muy pequeña. Las tramas pensadas con las entradas de los nuevos no funcionan ni están dando el resultado esperado lo que convierten las semanas en más de lo mismo y aquellas que se suponen tienen que dar su fruto están siendo mal utilizadas por la organización que no está sabiendo rentabilizarlas, difuminándolas, manipulándolas o simplemente exagerándolas hasta hacerlas poco creíbles. El poco atractivo de muchos de los concursantes están impregnando la edición de contención y escaso interés, en la casa no se vive, se sobrevive, se cuentan los minutos por semanas de no salir nominado y cuando eso sucede se acomodan a un tiempo que parece no discurrir.

  Falta una inyección de ideas y éstas deben ven ir desde arriba, están acomodados y haciendo caer en la desidia que transmiten a toda la audiencia que siguen el concurso con una inercia peligrosa. Si ellos estamos viendo que no reaccionan habría que motivarlos de alguna manera, seguramente las pruebas o la “supuesta” falta de comida no estén teniendo el poder de disuasión que la edición requiere para reaccionar. Cada persona debe ser un rol, y éste pasa por el conjunto, nadie se desmarca ni atraviesa la línea, parecen amordazados, reprimidos y prisioneros de un orden establecido que están convirtiendo el concurso en demasiado rectilíneo. No termina de enganchar nada, ni las galas, ni los debates, ni las tramas ni los concursantes, a veces se tiene la sensación de que todo pende de un hilo demasiado fino que transmite esa falta de determinación en todo.

  He leído en algún sitio que anoche fue una de las más divertidas de la edición, a saber, todos tirados por los sofás hasta altas horas diciendo tonterías mientras algunos poco a poco se caían de sueño y se iban acostando, la gente miraba el veinticuatro y se aburría viendo la misma imagen de días anteriores esperando a ver quien decía la parida mayor;  de madrugada, en un alarde de espontaneidad y creatividad y capitaneados por un Kristian espectacular como en todas sus acciones deciden abrir la despensa y “recenar” entre risas. Si el debate debe ser la conjunción moral entre la poca disponibilidad de comida tras perder la prueba o ser los más malos y traviesos del mundo mundial haciendo mutis por la cocina para que los que duermen no se enteren,  éstos concursantes han visto poco Gran Hermano o se han equivocado de concurso, es lo mismo que vienen haciendo día si y otro también, dárselas de ingeniosos o de graciosos viene a ser lo mismo que tomarnos por tontos, pero que encima haya alguien que los aplauda ya  tiene que ser sospechoso, endémico o preocupante.

  Hoy tenemos gala y todos esperamos algo diferente que nos invite a rectificar, hacia muchos años que ni siquiera nos importaba quien fuese el expulsado o lo que nos pudiera estar esperando después, la expectación es mínima pero es lunes, y seguro que estaremos aguardando, la seguiremos con el interés de siempre, aparcaremos nuestras fobias durante un rato y pasaremos por alto algunos histrionismos puntuales, será leve, ojalá y mañana pudiéramos tener otros argumentos. De ellos dependen.