Hoy me he levantado un poco raro, casi como contradictorio, venía conduciendo y no paraba de pensar, hacía un poco de resumen mental de lo que había observado este fin de semana en el veinticuatro y no paraba de darle vueltas a la cabeza sobre lo que imaginaba.
Sobresaliente en educación. Intachables sus formas. Ni una palabra más alta que otra. Da gusto verlos sentados alrededor de la mesa a todos juntos y la sensación de buen rollo que se respira dentro de esa casa. Los enfados apenas duran unos segundos y el perdón parece ser una buena seña de identidad. Palabra de Dios.
No sé si realmente lo que me apetece es verlos a todos tumbados en los sillones tapados con una manta hasta las orejas y estar leyendo por todos lados si Noemí se ha sentado al lado de Hugo o al lado de Alessandro. No sé si lo que realmente me llama la atención es Pepe ni porqué, ni siquiera si me cansaré del andaluz exagerado de Sindi o de las quejas de Azucena, de las ralladuras de Ari o me hartaré de la buena cara que siempre lleva Juan, si lo que me apetece realmente es soportar los momentos de mal rollo de David o el pasotismo de Hugo.
No sé si son realmente así o estamos en una edición de listos, de llorones o de sosos. Ser concursante de Gran Hermano debería ser algo más que cumplir con un trámite o reunir los requisitos básicos de un perfil determinado. Debería de ser algo más. Si realmente han sido setenta mil los candidatos para entrar….donde está el truco?.
No logro pillarle el hilo a ésta edición. Me parece un buen casting, los perfiles me parecen interesantes a priori, los ingredientes los tienen todos para que sea una edición interesante, sé que llevamos poco tiempo, pero algo me inquieta y no sé lo que es…..
Los veo miedosos, demasiado prudentes, estáticos y erráticos, llevamos apenas una semana y hay momentos que los veo hasta cansados, vagos y hastiados. Algo me está fallando y no sé lo que es. No termino de cogerle el punto a muchos de ellos. Espero que lo que he visto hasta ahora no sea la norma general de la convivencia y que la actitud demostrada de los concursantes no sea indefinida. Me falta algo, no sé si es calor o color, si es acción o competitividad, si echo de menos algo de carácter o de fuerza, de frescura o de autenticidad. Los veo temerosos y demasiado responsabilizados, encorsetados, no los veo libres, no los reconozco, los veo como atenazados, a veces angustiados más de lo permitido.
Sus conversaciones son obvias y evidentes, nada fuera de lo normal, más encaminadas a la aceptación que a la interpretación, no veo estrategia, ni veo concurso, no veo juego ni nada que se le parezca, soportarse por obligación y cubrir un horario, no veo chispa ni expectación.
Pero también ví el debate y recordaba algunas de las escenas vistas, y no sé con cual idea quedarme, me gustaron algunas cosas que ví, y que en nada se parecían a los que había estado viendo en el veinticuatro, y mi mente, dio un salto cualitativo y cambié de situación. Observé a gente con las ideas muy claras, si, con miedo, con miedo a expresarse sinceramente en público, a Zulema terminaremos echándola de menos, pero valientes a la hora de enjuiciar a otros compañeros a hurtadillas, me volví loco buscando grupos y no ví ninguno, si pequeños hermanamientos ocasionales, acercamientos posicionales bis a bis, yo te digo lo que pienso si tú me das tu opinión y al final estamos los dos de acuerdo, pero empieza tú, mójate tú y yo te sigo, ves? pensamos los mismo….
Una guerrilla sucia de detrás de las puertas donde hacer un traje es signo de no ser tonto, éstos se piensan que…. seguí viendo miedo, un miedo políticamente correcto, donde las cosas se dicen en voz baja, donde los pensamientos se intercambian con una complicidad mercantilista, para a continuación salir al salón como si nada hubiese pasado y mostrar la mejor de las sonrisas, pasar por el aro del buen rollo.
Y se me vino a la cabeza, estaremos frente a una edición de falsos, que intentan colárnosla por toda la escuadra? O en una edición de cobardes donde nadie se atreve a decir lo que piensa por temor a sentirse señalado?.
No sé lo que pensar, supongo que volveré a mi realidad, leeré todo por aquí y por allí, me fijaré en el buen rollito que se llevan soplándole al hielo, los veré acurrucaditos en el sofá tapados con la mantita, veré a Noemí tocándole el culo a Ale y suspirando por Hugo, a David contándole sus penas a Juan, a Pepe chabacano riéndose con todo el mundo y haciéndose él mismo las palmas, a Ari acercándose al poli sin quitar el ojo de Hugo, a Azucena no fiándose de nadie, los veré a todos allí comiéndose ese pedazo de bocadillo, y diciéndose banalidades ….. sin sustancia.
Si, será lo mejor, pensaré que edición más guay…….
3 comentarios:
Pues sí... parecen un poco "guaysemos" todos...
Yo, la verdad, todavía no he contestado a la encuesta que pusiste hace unos días, porque cada día me apetece votar por uno, y al minuto siguiente quiero votar por otro. Y no es que no me esté gustando ninguno, ni que me estén gustando todos. Es todo lo contrario, ni me gustan todos, ni me disgusta ninguno.
Es un rollo que tengan conversaciones de ascensor, o de buenos vecinos. Nunca llegan más allá de "hace buen tiempo, eh?", o "no se si ducharme ahora o luego"... No sé qué les pasa, si tienen miedo a algo...
Puede ser que vieran que David sacó un poco el pié del tiesto y salió nominado y por poco expulsado y hayan cogido miedo a decir públicamente lo que piensan.
Ya te dije que me parecen un grupo de monitores de campamento, obligados a estar de buen rollito, a llevarse bien, por el bien del campamento y de los chicos, que cumplen con su trabajo durante los meses de campamento y luego cada uno a su casita, a sus cosas y a su vida.
A primera vista ninguno parece tonto, quiero decir, que su inteligencia les llega a todos como para hablar de otras cosas que no sean banalidades. No me puedo creer que no tengan ni momentos raros, o especiales, o mágicos, o tensos, estando como están en un momento especial de su vida. No... no se lo están tomando como nada especial. Es como si ya llevasen 3 meses ahí dentro y estuvieran de vuelta de todo lo que les está pasando.
Son como un racimo de uvas, todos iguales y todos juntitos. Todo es una balsa de aceite y no sé por qué. Estoy segura de que todos tienen carácter y que en el tiempo que llevan conviviendo algo les ha tenido que picar... Pero...
Ni idea.
Espero que, como intuyo, no pasen la prueba. A ver si pasa algo! O lo mismo no... lo mismo se acostumbran a no comer y... tan contentos!
Buenas Balzac, efectivamente, yo también los veo con miedo, y además desconcertados. Ellos (todos) iban a destacar por "normales", esperaban que el entorno les facilitara las cosas para destacar más en ese aspecto. El problema? Todos van con el mismo papel y ahora, sobre que "anormal" van a destacar?
El desconcierto está pasando, ahora están a la espera... Quién será el primero? Y efectivamente, como dices, todos tienen miedo (quizá Azucena no, pero lo que esta chica cuenta sin miedo, ni desde luego pudor, es de todo menos interesante y mucho menos agradable de escuchar)
Por cierto, grande tu blog.
Una nueva edición... Muy buenas a todos!
Azucena es una resentida. Y oscura. Cree que la malformación que le dió la vida es una deuda que ésta tiene con ella, y por eso odia la vida y odia a la gente. No habla, escupe las palabras tratando de expulsar el odio que bulle en su interior. La vida le debe algo, y ella está dispuesta a cobrárselo, sea como sea.
En Azucena veo una dualidad: complejo de superioridad unas veces y de inferioridad otras. Cuando está de subidón desprecia a los demás porque, si no fuera por su mano, ella sería perfecta. ¿Quiénes son esa panda de gilipollas que se atreven a cuestionar cómo habla, lo que dice, su belleza externa e interna?
Cuando está de bajón desprecia a los demás porque ellos son, a sus ojos, mejores que ella con su malformación.
Solo hay odio y desprecio en su mirada, en sus palabras. No he visto comprensión o piedad con los "defectos" de los demás. Ella ya ha pagado su cuota y quiere que los demás también la paguen, si la vida no se la cobra ya está ella para ajustar cuentas. Nadie hará un "simpa" mientras esté Azucena cerca.
Y es miserable, utilizando su malformación para evitar hacer la prueba según su conveniencia, hablando de sus males para causar pena en el interlocutor, yendo de víctima para que la compadezcan, aunque inmediatamente salga la Azucena fuerte de su escondrijo para decir que, a pesar de todo, ella saldrá adelante. ¿Vés qué fuerte soy?
Azucena da miedo porque hay una vorágine en su interior capaz de arrasar con todo lo que esté cerca de ella. Por eso creo que es imprescindible en esa casa de perfiles tan light, tan miedosos.
Quizá mis palabras parezcan duras, pero os puedo asegurar que sé de lo que hablo.
Un saludo.
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