MERITXELL DAY

 Como todos ya os habréis enterado dos son las noticias que copan todas las portadas de este día. Por un lado la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos y por otro la “paja” que “supuestamente” le hizo esta madrugada Meritxell a Alain. Y digo “paja” porque viene recogido en el diccionario de la Real Academia y que como sabéis se refiere a ese proceso de estimulación de los órganos genitales con la mano o cualquier otro medio con la intención de proporcionar un placer sexual; y digo “supuestamente” porque, primero yo no estaba allí y segundo porque solo me puedo basar en las imágenes vistas, ciertos sonidos sospechosos y la posterior declaración de una de sus protagonistas; por tanto aún a riesgo de que se me acuse de conjeturar con un hecho no demostrable, lo asumiré y justificaré la creencia de que hubo acto masturbatorio basándome en un hecho real visto con mis propios ojos y que consistía en ciertos movimientos sospechosos del edredón que cubría a los concursantes Alain y Meritxell a eso de las seis de la mañana, y que comenzaron con un ritmo lánguido y pausado para ir aumentando de forma gradual hasta terminar de una forma bastante diligente y dinámica.

  Me comprometo desde ya a desdecirme de mis palabras si se demostrase que dichos movimientos solo formaban parte de un repentino ataque de escozor, irritación o picor que obligase a alguno de ellos a no tener más remedio que mitigar su incomodidad con una ascendente fricción desesperada. Conociendo al universo Gran Hermano y T5 como los conozco, presiento que la literatura que se le va a atribuir al caso va a tener pocos antecedentes más cercanos que desde la insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona. Teniendo en cuenta que del susodicho episodio después se nos fue debidamente informados a través de las propias palabras o medias tintas de una de las protagonistas en conversación privadísima con Beatriz, no tenemos más remedio que hacernos una exhaustiva composición de lugar y esperar a analizar todas y cada una de las infinitas consecuencias que se pudieran derivar. También sería importante reseñar que cinco minutos después del épico acto Alain se quedó dormido como un pajarito...

  El día había sido de los de enmarcar para Meritxell, de esos “horribilis” que estás deseando pasen pronto para no tener que volverlos a repetir. Todo se vino embarullando para su concurso desde unos días atrás y se han ido mezclando elementos que parecían agitarse dando como resultado el desquicie y desconcierto en que habitó la catalana en la jornada de ayer. Todo empezó cuando Fernando primero le dijo a Alain que su relación con Meritxell no estaba siendo bien vista desde fuera lo que supuso un cambio en su comportamiento y que desembocó en no pocos enfrentamientos con ella durante los días posteriores. De la información sesgada que emanó del repescado Meritxell también se llevó su cuota al decirle que sería la próxima expulsada, cosa que rayó sobremanera a la concursante. Clara según confesó ayer la propia Meri también le había vuelto a repetir lo mismo durante la noche anterior.

  La famosa broma de la comba con su ropa interior y los comentarios desagradables que por fin llegaron a sus oídos y el berrinche que se pilló, el acercamiento a Adara con la correspondiente bromita de la noche anterior donde no dejaron dormir a Clara y supuso un nuevo enfrentamiento y nuevas descalificaciones que abrió más la distancia con el resto del grupo y por supuesto las consecuencias mismas de su unión con Adara. Todo un cúmulo de circunstancias que ayer tuvieron su respuesta en como he dicho antes, su día más “horríbilis”.

  En esa fase y con esas circunstancias Alain le fue contando a Rodri que no entendía la actitud de Meritxell con él... Rodri ayer habló con ella y se lo comentó, llegando a la conclusión de que él creía que estaba así porque le gustaba y no sabía como actuar con él y así se lo hizo saber a Meri. También le dijo que Alain estaba bastante harto de sus chiquilladas y sus bromitas. Posteriormente Meritxell le confiesa a Adara su conversación con Rodri y le muestra su queja de quienes son ellos para decir si le gusta o no Alain o de meterse en sus cosas, argumento bien conocido por Adara que la apoya y la comprende haciendo aumentar aún más la ira de Meritxell.

  Durante el día Meri se fue enterando de cada vez más detalles de lo que había supuesto la famosa broma de su ropa interior, lo que hicieron y quienes participaron. Conforme se iba enterando su enfado iba siendo cada vez mayor, tal así que cuando empezó la fiesta anoche se le notaba bastante enfurruñada. Cuando Alain fue a hablar con ella para pedirle explicaciones de su comportamiento con él, la conversación derivó en un intercambio de reproches donde como siempre Meritxell llevaba la voz cantante desquiciando una vez más a Alain que no hacía más que protestar porque no le dejaba hablar, Meri le echó en cara el apoyo que siempre le había dado y su participación en la broma, que aunque no participó activamente, lo sabía y la entretuvo en la cocina mientras los demás se reían en la habitación. Discutieron y eso terminó alejando una vez más a Alain. Meritxell continuó con su fiesta y poco a poco entre canción y canción las aguas fueron volviendo poco a poco a su cauce, y que terminó con la ya relatada escena del principio de la entrada.

  En la conversación post-momentum Meritxell le confesó a Bea que debajo del edredón no solo habían habido besos, sino algo más. Le expresó su rabia porque al parecer, Alain una vez terminado el acto le dijo que por favor de lo que había pasado debajo del edredón no se lo dijera a nadie porque no quería que nadie se enterase, eso enfadó mucho a Meritxell y la hizo levantarse de la cama, fue cuando se encontró con Bea y se lo confesó. También le dijo que Alain no queria que nadie lo supiera “porque no quería hacerle daño...”. Las conclusiones quedan a la libre imaginación del lector.

 Solo relato unos hechos que ocurrieron y que seguramente traerán consecuencias. Meritxell fue ayer la protagonista de la mayor parte del directo, el resto de la actualidad pasa por las minucias típicas de unas jornadas sin pena ni gloria excepto algunas tontadas realizadas bajo la lluvia propias de adolescentes y los recurrentes tiras y aflojas por susceptibilidades consecuencia de la resurrección de Adara una vez pasados sus días de duelo esta vez y cada vez más evidente de la mano de Meritxell.