EL EXTRANJERO

   Según Cicerón algo disonante es algo que suena a inútil o que no se entiende, según el diccionario etimológico el prefijo “ab” podría estar cerca de la preposición “de”, de surdus, sordo, o sordos si es en plural, ab-surdus sería la palabra origen correcta, absurdo... de sordos. No se me ocurre otra forma para empezar esto. En filosofía lo absurdo se refiere a un concepto irracional compartido con una conducta extravagante, lo contrario de lo racional y de lo normal para que nos entendamos. Y decía que no se me ocurría ninguna otra forma para empezar esto porque me veo incapaz de poder explicar lo sucedido anoche y lo sucedido antes de anoche sin poder caer en la tentación del absurdo más recalcitrante. 

  Podríamos insistir en la repetición de la enésima bronca entre Adara y Bárbara con Clara, con todos los detalles, incluidas peticiones de expulsión por un digamos atisbo de postura agresiva o acercamiento más allá de lo permitido como señalaba Bárbara al súper justo en el mismo momento de los hechos. “Hasta el coño me tenéis...” decía una expresiva Clara cuando se encaró a sus dos enemigas mientras Alain la intentaba disuadir. ¿Que porqué se originó todo?. Qué más da... No sirve de nada, forma parte del manual de este Gran Hermano y cada cierto tiempo hemos de asistir a escenas como la vivida. Es sintomático en esta edición desde que alguien consignó el fracaso de las carpetas y está en su lugar siendo utilizado para darle consistencia a la convivencia con algún tipo de justificación.

   A partir de hechos como el vivido la otra noche ya podemos nosotros (y ellos) desarrollar toda la literatura que queramos alrededor del concurso. A saber, grupos de buenos y malos a elegir por el espectador, posicionamientos externos que den lugar a los famosos “team” y simulacro de batallas encarnecidas tanto dentro como fuera de la casa que justifique cualquier atisbo de interés y emoción que respalde su continuidad. Ya sé que suena dramático y desgarrador que todo el peso de la edición se asiente sobre escenas broncas, gritos ensordecedores o agrios enfrentamientos personales, pero insisto en que es lo único que puede realmente estar justificando la continuidad de esta edición perdida. Si os dais cuenta elevamos las propias personalidades según su nivel de participación en las mismas o por el contrario los desahuciamos. A mayor implicación mayor protagonismo, los tibios a las carpetas para los vídeos de los jueves a las once.

  Et voilá. Adara y Bárbara han formado un tándem incombustible y se auparon enseguida en ese simbólico podio, la carpeta de Adara en realidad pasó hace mucho tiempo a un segundo plano y su hechizo viene dado por su confluencia con Bárbara en las disputas de la casa. Clara y Fer, Fer y Clara eran sus espejos, desde la marcha del gaditano solo Clara aunque con tenues refuerzos puntuales de Bea y Miguel ha conseguido mantener encendida la chispa para que no se apagara. Hay una oportunidad de reavivar de nuevo la mecha de cara a la recta final y no es otra que la entrada de nuevo de Fer que igualara un poco los duplos.

  Ni que decir tiene que no podemos establecer la composición de los grupos enfrentados como algo determinante en la batalla sino simples cooperadores necesarios para que esa mecha del odio permanezca encendida, son como esos portadores de antorcha que hacen el camino menos vistoso pero que ayudan a llevar el fuego al pebetero. No nos engañemos, los protagonistas son los que son. Y el devenir de unos y otros de un lado a otro solo son fuegos de artificio que van usando todos para lo suyo sin más, la verdadera batalla tiene nombres y apellidos. Eso está así montado y no hay más.

  Bueno sí. El juego del truco o trato, o del beso atrevimiento o verdad o algunos de esos juegos que sirvan para camuflar la verdadera realidad de la casa, completar el guión inacabado de la pobre guionista carpetera o endulzar algunos momentos de tensión a base de piruletas y tronquitos de picapica a la par que rellenamos unos cuántos vídeos empalagosos y hacemos soñar a miles de adolescentes con hamor verdadero. Como sucedió anoche. Donde pudimos ver por primera vez besarse apasionadamente a Bea con su Rodri mientras a Noelia se la llevaban los demonios de los celos, o a Meri con Alain en lo que se llegó de denominar el beso más deseado de la edición. También hubo otros más liberados como el de Bárbara con Clara, Clara con Alain o Rodri con Miguel. Todo un catálogo de excelentes intenciones donde ahogar por unas horas las penas y demostrar al mundo que eso de que “somos la peor edición que ha pasado por Gran Hermano” que repite Clara cada dos por tres no tiene ningún fundamento.

  Es sintomático y revelador que en las últimas horas y a la espera de ver quien entra en la casa, si Pablo o Fernando, se esté dotando de protagonismo a personajes tan oscuros y siniestros como Miguel, Pol o Rodri y se envíe a Bea al disparadero para ir incrementando la configuración de los definitivos grupos. Se está mareando la perdiz con Meritxell y Alain, incluso con Noelia que parecen que van y vienen de un sitio a otro sin saber donde poner definitivamente el huevo, supongo que serán movimientos circunstanciales a la espera de la expulsión del jueves y la entrada del nuevo concursante repescado. Sus dudas no hacen sino incidir en el temor de lo que se pudiese estar fraguando. Los desplazamientos son muy sutiles, los acercamientos sospechosos y las ganas de unos y otros de que se posicionen de una vez son inevitables y cada vez menos disimulados.

  El papel frio y desapegado de los tibios los están hundiendo en su propia insignificancia y convirtiéndolos en meros títeres, Pol se siente orgulloso ahora de “pertenecer” al grupo de Bárbara y Adara cuando en realidad es una pegatina a ellas que se ha adosado por su propia supervivencia, ni ha pertenecido, ni pertenece ni pertenecerá en caso de salvación, ha sido adoptado en su refugio por más lástima que interés, Alain sigue nadando en la inmundicia de unos y otros para otorgarse cierta notoriedad y Meritxell es la única que seguramente si entra Fernando será bien recibida ya que el bramido dialéctico de la catalana es tan potente, taladrador y persuasivo como el de sus anfitrionas y su amago de carpeta cada vez está más finiquitado. Rodri intenta sobrevivir a cuenta de Bea y sus compulsiones y de la inocencia de una Noe medio enloquecida que cada vez entiende menos de lo que pasa a su alrededor.

  Todo este pasaje parece escrito para galeros o suscriptores ocasionales del programa, la realidad es mucho más absurda todavía y solo aquellos que seguimos el concurso a través del 24h podemos dar fe de que cualquier parecido con lo que de verdad está pasando es puta coincidencia. Como Mersault, que solo era un personaje que vivía indiferente a la realidad porque decía que esta era absurda e inabordable... acababa de enterrar a su madre “pero a fin de cuentas, solo había sido un domingo más, iba a volver a su trabajo porque después de todo, nada había cambiado...”