TODO ES POSIBLE

    La cosa va a ser rápida, son de esas decisiones que requieren la máxima urgencia para no pensar demasiado. Antes de que nos sentemos ya estaremos atentos por lo que pudiera suceder. Hay galas en que la expectación te consume a bocados, no puedes perderte ni un solo segundo porque cada palabra de Mercedes significará algo, y si no, lo buscaremos. Cada gesto, cada movimiento, cada mirada será una señal y todos para cuando eso suceda querremos estar ahí. Atentos.

  No es que no nos fiemos de todo aquello que nos cuentan, o que leemos, aunque estemos convencidos de algo hasta que no lo veamos con nuestros propios ojos no nos lo creeremos. Seguro que ya tendremos la pistola cargada para entonces para disparar contra todo aquello que nos haya contrariado, habrán sido paulistas, la organización o aquellos que no han votado lo suficiente o quizás aquellos que tal vez se equivocaron al elegir mal. Solo será un suspiro de rabia. Todo estará preparado para lo otro. Sí, aquello que nos haga rápidamente olvidar y pensar en otra cosa, como si pensando en otra cosa nos olvidáramos de pensar en lo anterior, como se le llamaba a eso... bueno, no sé, da igual, enseguida estaremos votando o mirando unos porcentajes provisionales o mirando el reloj que nos pondrán en la parte superior de la pantalla, no todo está acabado, pensaremos o tal vez la curiosidad de ver quién será el segundo, ese en el que casi nadie ha pensado porque... bueno, seguro que será un mueble, bah... no es lo mismo, pero y que hay de?. Para entonces parecerá del siglo pasado, ya será historia. Entre la reacción de los compañeros de la casa y sus caras de sorpresa, las de los compañeros del blog, las del público de plató y el modelito de la presentadora mostrándolo mientras alaba el perfecto trabajo de su diseñadora, ya nos está anunciando eso de que “la puerta de Gran Hermano se abre para recibir a....”.

  Sin ritmo de continuidad, permanecemos atentos, seguramente lamentándonos y escupiendo de todo por la boca en silencio, maldiciendo la hora de... o no sé cuántas gaitas más. O eso, o empuñando el móvil como si no hubiese mañana, ja. Por si acaso. O eso, o relajados y eufóricos viendo una luz inmensa y clarificadora sobre el horizonte. No nos podemos descuidar pensarán los vencedores mirando sospechosamente a todo lo que se mueva, y si, ahora este nos jode, yo es que no me fio mucho todavía, hay que votar se animarán unos a otros, hay que seguir votando, no nos confiemos...

  Ya es otra historia. Para esa altura de gala, la historia ya será totalmente diferente a como habíamos imaginado. Nuestros pensamientos fluyen, procesan a velocidad de vértigo inventando o intentando crear nuevas historias, el tiempo nos acecha y casi no podemos soportarlo, pero esto que es nos preguntaremos. Pasamos la página demasiado rápido, demasiado extraño todo para quien lo ha dado todo o quien nos lo ha dado todo, parece como si la hubiesen despachado como si fuese un cuarto de kilo de algo o algo, el tiempo apremia y hay que dar paso al siguiente. Pero esto que es, nos volveremos preguntar. Esto es Gran Hermano. Y sí, mientras tanto, no podremos pensar demasiado. Total, para qué.

  No os creáis todo lo que estáis leyendo, seguro que todo sucede justo al revés de como lo estoy contando, cualquier parecido con la realidad para nada será pura coincidencia, solo surge de la mente retorcida de su autor que en un momento de enajenación ha querido anticiparse a la realidad y os escribe un cuento, una película de ficción. Nada será lo que parece, si sale Alejandra no nos lo creeremos como tampoco nos creeremos que salga Jonathan, puesto que todos los indicios dicen que nones, lo de Luis podría ser, no sé si habéis leído hoy el blog referencia de la cadena, parecía que le hacían un homenaje “pre-póstumo” o algo así, como avisándonos o algo. Parece todo tan tétrico. Alguien esta tarde ha hablado en el blog de esperanzas, otros han hablado de decisiones tomadas, otros más incrédulos hablaban de que no había nada que hacer. A veces hablamos tanto, pensamos tanto, escribimos tanto que apenas nos permitimos sentirlo, hay que sentirlo para darnos cuenta de que a pesar de todo lo escrito, en Gran Hermano, siempre... todo es posible.