LA GRAN DECISIÓN

   Hablaba la semana pasada del silencio de los corderos, ese que oculto tras esa falta de trasparencia que siempre hemos denunciado hace y deshace según convenga. Unas veces es bienvenido y otras no, dependiendo de hacia donde  y como haya confluido. Es una gala muy complicada donde el desconcierto y las expectativas serán latentes. Las consecuencias de la noche pueden marcar mucho la recta final, recordemos que aún quedan dos semanas para que esto acabe. El anuncio de ayer por parte de la cadena de hacer público el sistema de la final no creo que haya sorprendido mucho a nadie aunque estoy seguro que a alguno habrá pillado con el pié cambiado. En condiciones normales y de todas “todas” saldría Jonathan de la casa esta noche, los cantos de sirena son evidentes y la confusión también.

   Todas las papeletas dicen apuntar a Luis y casi ninguna pasa por Jonathan, otras voces señalan como principal candidata a salir a Alejandra. Como veis dista mucha distancia entre unas opiniones y otras. Entiendo que el comunicado haya podido trastocar los planes de algunos a pocas horas de cerrarse los teléfonos y hayan tenido que improvisar, solo confirma su mala estrategia y podría tener pésimas consecuencias. Actuar a la desesperada no es buena política pero dejar caer sobre el tablero el  sacrificio de Alejandra a favor de Yoli les llevará al mayor de los ridículos y a un estrepitoso fracaso.

   Utilicemos la lógica y prescindamos por un día de esa justicia divina que siempre suele actuar en beneficio del conjunto del programa, situemos la expulsión de esta noche fuera de esa variante, en la que yo de todas formas me sigo agarrando por el bien de la final y me costará desprenderme de esa creencia a no ser que empiece de verdad a ver cosas demasiado extrañas y que según sean resueltas me causarían mucha pena y sobre todo incredulidad. Entonces si que tendríamos argumentos suficientes para hablar de que a mucha gente le importa muy poco el programa. Barajemos las otras variantes, que no salga Jonathan y que la expulsión esté entre Luis y Alejandra pensando y cayendo en el error de siempre, luego, luego y luego, como ahora se vota a ganador, luego Jonathan cae solo, los muebles caen solos …  Parece tarde pero el daño ya parece estar hecho, ocultos intereses movidos por hilos a modo de marionetas han sugestionado la expulsión de esta noche y la han envenenado ocultando  verdades que podrían hacer daño a mucha gente. Tiempo al tiempo.

  La salida de Luis se me antoja difícil, el momento es muy delicado y cualquiera de los tres podría no extrañarme ver esta noche en el plató, aún así me aferro o quiero aferrarme a la lógica que siempre me ha guiado, expulsando a Luis desconectamos automáticamente a Paula, la verdadera protagonista y sobre la que la organización ha sustentado toda la edición, o muy seguros tienen que estar en estas dos semanas que quedan de que la casa va a seguir generando algo de acción o muy seguros tienen que estar de la verdadera fuerza de Paula. Luis ha sido un concursante que ha oscilado mucho, no se ha mostrado con uniformidad en el concurso, cuando se ha desprendido de las garras de Fran y de su bonhomía egocéntrica en forma de justiciero ha sido cuando más ha brillado, que casualidad que haya sido al lado de Paula, no sé quién de los dos le ha hecho mejor a quién, pero sin duda la estabilidad en el concurso de ambos ha evolucinado de manera extraordinaria.

  Vive su mejor momento desde que entró y aunque sepamos que no tiene ninguna opción ahora mismo se me antoja un personaje imprescindible dentro de la casa. Nunca entendería dejar el concurso a dos semanas vistas sin la presencia de Luis, teniendo en cuenta los concursantes que quedan, creo que ni yo ni nadie. Todo lo que sea fuera de aquí, sería alejarnos de cualquier lógica, y yo, por ahora, prefiero resistirme.

   Alejandra es la antiPaula desde el punto de vista concursal, ni Yoli ni Azahara ni nadie, si queremos que la edición siga respirando aunque sea de manera artificial Alejandra debe seguir dentro, si por extrañas cabezonerías a alguien se le ocurriese sustituirla por Yolanda para un hipotético final el fracaso sería estratosférico. Alejandra es quien se ha elegido desde el primer momento como esperanza para poder hacerle frente a Paula, y estoy en condiciones de afirmar que la única que le puede plantar cara, todo aquello que no pase por su opción sería entregar y claudicar, renunciar a estas dos semanas que quedan de concurso y que bien se podrían ahorrar, porque se habría dinamitado cualquier atisbo de emoción y de chance, a partir de ese momento ya le podrían entregar el premio a Paula sin ninguna duda y bajar la persiana. Los quijotes contra los molinos de viento hace ya muchos siglos que quedaron solo en la imaginación de quienes los leen.

  Alejandra es la única y válida opción, ya no solo por su carácter, sino porque dentro de la deficiencia de carisma que hemos sufrido es la única capaz de aglutinar las fuerzas de otros vientos, y demostrar en estas dos semanas el porqué de su elección desde su independencia, estoy convencido que la guerra contra Paula sería muy reñida y confusa y por supuesto muchísimo más igualada. Renunciar a esto, es tirar por la borda el trabajo de dos meses y medio y las expectativas e ilusiones de muchísima gente que aún cree o quiere creer en el formato.

  Aún así, insisto, apelo a la lógica y esta noche vamos a disfrutar de la expulsión de Jonathan y ver como se desenvuelve el resto del concurso, la segunda expulsión estoy convencido que no nos interesa mucho, poco a poco la propia naturaleza del concurso irá desestimando aquellos que nos han defraudado a lo largo de todas las semanas, es esa justicia natural que pasa por poner a cada uno en su sitio por mucha suerte que hayan acumulado a lo largo del programa. Es un momento muy peligroso,  más de lo que imaginamos para que todo quede pendiente de alguna decisión personalista que haya caer a mucha gente en la confusión más absurda y aconseje elegir caminos erróneos de los que luego se tuviesen que arrepentir.  Feliz Gala.