HABIBÍ

  Es una acepción cariñosa; viene a ser algo parecido al equivalente de amigo, querido, amado... Hoy hay gala y Shaima es una de las nominadas con muchas posibilidades de salir expulsada. Si nos guiamos por algunas encuestas como la nuestra no debiera correr peligro y saldría Mayka con un amplio margen de diferencia, pero si nos guiamos por los datos ofrecidos en el debate y algunas otras encuestas existe un empate técnico entre la musulmana y la andaluza, lo que deja todo en el aire a la espera de un desenlace emocionante. Por el bien del concurso esperemos que no sea Shaima quien salga.

  Shaima es de esos concursantes extremos que nunca dejan indiferente a nadie, o se les odia o se les quiere, o te hacen gracia o los eliminarías del tablero directamente, los comprendes o te resulta imposible de entender, muchas son sus manías a veces no del todo entendidas, la chica del pañuelo se ha venido a ganar un hueco entre nosotros a veces por sus extravagancias, sus cosas raras o su peculiar comportamiento, ha copado no pocos comentarios en nuestro panel, amén de su controvertida personalidad a caballo entre oriente y occidente, es un compendio de dos culturas resueltas en una disputada naturaleza que no termina de aclararse. Su paso por la casa está siendo igual de peculiar como su personalidad, capaz de desquiciarte y de enternecerte en cero coma. Animadora a ratos, solitaria a veces se ha ganado el respeto de muchos y la simpatía de bastantes. También hay quien no la entiende. Pero de las dos, la ceutí se nos hace indispensable por ahora sin lugar a dudas.

  Mayka ha entrado al concurso de una manera casi profesional, la parodia de la limpiadora engañada en busca de trabajo y con currículum en mano no iba muy desencaminada, al final ha sido más real de lo esperado. La cocina y la lavandería, junto a su hermana ha sido su fortín y su razón de ser en el concurso, una bronca con Shaima precisamente y para de contar, el resto ha sido una actuación correcta sin demasiadas estridencias, de esos concursantes limitados que hacen bulto y de los que nunca se espera mucho más. Gran Hermano no es su experiencia, es un trabajo más y así se ha percibido. Han cubierto la cuota social de una manera tibia pasando de manera totalmente desapercibida como buena profesional que es, se ha dedicado a cumplir exquisitamente su expediente pero sin aportar apenas nada diferente. Entiendo que es una concursante totalmente prescindible para las expectativas de esta edición. Junto a su hermana han tenido un papel de tapón o de contención con respecto a los demás concursantes por su manera retraída de ser, su presencia impone demasiado respeto para una convivencia más desinhibida y no han dado el juego que se esperaba de un carácter como el suyo. Han estado muy cohibidas y nos han privado de momentos importantes con su rigidez.

  Ayer se estuvo hablando en el panel de comentarios bastante de la personalidad controvertida de Shaima en todas sus acepciones. Nunca nos pondrá esta concursante de acuerdo en nuestros análisis, y eso es bueno, señal de que es una personalidad misteriosa a la que no se termina de coger el punto. Muchos de sus gestos nos llevan a equívocos llegando incluso a confundirnos. Su juventud y sus costumbres la hacen única, esa mezcla de tradición religiosa y ramalazos de modernidad perturban nuestras observaciones y nos invita a la espera, su ambigüedad sexual nos inquieta hasta el punto de no saber exactamente a qué atenernos. La controversia de ayer viene dada por sus gestos y sus contradicciones, su comportamiento y algunas de sus impulsivas salidas nos invitan a la duda, de ahí la inseguridad de nuestras afirmaciones.

   No hay nada de malo en la especulación que gravita sobre la condición sexual de esta concursante, al contrario, la hace más interesante y enigmática. Ellos durante tres meses están expuestos a ello con todas sus consecuencias, nuestra labor es encontrar todos esos recovecos, acertar o fallar en nuestras apreciaciones lo que nos abre una puerta maravillosa para el debate, pero insisto que muchas de nuestras dudas vienen originadas por la indefinición de su propio comportamiento. Es la “correveydile” de la edición, la reportera que transita de chisme en chisme y altera a veces de manera sibilina la convivencia, es tan directa como imprudente y perturba a sus compañeros con muchas de sus cosas y eso es un activo del que no se debería prescindir tan pronto.

  De Mayka no tengo mucho más que decir, su concurso está bastante amortizado y su personalidad quizás sea demasiado corriente, demasiado conocida, es como estar viendo concursar a mi vecina del primero con quien me tropiezo todos los días en la puerta del ascensor y de cuya puerta a cualquier hora se desprende un olor fuerte a caldo con pelotas. Si, la del corrillo y cuchicheo que siempre me corta a la hora de saludar y que al pasar te clavan su mirada y te sientes vigilado. Así, descrito de manera sutil, no mola e incomodan mucho. Lo siento, pero es la estampa que me han mostrado y no han hecho nada por hacerme cambiar de idea. Sus consejos parecen de abuela, sus conversaciones de portería y su presencia de cuartel, su juventud es engañosa y su integración en el concurso más que discutible. Habibi, a pesar de todo, merece otra oportunidad.

  Será una gala con pocas sorpresas, basada en unas nominaciones emocionantes y donde nos repetirán vídeos ya casi prescritos de la tragedia griega vivida el viernes pasado con un seguimiento de estrella hacia el trío protagonista y un repaso general de cultura ídem en el que nos reiremos un poco, la entrevista será todo un homenaje y se abrirá la puerta a una nueva convivencia surgida de la sala de nominaciones.