La realidad es la que es, y por mucho que nos duela no podemos cambiarla. Si acaso, contarla, a nuestra manera, claro. En la encuesta del blog están los porcentajes de la repesca, encabezan la misma dos personas, María y Mary Joy, bien, anoche por arte de magia, los fueron sacando de dos en dos y fueron dando los porcentajes de cada uno y en consecuencia eliminaban al otro. Si nos sacan a las dos más votadas, y de ellas, alguien decide que la de mayor porcentaje es la que tiene derecho a entrar y no así la otra, vemos que Mary Joy ya está eliminada, aún siendo la segunda persona más votada. Si hubiésemos puesto por ejemplo a Mary Joy con Cristian, según la misma regla de tres, Cristian habría sido eliminado. Pero no fue así, ni siquiera dieron a conocer los cinco porcentajes más altos que habría votado la audiencia y haber eliminado a los menos votados, se inventaron un paripé de a dos, y la única consecuencia a simple vista reseñada, y según siempre nuestra encuesta fue la eliminación de Mary Joy. A continuación se nos dijo que lo mismo eran dos las personas que entrarían en la casa. En condiciones normales, habría entrado Mary Joy y María. Pero en otras condiciones, estoy por asegurar que la persona segura que entra, sí o sí, es María, y si entra otro, será Cristian. No se me pregunte porqué, porque ni yo mismo quiero saberlo.
Anoche tuvimos un debate marcado por la relación entre Sindi y Sergio. En realidad no fue un debate en sí, sino un documental de la crisis de ésta pareja con profusión de videos y conversaciones previamente censuradas al espectador para poder argumentarlo mejor. No se trata de omitirnos datos, algo a lo que ya estamos acostumbrados, sino de hacer reflejar fielmente la realidad de lo que está ocurriendo en la casa en el momento adecuado. Si los datos salen a la luz con dos días de retraso para dar tiempo a realización a montar en condiciones el documental, puede ocurrir que éste se haya quedado obsoleto y que la trama principal sobre la que gira el debate ya ni tenga sentido. Llevamos en todos los blogs una semana entera hablando de la relación entre Sergio y Sindi, hemos analizado sus pormenores, las consecuencias, los hechos conocidos y desconocidos, hemos llegado a conclusiones y nos hemos hecho nuestras propias composiciones de lugar sobre el tema. Bueno, pues ayer, de nuevo le damos a rebobinar y retomamos de nuevo el argumento, porque son nuevos datos los que nos ofrecen. Y ahora, díganme si no es para volverse locos.
Lo siento, pero no creo que la relación entre Sindi y Sergio hasta la entrada de ésta en la casa, hubiese sido tan buena como todo el mundo dice, ni tampoco me creo que Sergio sea ese novio perfecto como nos quiere hacer creer desde la propia Sindi, pasando por su madre y su suegra. A lo mejor para ellos lo es. Lo mismo Sindi lo creía así, pero yo no me lo creo. La cuestión es que en este asunto, absolutamente nadie está hablando claro y diciendo las cosas que realmente piensan. Y a día de hoy, tengo motivos más que suficientes como para pensar que incluso anoche con todo el entramado tan perfectamente montado no se nos omitiesen más datos de los que nos ofrecieron. Si el papel de Gran Hermano este año está siendo de celestina y de inmiscuirse en la vida de los concursantes hasta el punto de teledirigir su propio destino sin importarle un bledo los sentimientos de las personas o la libertad de los concursantes el nuestro entiendo que debería ser el de poner en este caso un poco de cordura y de sensibilidad ante los acontecimientos, doy a la organización como perdida este año y solo me queda apelar al sentido común de los que estamos a ésta parte del espejo. No frivolizar con los sentimientos de las personas ni jugar con el papel que nos están intentando etiquetar de meros corderitos de rebaño que todo lo tragan.
La relación entre Sindi y Sergio está siendo desgarradora porque se está poniendo sobre la mesa muchos de los tópicos que envuelven cualquier situación real que le pudiese estar ocurriendo a cualquier pareja. Sindis y Sergios hay muchos en esta sociedad y estamos asistiendo gracias a ellos a una realidad paralela que nos está haciendo inmiscuirnos en su propia relación. Se nos está vendiendo una crisis de pareja al uso producto de los celos cuando en realidad el trasfondo de todo es la búsqueda de identidad de una persona que se está viendo atrapada entre un pasado que la encadena y un presente que la condiciona.
En la búsqueda de sus propios sentimientos es donde Sindi fragua toda su realidad, piensa que tiene todo el derecho del mundo a poder equivocarse y no dejarse llevar por unas circunstancias que la tenían secuestrada. Tiene todo el derecho del mundo a saber realmente lo que quiere y lo que no quiere, Gran Hermano le ha brindado la oportunidad de conocer otro mundo para ella desconocido y le ha dado la llave para soltarse de esas cadenas que la mantenían en la ignorancia, se ha abierto al mundo a través del cariño y el afecto de otras personas y se ha sentido por primera vez en su vida libre. Ha saboreado unos valores que la han hecho feliz y se ha estado haciendo preguntas. Si yo antes de entrar en Gran Hermano era feliz, esto que me está ocurriendo ahora que es entonces, se pregunta Sindi. Si aquello era la felicidad que es esto que me hace sentirme infinitamente mejor. Difícil respuesta que nos lleva a una sola conclusión, su desconocimiento de la palabra felicidad.
Lo que nos da pie a pensar que Sindi ha podido vivir engañada por ella misma, su círculo le ha mentido y la ha cerrado puertas que ella ni sabía que existían. Ha tenido una oportunidad, se ha escapado por la primera puerta que se le ha abierto y se ha tropezado de bruces con algo que por primera vez ha conocido, la ilusión. Se ha sentido importante, se he visto querida, ha bebido de su propio tiempo y ha actuado de manera libre, ha abierto los ojos y ha visto que más allá de su círculo hay otra vida en la que ella también puede ser feliz. No renuncia a nada, pero grita su derecho a conocerse mejor. Si aquello era la felicidad, la única palabra que puede superar ese estado es el amor, pero esa palabra para ella está prohibida. Piensa que lo tiene, pero se equivoca como nos equivocamos todos. Y si no fuese verdad?.
Solo los hechos son los que la confunden. Entre el respeto, la fidelidad, la amistad, el amor, la felicidad, la ilusión y el miedo han formado en su corazón una telaraña difícil de desenredar. No le miente a Sergio cuando le dice que no sabe lo que siente por él, pero tampoco le miente a nadie porque es la verdad, Sergio pertenece a su pasado y lo feliz que ella está siendo es su único presente, si ella quiere a Sergio porqué hay algo ahora que le está haciendo inmensamente más feliz?. Ella sabe que no es Pepe, en realidad, lo que quiere es que no sea Pepe, ella lo duda, pero de lo que no duda es que ese algo no se llama Sergio. Ella solo quiere saber, y no mentirse ni mentirle a él. Solo quiere saber la verdad, su verdad. Cuando termine Gran Hermano, Sindi volverá con Sergio y retornará a su mundo real, se dará cuenta de cuánto le quiere, seguramente formarán un hogar y con el tiempo se dará cuenta que todo esto solo ha sido una ilusión, pero qué persona no tiene derecho a vivirla como se merece.
Sergio ha entrado en la casa con una sola misión, rescatarla de esa felicidad que la envuelve. Para Sergio no puede existir otra que no sea la que comparte con él. No voy a entrar en tópicos ni actitudes reprochables. Sindi le pertenece como le pertenece su coche o su motocicleta, la ha adquirido por antigüedad o ha pagado por ella, es su adquisición atribuida por lo que han vivido juntos, es de su propiedad y no hay otra. No acepta otra vida que no sea la suya, no está preparado para eso, y en ella tiene su lugar Sindi. Puedo entender sus pensamientos incluso sus sentimientos pero no comparto sus formas, Sindi tampoco. Tenía que haber esperado fuera, porque Sindi habría vuelto a su sitio, al que le pertenece. Al entrar Sergio, Sindi ha visto violada su independencia, su libertad y ha visto roto su sueño, ella no lo había buscado, le ha surgido, le aparecíó, y nadie tiene el derecho a arrebatárselo.
Solo le pertenece a ella. Sergio se lo quiere quitar, y Sindi se rebela contra Sergio. Pepe no es el único que tiene miedo, Sergio está aterrorizado y Sindi, más. Pero Sindi al menos está siendo sincera, y sobre todo consecuente con ella misma.