LIBRES Y ENCADENADOS

  Parece que tras la tempestad siempre llega la calma y eso en Guadalix no parece ser nunca un buen síntoma. La configuración de la casa tras los últimos acontecimientos parece llegar a su punto final. Como versos sueltos o encadenados, así se manejan en estos momentos los concursantes. Ser un verso suelto en Gran Hermano puede ser síntoma de una gran fortaleza, denotaría un alto grado de personalidad que no todo el mundo parece estar dispuesto a ejercer en una convivencia tan larga y con tanto ruido alrededor. Encadenarse a alguien suele hacerte la vida mucho más fácil en estos casos, quizás no te expongas tanto y pases desapercibido, eso en un concurso por eliminación puede ser un arma de doble filo, que nadie se fije en ti y nadie depare o que cuando te vean, deparen. No vale en Gran Hermano esconderse detrás de otros, tarde o temprano siempre terminan encontrándote. A ciertas alturas de concurso las fuerzas flaquean y a veces uno se ve incapaz de seguir el ritmo impuesto por los demás, la propia supervivencia te invita a encadenarte... o sucumbir.

 Rodrigo y Bea es el claro ejemplo de concursantes encadenados que no sabrían sobrevivir el uno sin el otro. Su unión la han llevado a cabo de la forma más clásica, emparejándose. En realidad han hecho una transacción con el concurso, o al menos eso parecen haber pensado. Ambos siempre han sido conscientes del valor en alza de una carpeta en Gran Hermano en los últimos tiempos y han apostado a lo más fácil, sin arriesgar y dejar pasar el tiempo para que la propia inercia del programa trabaje por ellos. Este tipo de parejas que surgen del trueque apenas suelen tener recorrido en la vida real pero les sirve en el concurso para mantenerse durante un tiempo a no ser que alguno de los dos lleve, digamos, algún tipo de velocidad distinta del otro. Hablando metafóricamente digamos que su unión es estrictamente comercial basada en el interés mutuo de recibir cierto beneficio a cambio. Rodri lo ha manifestado abiertamente, Bea aunque se le vea un poco más pillada la ha justificado por su atracción. En lineas generales este tipo de uniones suelen ser poco atractivas para el espectador y solo un determinado grupo de seguidor encorsetado en esa linea de concurso suele verlos con buenos ojos. Es cierto que la dinámica del concurso en que ha derivado durante los últimos años los suele proteger bastante, también forma parte del trueque, tú me das contenidos en forma de vídeos y yo te expongo y te publicito.

 Alain y Meritxell son una caso similar al anterior pero en modo de tentativa. La estrategia de Meritxell siempre ha sido esa, sin embargo la resistencia de Alain los ha sumido en el fracaso; la insistencia de la catalana ha sido tanta que ha prolongado el intento hasta eternizarlo, dando en algunas fases del concurso la sensación de que parecían una pareja real, de hecho es difícil adoptar a ambos concursantes por separado y sin dejar de hablar irremediablemente del otro. Un caso híbrido de proyecto de carpeta, sueltos y encadenados. Como si no hubiesen sabido conjugar ambas posiciones, Alain ha intentado ir por libre sin conseguirlo, Meritxell siempre renunció a ello y parecen haber sido obligados a “estar juntos con el único objetivo de no estar juntos”. La diferencia de edad, la inmadurez dicen que ha sido el hándicap, no lo creo. A diferencia de la anterior pareja, la negociación comercial llevada a cabo por estos ha estado supeditada a objetivos distintos, mientras Meritxell quería una carpeta en toda regla Alain solo buscaba compañía. La ambigüedad de ese status híbrido que han ido adquiriendo a lo largo del concurso les ha pasado a ambos factura, cuando ambos se han querido integrar en el grupo como versos sueltos no han sido plenamente recibidos mostrando éste algunas reticencias a su incorporación plena. Eso les ha hecho dudar de todo, ni formaban pareja ni se integraban en el grupo.

  Adara ha sido la concursante encadenada por excelencia a lo largo de todo el concurso, como pareja y como verso suelto, por un lado su carpeta con Pol y por otro su unión con Bárbara. Aún así ha sido de los pocos concursantes que ha sabido conjugar ambos estados sin cerrar ninguna de las dos puertas y manteniéndose fiel a ambas. La fatalidad ha jugado en su contra y ha visto como en el plazo de cuarenta y ocho horas haya perdido a sus dos cómplices obligándole a replantearse su situación en el concurso. En las últimas horas parece que el azar le ha permitido el acercamiento de una Meritxell un poco cansada de caminar entre bandazos en lo que parece un nuevo encadenamiento transaccional que pudiera hacer frente al resto del grupo.

  Clara ha pasado la mayor parte del concurso encadenada a Fernando, por activa o por pasiva, cuando estaba físicamente el gaditano aferrada a su sueño, cuando no, estaba a sus recuerdos. Su sombra ha sido bastante alargada en el concurso de Clara, sumiéndola en su ausencia en un cadáver concursal, triste y taciturna que solo salía de su escondite para expulsar el lastre de su amargura. Me sorprende la actitud dependiente de Clara porque ha dado muestras de tener una personalidad bastante definida y si hubiese jugado mejor su baza como verso suelto seguro que le habría ido las cosas mucho mejor. Aún hoy sigue sin darse cuenta de su potencial y empeñada en vivir de lo que pudo haber sido y no fue. Quizás ya sea demasiado tarde para emprender otros proyectos, su dependencia parece haber sido muy acusada y sus huellas demasiado evidentes.

  Miguel y Noelia han sido versos sueltos desde el principio. Aunque han sido protegidos por el manto del gran grupo, nunca parecen haber sido plenamente integradores de su núcleo duro. Miguel siempre fue por libre, aunque tuvo una química bastante acusada con Clara siempre prefirió ir a su aire, sus problemas personales y el invento de Pol ha sido su único nexo con el concurso, él siempre lo ha reconocido, nunca fue a competir ni a hacer amigos sino a reinventarse como el verso suelto que siempre fue. Noelia siempre fue el “rara avis” de la casa, aunque como Miguel siempre se benefició de la protección del grupo, nunca ha participado plenamente en él. Su concurso ha sido desafiante, se ha querido llevar con todos pero jamás se acercó sinceramente a nadie, a todos los quiere pero en pocos cree, su carácter desconfiado le ha actuado como espejo, perfecta para un abrazo pero nula para una confesión, su debilidad la ha sabido aprovechar ocultándose de los grandes temas espinosos y jugando perfectamente como Miguel su papel estelar de incomprendida.