HIJOS DE SATURNO

  Permitidme obviar la parte de gala en que nuestra guionista amiga responsable de la carpeta da rienda suelta a sus imaginaciones, soy consciente de que su trabajo consiste en cebar con vídeos azucarados y música empalagosa la mayor parte de la gala para mantener intactas las expectativas de cara a lo que realmente nos interesa, nada que reprocharle, para ser honestos deberíamos nombrarla al final de la edición  "empleada del año" por demostrar esa habilidad inusual de incidir hasta desesperar en su intento de convencernos con sus historias cuando la música se toca en otra parte. Ayer lo anunciamos por la mañana, la noche de los besos le haría echar horas extraordinarias.

  Pero anoche la música estaba en otra parte. Una vez superada la fase explicativa de porqué las galas pueden pasar de ser interesantes a mediocres según el guión previsto y la insistencia de querer meternos gato por liebre, intentaremos desglosar el contenido de lo vivido en unos cuántos nombres propios: Pol, Fernando, Gran Hermano. Una causa, dos consecuencias. Imaginaos a Gran Hermano representado como un anciano con una larga y espesa barba blanca, es el distintivo del tiempo y lo simboliza como algo muy antiguo que todo lo engulle y lo destruye. Como hiciese Titán en la Grecia antigua con su hermano menor dejándole gobernar su reino pero con una sola condición, no podría criar hijos, hecho que al casarse con la princesa Ops y tener varios de ellos le obligó a tomar una importante decisión, o respetar el pacto o matarlos...y así fue como los fue devorando uno a uno con tal de salvaguardar su reino.

 Pol y Fernando son la consecuencia de salvaguardar ese reino viejo y antiguo llamado Gran Hermano. Jamás debería ser considerado hijos de reino aquellos que lo profanan con su sola presencia, secuela de un pacto mediante el cual serán devorados irremediablemente si osan desafiar la propia esencia del reino. Pol resultó ser el expulsado, Fernando el repescado, Gran Hermano desafiando a Gran Hermano. Y en medio un mundo de contradicciones en el que se duda si mantener intacto el reino o devorarlo como si fuesen sus propios hijos.

 Una filtración a última hora de la tarde dicen que dio al traste con la más que presumible salida de Alain de la casa y les hizo improvisar sobre la marcha. Grupos que se alertan y dan lugar a sorpasos difíciles de creer y obligan a cambiar toda la estructura. Ya no se marcha Alain ni entra Pablo como estaba programado. Gran Hermano los ha devorado. Dos guiones en la mano nos dice el presentador, uno el de verdad y otro el imprevisto. Luego hablaremos del gobierno nos repite...

 Pol es devorado, tragado, engullido, aniquilado por ese ser mayor de barbas blancas que no permitirá jamás la profanación de su reino. La falsedad no tiene sitio, la cobardía tampoco, Pol ni siquiera fue hijo de Gran Hermano. Un impostor de la vida que quiso jugar a ser mayor antes de crecer, que quiso chalanear sin  saber tratar, trapichear con su propio destino jugando a especular con nuestra inteligencia y lo que es peor, usando su propia verdad, esa que ni siquiera conoce. Nunca debió pisarlo. Los viejos están hartos de traficantes de sentimientos y aduladores de chichinabo, de hipócritas y comadrejas que no hacen sino medrar en la mentira. No era un juego, ni siquiera quiso convivir, solo se dedicó a especular. Adara solo fue un espejo en el que mirarse donde como ya dije, todas las mañanas le preguntaba, espejito espejito quien es el mejor del reino y al que un día se le respondió: "mira nene, vete a tomar por saco y aprende a vivir... y luego si tal, creces." Hoy no toca hablar de Adara. Ya sé que la despedida pudo parecer cruel, pero ella ya lo sabía y estaba preparada. Aún así resultó intensa.

 Fernando. Y no Pablo resultó el elegido. Podéis leer las entradas de la semana. En un concurso sin emociones ni estrategias solo queda la intervención. Fiscalizar el momento del concurso y tomar decisiones. Podremos cubrirnos de toda la literatura que queramos pero el desenlace será inequívoco aunque el error pueda confundirnos. Clara es a Fernando lo que Adara resulta para Bárbara y seguro que todos nos equivocaremos. Pero estaba escrito así. El problema brota del mismo reino y es que Fernando es otro hijo ilegítimo listo para ser devorado, seguramente el domingo durante el próximo debate, cuestión de audiencia. El viejo es implacable con los jactanciosos, engreídos, faroleros y pintureros. No toleramos perdonavidas, fanfarrones ni fantasmas ni siquiera con los ojos azules. Gran Hermano no soporta extraños ni peliculeros. El cepo fue claro, la desconexión fulgurante, "no se puede dar información del exterior...". Fernando ya ha muerto devorado por GH. Pero su funeral será el domingo...

 Luego hablaremos del gobierno nos vino a decir un presentador más tétrico cada día. Se refería a Gran Hermano. Al suyo. A ese que no conocemos. El mismo que ha estado anunciando medidas disciplinarias por mala conducta de quienes le obedecen. Lo escribí ayer por la mañana, "no se puede permitir..." "la organización ha decidido...". Lo que jamás pude imaginar es que lo atribuyesen "a ir en contra del espíritu...". Creo que hay quien debería lavarse la boca bien antes de pronunciar esa palabra por muy presentador que sea... en nombre de quién, me preguntaba... por desgracia, el otro habita desde hace tiempo en otro reino, el de los cielos.

 El que nos ha tocado los ha nominado a todos,  les ha cerrado el club durante una semana obligándoles a dormir en la misma habitación y les ha llenado la despensa. Así, sin anestesia. Y eso, para el Gran Hermano de Jorge Javier, es todo un castigo ejemplarizante. Que lo único que va a conseguir es ser nuevamente devorado por el auténtico, que como dije, no soporta a troleros, falsos y cuentistas que desafían la inteligencia de sus verdaderos hijos.

 Como estrategia podemos pasarlo, como norma moral no. Pero el camino pasa irremediablemente por la mentira y un postureo innecesario para hacerla efectiva... el resultado es inequívoco, de nuevo la pérdida de credibilidad. Mientras tanto, mientras ellos se montan sus propias películas, los concursantes viven. Y vivirán en nombre del reino de Gran Hermano. Y gritarán. Y discutirán. Se pelearán e intentarán sacar lo mejor y lo peor de sí. Y todos ganarán. Y todos ganaremos. Y se ganarán, y nos ganaremos de nuevo el derecho a ser devorados. Ese era el pacto.

  Ú L T I M A   H O R A :  Bárbara ha abandonado el concurso por motivos familiares.