PSICOSIS

  Tras tres meses de concurso, en apenas dos semanas se va a expulsar al cincuenta por ciento de la plantilla. Entraron diecisiete, y a dos semanas para la final aún quedaban ocho en la casa. Ahora,  en el corto espacio de  dos semanas parece que ha llegado como decimos en mi tierra “el camión del pescao” con las rebajas, y los soltamos a granel, el otro día, dos, hoy, tres, aún no sabemos si el domingo o el jueves próximo los otros tres, apagamos las luces y las cámaras, llenamos de parabienes a la ganadora, le firmamos un par de “deluxes” y empezamos a preparar el vip que va más en consonancia con la política de la cadena. Ya sé, que así suena un poco brusco, luego me dirán por ahí que soy un agorero y que siempre estoy con lo mismo y tal y tal… Pues sí. No creo que Gran Hermano ni sus pocos o muchos espectadores merezcan un final de edición, haya sido buena, mala o regular, con la precipitación y la mala uva como la que estamos teniendo.

    No se trata de lo que hacen o no hacen, no se trata de cumplir objetivos o disputas entre productora y cadena, o llevar a cabo el planning con arreglo a las fechas como se tenía previsto. Todos sabemos que no es así, y que algo está sucediendo. No lo sabemos, es más ni nos lo imaginamos, pero lo que digo es lo que se percibe en el ambiente, se huele, y esta urgencia con liquidar la presente edición es más una cuestión de actitud que de fechas o cumplimientos de contrato. No hay cosa peor que el desprecio hacia quienes de una forma u otra mantienen con su interés todo esto.

  Hay una sensación de precipitación y liquidación que causa hasta pudor seguir viendo, escribiendo  o pensando en el programa no vaya a ser que hagamos demasiado ruido y molestemos o algo. Eso si, no dejéis de votar no vaya a ser que vuestro favorito se pueda quedar sin premio. No creo que la historia de este programa se merezca toda esta sinrazón de locura. Ya sé que se va a intentar por todos los medios darle a todo la apariencia de normalidad como si todo hubiese salido según los plazos y estaba previsto. Nada puede hacer pensar en imaginar lo contrario, y no sé como nos atrevemos a ponerlo  ni siquiera en duda… Por favor …

    Todo está preparado para que pensemos en Gran Hermano y nos olvidemos de todos estos rollos que no hacen sino provocarnos mala sangre, nos tenemos que dedicar a disfrutar de la final y centrarnos en aupar a nuestra favorita que quedan pocos días y muchas dudas encima de la mesa. Hoy, tenemos la semifinal de GH15, cualquiera que viera el titular pensaría en el aspecto, la estética rimbombante que lo rodea y se imaginaría una dosis de emoción que lo adornaría de realidad. La semifinal …  que bien suena.  Hoy echamos, mejor,  nos quitamos de en medio a tres que esto ya va contrarreloj, aún está todo en el aire y todo puede pasar, quedan apenas muy pocas horas y ya no hay marcha atrás, es ahora o nunca. Hasta ayer Alejandra estaría eliminada y esta noche saldría por la puerta, son de esas sorpresas con que Gran Hermano a veces nos sorprende, sorpresón  diría yo, que nadie por supuesto esperaría, un auténtico bombazo que haría saltar todas las alarmas. No todo es como parece, no debemos hacer caso a todo aquello que leemos.

   Si, la favorita del programa es Yolanda y ésta debe estar en la final, sí o sí, y lo estará. En condiciones normales los tres finalistas en realidad no coincidirían con los del marcador de votos, en realidad tendríamos unos finalistas inesperados, Hugo daría cuenta de ello y algunos nos sorprenderíamos del apoyo que en realidad tiene quien todos pensábamos que tenía cuando en realidad no es así y podríamos aplicar aquello de mucho, demasiado ruido y muy pocas nueces. Aún así, no preocuparos que todo ocurrirá según lo previsto. Así que no imaginemos muchas cosas raras que poco a poco irán desfilando aquellos que de una forma u otra entraban en nuestra quiniela, si no acertamos por el norte, acertaremos por el sur, pero en consecuencia más o menos todo saldrá según lo habíamos imaginado.

  ¿Os imagináis una final entre Yolanda, Alejandra y Paula? Qué fuerte, tío … tenemos la teoría del balancín hasta la mismísima final, hora de rupturas, traiciones o suicidios varios del primismo y una guerra sangrienta a cara descubierta donde se dejarían ver muchas cosas hasta ahora ocultas por “otras muchas cosas”, pero no habría tiempo si no queremos darle una ventaja a Paula que no podríamos tolerar. ¿Qué Paula ha ganado de calle? Lo dudo. Con eso no quiero decir que no pueda o vaya a ganar. Todo es posible. Pues claro que sí, como en todo buen Gran Hermano siempre hay un tanto de verdad como igual de mentira, todo es realidad o fantasía, perdernos en esa dicotomía mientras vamos quitándole el polvo al podium, en realidad el objetivo es claro, que haya la mayor parte de gente contenta. Y a otra cosa mariposa.

   Hemos de contar con el público silencioso para estas cosas. No todo aquello que se dice por las redes es del todo cierto sino a veces bastante interesado, pero nosotros estamos presentes cuando eso ocurre y radio “makuto” hace de las suyas, todos locos o casi. Hugo, estaría en la final en representación de todo ese público, Paula caería por pura inercia y a Yoli la auparía la divina providencia. Ya está,  la audiencia es soberana y GH una caja de sorpresas que mañana revolucionaría las redes. Traaaaanquis. Os dije que no os creyerais nada de lo que leéis en las redes. Bueno, un poco sí. Vamos a dejarlo en “fifty fifty”. Con lo cual, lo mejor es no confiar en nadie ni pensar en nada. Aún lo debemos de pensar mucho todos  … nosotros. Y ellos. Feliz Gala.