Son
la una de la madrugada. Sólo está despierto Fran en la radio,
hablando solo y escuchando música. Se acaba de ir Shaima que se
encontraba en la cabina junto a él, pero se estaba durmiendo. Los
demás duermen, y la casa permanece en silencio. Es la anatomía de
un instante en Gran Hermano. Podría ser un minuto cualquiera, un
momento puntual, pero si ahora escribiese que estoy viendo la misma
imagen desde hace una hora, que por la cabina de radio han pasado en
ese lapsus de tiempo, Omar, Lucía, Alfredo y Luis aparte de la
mencionada Shaima, podríamos estar pensando en otra cosa, pero no.
No nos equivoquemos, la hora no ha dado más de sí salvo algunas
canciones de Alejandro Sanz, J.L.Guerra o David Bisbal.
Durante
esa hora, Fran ha tenido tiempo de saludar a los taxistas de España,
a los conductores, a los hospitales y hasta los trabajadores de las
gasolineras, a Lucía en una de las apariciones de Shaima le ha dado
tiempo a preguntarle si había sentido algo por el guey, a lo que
ésta le ha respondido que su corazón ya estaba ocupado y que no iba
a desvelar si esa persona era de dentro o de fuera de la casa...
hemos tenido tiempo también de saber que la casa está llena de
moscas y que los insecticidas que le pasan no son nada efectivos y
que el mejor arma que se utiliza es un viejo trapo. El realizador nos
ha mostrado un precioso plano de la pareja de moda, Omar y Lucía, en
una memorable escena en el cuarto de baño un poco antes de irse a
dormir, cepillándose los dientes. También hemos podido ver durante
un fugaz momento a Yoli durmiendo a pierna suelta y a algunos de los
concursantes desvelarse poco a poco y después de darle la novedad a
Fran que permanecía de guardia acercarse a la cocina para usar el
mejor remedio infalible para combatirlo, un buen vaso de colacao bien
cargadito. Eso a éstas horas, hasta puede parecer normal. Es la
anatomía de toda una hora de madrugada completa.
O
eso pensaba yo, hasta que he visto aparecer la imagen de Shaima
sentada en uno de los sillones del salón, pensativa, mientras Fran
seguía con sus monólogos en la cabina de radio. Como un fantasma
acaba de aparecer Azahara desde su habitación quejándose de que no
puede dormir, lo comenta con Shaima mientras Fran empieza a
despedirse él solito de su, imagino, aburrida audiencia. Las dos se
dirigen a la cabina de radio, hoy por lo visto les han dejado más
tiempo del normal y se está convirtiendo en el centro de operaciones
de una madrugada aburrida. Hago una pausa, me preparo un café
mientras ellas siguen poniendo canciones, discuten un poco por el
estilo de música y apenas median algunas palabras intrascendentes.
Comentan algunas cosas de la casa, Shamy apela al complot de la
pareja y Azahara no le da mucho crédito. Siguen poniendo canciones.
Al
fondo aparece otro nuevo fantasma, es Alfredo que también anda un
poco desvelado. Se hacen unas fotos para twitter, y siguen con la
radio, siguen discutiendo sobre el estilo de música, Shaima
prefiere la música romántica y Aza prefiere algo más rítmico. Al
fin le cierran la radio, no tienen muchas ganas de dormir aunque
llevan ya bastante rato diciendo que se tienen que ir a dormir, se
sientan los tres en el sofá y se ponen manos a la obra con una de
esas charlas típicas de madrugada en las que te pones a hablar de
todo sin apenas decir nada, se tocan todos los palos y se va saltando
de una cosa a otra como un encadenados pero sin ninguna continuidad.
Hablar de lo humano y de lo divino, o sea, de nada en concreto. El
realizador que es un amigo, de vez en cuando nos manda la cámara a
la habitación a darnos unos planos del resto de fantasmas, los que
duermen a pierna suelta, como está siendo la noche tan divertida el
hombre ha querido colaborar un poquito.
Aprovecho
que siguen de charla insustancial para rememorar mis tiempos de
campamento, cuando en mitad de la madrugada nos levantábamos y poco
a poco alguien iba apareciendo, al final parecíamos unos héroes por
eso de no dormir, unos valientes mientras el resto hacia lo que todo
el mundo solía hacer a eso de las tres de la madrugada, dormir. A la
mañana siguiente cuando lo comentábamos, los otros nos miraban con
una cara de sorprendidos como si hubiesen perdido la oportunidad de
su vida.
Vuelvo
tras el nostálgico receso al salón de la casa y me los encuentro en
esa fase típica de soltar de vez en cuando alguna chorrada de esas
que no tienen gracia pero que a ellos mismos les anima, y se
animan.... ya a cada comentario le va siguiendo algún chascarrillo,
y entramos en ese momento trascendental de la noche en que van
apareciendo argumentos nuevos, vamos de un sitio para otro en una
dialéctica difícil de precisar, intercalada de anécdotas,
experiencias, recuerdos entremezclados con algún que otro bostezo,
pero cuando le toca a uno la palabra y le toca contar lo suyo se
tiene la sensación como de venirse arriba, todo parece entonces más
interesante, y aunque a alguno se le escapa eso de "vámonos ya a dormir", siempre pensamos eso de, ya, cuando termine.
Al
final, sin darse cuenta ni saber cómo, alguna fuerza especial da
como terminada la conversación, ahora si, ya se levantan todos al
mismo tiempo y enfilan hacia la habitación, después de darse cuatro
o cinco veces las buenas noches, por fin se disponen a retirarse. Es
el momento de los últimos cuchicheos, el miedo a hacer ruido o
despertar a los demás, todo es ficticio, en realidad casi preferimos
que alguno se despierte y nos vea, así, como héroes o valientes a
punto de irse a la cama.
Son
ya las tres y diez, y el realizador ha vuelto de nuevo a enfocar a
los fantasmas que duermen a pierna suelta, hasta que en un momento
dado dirige el foco hasta el salón. Es Alfredo, que sale de fumarse,
¿cómo dicen? la última piña de antes de dormir. Sonreímos,
parece que hay vida, es la luz la que nos da esa falsa esperanza,
pero pronto se desvanece y nos mandan otra vez a las de infrarojos.
El súper está despierto, y ante los últimos cuchicheos de Shaima y
Aza les advierte que se pongan el micro si van a hablar, desisten,
pasan.... ya están todos metidos en la cama. Nota mental, jamás
había visto a un fantasma dormir con el velo puesto.
Bueno,
seguramente, ha sido un día duro para ellos. La prueba a la que los
tienen sometidos les está desgastando demasiado durante el día y
les hace caer rendidos nada más empezar la noche. Por eso, esta
madrugada quizás haya tenido tanta relevancia, ha sido una
consecuencia del día, posiblemente uno de los más anodinos de la
historia de Gran Hermano. La anatomía de un instante demasiado
largo, una radiografía de la nada con la que de vez en cuando nos
regalan los concursantes de la casa. Como veis, hoy no tenía mucho
que contar, lo del título no es peyorativo precisamente hacia esos
que al menos nos han acompañado durante unas horas, esos han sido
unos valientes, más bien en una noche como ésta y en un día como
éste, mi pensamiento tendía a generalizar.
204 comentarios:
«El más antiguo ‹Más antiguo 201 – 204 de 204Dulces sueños si queda alguien!
Sí Citrulina, a Lucía se le ha subido el vino de la cena romántica y también pone vocecitas, qué cruz, pero bueno, al menos lo suyo es en breves periodos y no tiene el timbre insoportable de la otra (que no sé donde anda, hace un montón que no la enfocan, no sé si está durmiendo la mona o no quieren enfocarnosla en el estado en el que esté...)
Misay, se te entiende perfectamente y coincido en casi todo lo que dices, escribe más mujer que no me vendría mal una ayudita para defender a Lucía!. Me pasa como a ti, por ahora la que más me gusta es Alejandra pero falta luz propia en esa casa...
Buenas noches Samael, ¿4 horas? :S GH acaba con nosotros cualquier año de estos! jajaja
Bueno, pues parece que cierro el chiringuito hoy, jeje. Nada que rascar en la casa. A Paula ya la han enfocado en su cama durmiendo a pierna suelta, sola, pero poco después ha ido Luis a acostarse en la cama de al lado aunque bien alejadito (creo que ha esperado a que estuviera bien dormida jaja). En el salón están Lucía, Omar y Alfredo. El resto creo que duermen todos y yo voy a hacer lo mismo.
Hasta mañana!
Si Chocolate, aquí estoy en pie de nuevo, metido en un tren. Al final han sido casi 5 horas pero ficho, así que lo que me retrase lo tardo de mas en salir. Desde luego este año GH tiene pinta de acabar conmigo. Ayer me eché casi dos horas de siesta.
Voy a leer lo que Misay y túescribisteis anoche y después el gato. Es cómo si tuviera tarea pendiente.
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