LA DAMA DE LAS CAMELIAS

   Noche de gala y por tanto en la casa, jornada de reflexión. El día dio poco de sí, no superaron la prueba por primera vez en lo que va de edición y la noche la dedicaron a ultimar nominaciones. De los tres nominados, Lucía fue la que peor lo estaba llevando, supongo que pensando en posibles fantasmas se la veía un poco nerviosa, el miedo a la posibilidad de ser la elegida para abandonar la casa no era el escenario soñado por ella a estas alturas. Supongo que pensar en que todo termine le inquieta más de lo habitual, dudo de que sus expectativas hayan terminado de cumplirse como ella hubiese deseado, lo mismo tiene la impresión de que no todo lo deja bien atado y se marcharía con demasiados cabos sueltos. Le incomoda dejar de nuevo a Omar en la casa sin tenerla a ella cerca y bajo el acecho del fantasma de Paula. Algo no lo ve claro. Omar está demasiado tranquilo y Jonathan sigue siendo ambiguo hasta para saber lo que realmente quiere, si marcharse a recuperar a “su personita de fuera” o permanecer en la casa viviendo la experiencia.

   Supongo que nos darán una buena sesión de vídeos de la pareja, la hora sin cámaras sigue aún inédita para nosotros y darán cuenta de ello, ha habido conversaciones interesantes que nos recordarán y si como es previsible sale Lucía tendremos una jugosa entrevista con profusión de vídeos polémicos. Volveremos a tener como argumento al trío en todas sus vertientes que se completarán con unas nominaciones quizás menos emocionantes que las de la última semana. Todo parece muy previsible y no quiero ser agorero, así que haremos un esfuerzo por imaginar cualquier otro escenario que nos pudiese sorprender.

  Hace unos días nos sorprendieron en Sálvame con la noticia de que Aitor, el defensor y amigo de Omar había podido tener una relación con Lucía sin que éste lo supiera. Me pregunto quién habría podido filtrar esta información en la semana en que ella se encuentra nominada, quien lo hubiese hecho lo hizo con toda la intención, la cadena está encantada y sus guionistas mucho más, se vuelve a estirar la goma y se nos podría abrir un nuevo campo de posibilidades. Imaginemos por un momento que se le invita a Aitor a subir esta noche a la casa de visita, descartado de la sala de expulsiones  Jonathan quien según el debate tendría menos votos, nos encontraríamos con Omar y Lucía, solos en la sala de expulsión, se abre la puerta y aparece Aitor. Lucía lo sabe, Omar no, pero es su defensor. Tiempo tendrían para hablar aunque sea poco, y que él o ella le confesase la infidelidad. Todo es una película, no me hagáis mucho caso. Pero imaginaros por un momento el abanico de posibilidades que se le abriría a los guionistas para seguir haciendo la goma.

   Un nuevo escenario. Omar, sabedor de todo, regresa a la casa, y por la puerta de salida se van Lucía y Aitor. La bomba estaría servida y un nuevo giro reemplazaría todo lo visto hasta ahora. El concurso entraría en una nueva fase tanto dentro como fuera, los ríos de tinta volverían a verter y la expectación por ver la reacción de Omar dentro de la casa en otras circunstancias sería inusitada, máxime si por despecho o venganza aplica la misma medicina que al principio y se vuelve al inicio de todo. Paula se convertiría otra vez en el centro de atención y se vislumbraría un nuevo horizonte, pero todas las puertas permanecerían abiertas con el añadido de esa incógnita llamada Luis que a estas horas está compartiendo cama con Paula.

   Sería inevitable volver a retomar la teoría de la conspiración con la aquiescencia de la organización, todos tendríamos la sensación de que el culebrón habría adquirido tintes sospechosos, no sería ni medianamente normal, ya que serían demasiadas las personas implicadas en la trama y tendría visos de encontrarnos todos ante un verdadero golpe de estado contra la esencia del concurso. Ya parece sospechoso que la trama del hermano desconocido haya pasado casi de puntillas sin que la organización hubiese hecho nada por sacarle mayor rendimiento y que Omar en este caso se esté viendo rodeado de toda una camarilla de personajes pululando a su alrededor por unas circunstancias o por otras que entran, salen, aparecen, desaparecen, etc. etc.

  Todo parece el perfecto argumento de una película de suspense, ideal para amenizar una gala con sospechas de ser monotemática y demasiado previsible. Gran Hermano podría adquirir una nueva dimensión donde nada es lo que parece y donde de repente se rompen todos los esquemas haciendo saltar por los aires todo lo visto en las anteriores quince ediciones. Un nuevo tipo de concurso donde la competición se confunde con la ficción, donde la realidad se difumina en una convivencia guionizada y donde los concursantes son en realidad actores aficionadillos a entrar en el mundo de la fama y la farándula. ¿O es que acaso nadie ha sospechado nunca de la frialdad con que Omar soporta todo lo que está aconteciéndole? ¿Es que ha nadie le ha extrañado la actitud de Lucía y el cambio radical de su personaje desde el primer día hasta ahora? ¿O acaso todo el mundo ha aceptado el comportamiento de Paula como normal sin que notase nada extraño en sus diferentes estados?. Feliz Gala.