CARTAS MARCADAS

  El ambiente está tenso y la espera es angustiosa. En el fondo solo son aureolas de vanidad escondidas tras un fundamentalismo rácano y tergiversado, saltarse los tiempos para embaucar al inocente y que caiga en su trampa, degradarse para hacer granhermanología de postura original y fácil, saltarse los límites de la lógica para caer en el barro desechado por todos los demás y así parecer auténtico. Qué permisiva es la historia con aquellos que continuamente la maltratan y reniegan de ella como si nunca hubiese existido y que frágil la memoria, es un reflejo fiel de un Kristian cualquiera de la vida que para aparentar ser aquello que no se es siempre señala a los demás con demagogias de catecismo, todos a mi porque yo os guiaré por la senda de la verdad, parecía decir, asustado de quedarse el último y abriéndose paso a codazos para chupar cámara, y una vez colocado en primera línea y cegado de flashes amanecer desnortado cada mañana un poquito más, aún conserva su séquito fiel e igual de ataviado en su mentira, en el engaño permisivo y consentido que le ha hecho engordar de un éxito efímero y exagerado.

   Las cámaras nunca engañan, al igual que las palabras y de todo queda constancia, la cobardía solo es un mecanismo más de autodefensa, tirar la piedra y esconder la mano como los pusilánimes que poco o muy poco tienen que ofrecer, solo fachada y a veces ni eso, hueca palabrería escondida detrás de un “yo” sobreactuado al que adorar cada día. La verdad no es exclusiva, todos sabemos mirar y algunos hasta observar, hacer de la mierda un cuento de príncipes y princesas solo es creíble para aquellos que apenas saben leer entre líneas. Su argumento es repetitivo y edulcorado, parece tangible y hasta algunos pican, que inocente es la memoria. A mí, mis vasallos, parecía gritar, pero que fuerza me trasmite, oh, dios de la verdad más absoluta, reencarnación del bien y de la perfección, espejo de la humildad, no penséis en la victoria final sino en el disfrute, en lo bien que lo pasamos, las risas que nos echamos y en todo lo que disfrutamos, sin mí nada tendría sentido y os adoro por eso. Pero en la noche, en la soledad de la oscuridad a veces tengo miedo,  mucho miedo.  Algunos fantasmas acechan, le instiga el temor a ser descubierto, descubierta su verdad o descubierta su mentira.

 No es plausible decantarse por un resultado. Se acerca el final, nada parece tener su lógica, sino deseos y la providencia a veces es juguetona, el resto son castillos en el aire. Cuatro concursantes y un solo destino,  otros tres me sobran. Raki ya no puede dar más de sí y los otros dos, Nacho y Juan Carlos solo son anomalías de la edición. Cinco cartas y de ellas sobra una. El juego está planteado así. O Kristian o Igor. O Igor o Kristian, ya venían marcadas y ahora solo queda elegir.

  Igor llega muy desgastado a esta fase final, exprimido hasta la saciedad, cansado y tocado. Dos partes en un solo concurso. Su desgaste le viene de su primera parte, en la segunda ha cumplido. Sus fuerzas parecen que flaquean, pero es vasco, y duro, lo que pasa es que no depende de él, ya lo ha dado todo. Ha sido utilizado como bálsamo donde aliviar muchas de las desgracias de la edición.  Su protagonismo es innegable y su actualidad  reseteada  semana a semana. Está en el punto de mira desde hace bastante tiempo y eso le puede rentar de la misma forma que restar por cansancio y agotamiento, a éstas alturas nada puede o debe ser definitivo, están sujetos a un destino que no les pertenece y es la hora de externalizar sus conductas. Ningún concursante se ha puesto a prueba tanto como a Igor, y hasta ahora ha resistido. Eso no se puede pasar por alto. En su segunda etapa su actitud es innegable y merecedora de ser recompensada, su tara definitiva que le impide ganar procede de la primera, se ha recompuesto y ha acelerado, ha esprintado incluso, pero la lógica le impide ganar, es la propia física del concurso la que no le va a perdonar, quizás por poco, o por mucho, ésta noche saldremos de dudas, pero su esfuerzo se merece resaltar. 

  Existe un componente difícil de evaluar en éste jugador y que está siendo definitivo en su progreso, Igor está siendo diana puntual de las desgracias de los demás, está recogiendo las iras de los demás en su propio beneficio y ese fenómeno puede no estar muy controlado, la campaña que se está haciendo en contra de él desde distintos ámbitos está siendo brutal, empezando por la propia organización que para lo suyo le viene bien, eso en Gran Hermano puede ser hasta contraproducente si nos tuviésemos que atener a la lógica y a la historia, se le está victimizando, se le está utilizando y en ocasiones de manera burda e interesadamente injusta, eso puede provocar un efecto reacción de simpatía y de protección que le puede aupar a la mismísima final. Su contrincante esta noche no es otro que Kristian, otro de los protagonistas de la edición. El protagonismo no viene etiquetado, puede serlo para bien o para mal, ambos lo son y de ahí las dudas que anteceden a la expulsión, ambos tienen razones para ganar de la misma manera que las tienen para perder. Todo está escrito y reflejado, incluso en ésta misma entrada. Dejo la expulsión aparte, ya que no hay argumento nuevo que modificar, la suerte depende de las llamadas, de las simpatías o antipatías de la gente y el resultado es lo único que queda saber de ellos, hablo del día después, de esa línea que traspasa la hora de la expulsión y nos meta de lleno en la hora de la verdad. Solo quedarán de cinco, tres. Susana, Desi y Álvaro.

  Ayer, mariman, dijo algo curioso en uno de sus comentarios acerca de Desi, se extrañaba de la poca repercusión que estaban teniendo algunas actitudes de la sevillana, sobre todo las negativas. Desi, en ésta edición se ha convertido en un fenómeno y no ha sido por ella. Igual de extrema es su personalidad como ha sido su concurso. Dejando de lado la demagogia que se cierne alrededor de su condición que entiendo no es relevante para el concurso para nada, porque si no, sí que estaríamos cometiendo un gravísimo error, su actitud en el concurso como dije, ha sido extrema. En ella no hay grises ni términos medios, o se la odia o se la diviniza, ya no digo, se le quiere, se la sube a un pedestal. Si extremo es su carácter y extremo su concurso, más extrema aún es su defensa. Sin embargo, y ahí, si que tiene razón mariman, su rechazo está siendo silenciado de una forma un poco sospechosa. Entiendo que puedan haber perjuicios soterrados tras ese no complicarse la vida con escribir o decir cosas que puedan generar controversia o malentendidos, es una postura de comodidad o de evitar tentaciones, no de mentir o pensar distinto solo prudencia. Su concurso, claro que ha sido criticado, y algunos de sus actos han sido rechazados de pleno, pero es cierto que la gente huye de esos extremos precisamente a la que ella misma nos quiere conducir o algunos de los que la defienden.

  La evidencia del favoritismo al que estamos siendo sometidos durante las galas, los debates y los resúmenes resulta innegable y ya ha sido ampliamente comentado. Dessi, creo que lo dije en una entrada hace poco, es el juguete de la organización y como tal está siendo utilizado para lo suyo, y por eso va a resultar premiada con un puesto en la final en atención a sus servicios prestados, eso no creo que se le escape a nadie. Quién quiera verlo de otra manera se está engañando a sí mismo. Prefiero hablar de su concurso, y éste ha estado argumentado por sus excentricidades tanto en las formas como en los modos, sus manías persecutorias hacia algún concursante elegido al azar y de forma absurda o sus salidas de tono verbales.  Todos estos extremos no se han valorado con la objetividad que a cualquier otro concursante se le exige, existe un trasfondo de hipocresía en la valoración de su concurso donde hasta lo malo se le aplaude y se le transforma en gracioso. Es una etiqueta impuesta desde arriba y apoyada en algunos grupos con poca argumentación sólida. Se la apadrina artificialmente en honor a su idiosincrasia, sus formas de hablar o sus gestos peculiares y se la convierte en única y especial, pero en general se la protege en aras de su humor y de la diversión que  hipotéticamente está generando.

  Todo en ella transcurre alrededor del sentido del humor, por momentos parece que es la que más está siendo utilizada de forma descarada y como cobaya de circo, sin querer y con esa defensa tan poco consistente en realidad la están convirtiendo en el verdadero payaso del circo, de ahí, también puede venir dada la prudencia en no entrar en semejante juego. El sentido el humor es personal e intransferible, cuando te lo imponen como norma obligada deja hasta de parecerlo y extremar aún más su rechazo. Ese tic de anormalidad a que están sometiendo a Desi, bien enalteciéndola, bien abusando de ella o bien protegiéndola no hace sino corroborar más su discutido concurso. Como en todos los concursantes, habrá gente a la que caiga mejor y a quien caiga peor, quien se ría con ella y a quien no le parezcan graciosos sus actos, eso no es discutible, lo que lo es, es hacer de sus cosas un dogma al que necesariamente haya que creer. Lo que es innegable es su atrevimiento, y eso en una edición tan plana como la actual es un plus más que suficiente como para que llegue a la final.

  Tenemos la carta de Álvaro. Ya hemos hablado mucho de él. Al igual que Igor, no llega por mera cuestión física. Su concurso ha sido interesante, tal vez le haya faltado un poco de ese atrevimiento que ha exagerado Desi. Su dúo con ella ha resultado afectivo y le ha otorgado una naturalidad cercana al espectador, pero no nos engañemos, un espectador hastiado y cansado de la planicie de los demás concursantes, ha actuado como chispa, un brote verde entre tanto desierto, ha cuajado un excelente concurso a tenor de sus circunstancias, ayer mismo habló con Kristian y le dijo todo aquello que ninguno de los otros ha sido capaz de hacer durante cuatro meses, la simple verdad de lo que piensa, tan sencillo como eso. ¿Es suficiente?. Me temo que no. ¿Es saludable? Por supuesto, y encima agradecidos de que lo haga.  Pero de ahí a caer en la tentación de elevarlo a los altares, solo hablaría de la poca personalidad de los demás concursantes, cosa que estamos saturados de decir durante cuatro meses.

  Nos queda la carta más marcada, la de Susana, que entiendo merece un capítulo aparte o esto se puede hacer eterno. Solo un apunte. No os creáis nada de lo definitivo de esta noche para su concurso, solo son estrategias desesperadas para dirimir una guerra que no es la suya. Su concurso es mucho más que todo eso y en nada puede quedar supeditado al concurso de los demás. A estas alturas, que cada palo aguante su vela, es Gran Hermano.