Un día de guante blanco, de esos que
“sorprendentemente” ahora les gusta a la organización. Buen
rollito, prolongaciones en horizontal varias durante la mañana y
solo el enfado de Miguel con el mundo a cuenta del Sr Burns sacó del
hastío a la mañana de ayer, la tarde discurrió sin problemas
claro, la prueba les tuvo entretenidos y cuando terminaron una buena
dosis de gym y los preparativos para una fiesta egipcia. Esta se
presentó con su cuota habitual de selfies variados y bailes frente
al espejo. Lo más destacado esta mañana en los informativos
“granhermaniles” fue la postfiesta donde Bea y Rodri estuvieron
enfadados seguramente por alguna tontería y terminaron la noche
durmiendo por separado. Las bromitas típicas de Adara y Meri cuando
están a punto de dormirse ayer volvieron a reaparecer para finalizar
la jornada con recuerdos hacia la familia Telerín.
Ayer nos fueron filtradas algunas cosas
por parte de la organización de la ya famosa “otra hora sin
cámaras” y nos brindaron parte del discurso del súper hacia los
concursantes y una porción de lo que ocurrió durante esa famosa
hora que tanto ha hecho cambiar la casa. También se nos fue
abasteciendo a modo de filtración con otra parte del confesionario
de Miguel donde “una vez más” se nos indicó lo dispuesto que
estaba a abandonar la casa y parte de su discurso “pseudofilosófico”
a cuenta de un huevo y una jaula, metáfora recurrente para
diseccionar la anhelada vuelta a su preciada libertad y su nuevo
status actual. Y ahora qué, me preguntaba, podríamos volver a
repetir un día más lo escrito y leído hasta la saciedad de un
comportamiento reiterativo entre los concursantes que quedan y las
supuestas tramas que los sustentan, insistir en el bucle Meri con
Alain, las matrimoniadas de Rodri y Bea, la nueva configuración de
Miguel o el status quo en que se encuentra Adara. Sería extenuante y
poco original, el directo habla por sí solo. ¿O nos damos una
vuelta por las redes y tanteamos la situación del concurso a este
lado del muro?. Nada cambia. La organización lo ha previsto de tal
manera que las posturas están más que consolidadas a estas alturas,
solo un atisbo de carpeterismo débil resurge de vez en cuando con
las matrimoniadas de Rodrigo y Bea a cuenta de su propia adicción al
mundo del “hamor”.
Adara sí o Adara no. “¿Cuál es la
más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la
fortuna injusta, u oponer los brazos a este torrente de calamidades,
y darles fin con atrevida resistencia?” “To be, or not to be... I
there's the point...”. Efectivamente esa es la cuestión, como bien
decía Shakespeare en su famosa obra y que discurría alrededor de la
locura ya sea real o fingida y de la transformación del dolor en
inquebrantable ira. Curioso. Sirva este encabezamiento de Hamlet para
profundizar en la temática que intuyo más se plantea todo el
universo Gran Hermano en estos momentos, el destino lo ha querido así
desde que abandonó Bárbara. Ni la exaltación del estrellato a una
Bea sobrevalorada ni la resurrección de Miguel a pesar de sus
milongas, no se habla de otra cosa. Tanto por parte de los que la
defienden como por parte de los que la atacan...
Esto es un blog de opinión. Libre. Y
cualquiera de ellas, sean coincidentes o no con la propia tienen
cabida en el panel de comentarios. Como cada año llegados a este
punto del concurso suelen surgir discrepancias entre los defensores
de unos u otros concursantes, pienso que forma parte misma del propio
concurso y le otorga esa chispa que quizás nos sea negada por su vía
natural que debería ser la propia casa. Este blog no es ajeno a los
demás, ni a las diferentes redes ni a los canales de información
oficiales, a todos nos compete la misma historia y por tanto nuestras
reacciones no viven al margen, dichas discrepancias no son solo
potestad nuestra sino que forman parte de la presente edición sea
cual sea el canal por el que se siga. Cada uno tiene la suya,
respetable por supuesto y solo encaminada en todo caso a enriquecer
más si cabe la propia edición. Y la mía creo que hasta ahora no ha
sido muy clara aunque según he podido comprobar bastante
interpretada.
Adara no es mi favorita. Mi favorita
siempre fue Bárbara, para mí la protagonista absoluta de la edición
y a mi modesto entender la máxima merecedora del triunfo final.
¿Porqué? Por todo. Absolutamente por todo lo que nos dio y porque
es de justicia reconocer que gracias a ella que se echó toda la
edición a sus espaldas muchos de nosotros aún seguimos enganchados
a ella. Y lo digo así de claro. Si no hubiese sido por ella esta
edición hubiese sido infumable de todas todas, es mi opinión,
claro. Las perspectivas de la organización con sus tejemenejes se
fueron muy pronto al traste ya que lo apostaron todo al devenir de
las carpetas, pronto vimos que eso no funcionaría por mucho empeño
que le ponían, no se puede ir contra natura en un programa como Gran
Hermano por muy estudiada que tengas la edición y cuando todo
parecía que iba a ser un camino sin retorno apareció ella, Bárbara,
y revolucionó el concurso. Podríamos tirarnos horas desglosando su
papel en la casa, su protagonismo y su antagonismo, sus causas y las
consecuencias, sus peleas, sus gritos, su valentía y su cobardía,
sus miedos o sus llantos, sería injusto, ella ya no está y no
merece la pena. Pero era mi favorita y lo quería decir.
Ahora la cuestión es como dije en
párrafos anteriores, Adara sí o Adara no. Es lo que sobrevive a
pesar de Bea, de Miguel y de todos los demás. También es mi opinión
y no intento despreciar absolutamente a nadie, sino centrar mi
exposición. Adara es una consecuencia de Bárbara, si la alicantina
siguiese concursando estaríamos a estas alturas dilucidando otro
debate bien distinto que giraría en torno estoy seguro a ellas dos,
pero no es el caso. No me ha gustado el papel de Adara en la casa,
pienso que podría haber sido mucho más fiel a sí misma si
pudiésemos borrar de un plumazo muchas de sus actitudes que entiendo
puedan poner bajo sospecha a aquellos que la critican. No me gustó
la premura con que buscó carpeta en los primeros días, no me gusta
el aislamiento que busca cuando las cosas no vienen bien dadas, me
cansa mucho la reiteración de su discurso y la nula disponibilidad a
debatir con sosiego, su cabezonería a veces le hace extremar sus
formas, si la observamos friamente su concurso ha sido muy simplista,
Bárbara, Pol, Meritxell, su círculo más íntimo. Nunca me gustó
la poca determinación que tuvo con Pol cuando este la humillaba ante
sus compañeros, no me gustó su relación ni su carpeta, siempre la
vi bastante impostada y carente de veracidad, la adolescente actitud
de su lenguaje verbal y corporal con su pareja me sacaba de quicio,
tampoco me gustan las provocaciones facilonas porque sí, es algo que
no logro entender.
Adara teniendo en cuenta las actitudes
descritas me parecería una concursante absolutamente prescindible,
una más... Sin embargo eso mismo que he visto en ella, pienso que no
le ha ido mal si me atengo al protagonismo que ha tenido y está
teniendo en la edición. Lo podría llamar aquí mismo el “fenómeno
Adara”. ¿Cómo una concursante tan limitada puede suscitar tanto
odio y tanto amor al mismo tiempo? Curioso. Eso mismo es lo que más
se demanda en un perfil Gran Hermano. Que no pase desapercibido, para
bien o para mal. Y desde aquí arranco el punto de mi defensa. Ya me
es menos prescindible un concursante si genera en torno suyo todas
las filias y todas las fobias habidas y por haber. Hace que la
observe, al menos no me pasa tan desapercibida como la había
dibujado al principio. Se llama interés, y de ahí a interesante
solo hay una linea muy delgada.
También ha sido valiente, y eso en un
concursante siempre es de elogiar. Adara nunca tuvo ningún reparo en
enfrentarse contra aquello que no consideraba justo, con su
comportamiento o con sus neuras, con sus gritos o sus repeticiones...
nunca se escondió ni se evadió detrás de un silencio para sacar
crédito, no le importó lo que los demás dijeran o pensasen,
simplemente los rebatió, defendió su intimidad hasta el final y
jamás aceptó que nadie le dijese lo que tenía o no tenía que
hacer, quizás su personalidad fuese cuestionada pero ella la
defendió con uñas y dientes sin temblarle la voz, fue consecuente
con sus actos, algunos malos como ya dije, pero consecuente hasta el
final y consciente de ellos. Su fidelidad ha estado a prueba de bomba
y sobre ella ha asentado su concurso, su desparpajo suicida en no
comulgar con las ruedas del molino que sus compañeros le ofrecían,
ha sido fiel a su forma de pensar aún a riesgo de caer más de una
vez por el precipicio, ha peleado hasta la última gota de su verdad
o lo que ella siempre ha creído era su verdad.
No podemos afirmar
que se lo ha pasado bien o se ha divertido, que ha tenido una feliz
convivencia ni que se ha hartado de reir, pero sí que ha disfrutado
Gran Hermano a su manera, y esa no está escrita en ningún sitio. Ha
luchado, peleado, defendido, ha vivido intensamente cualquier
oportunidad que se le presentase, ha arriesgado mucho. Su papel en la
casa no ha sido fácil desde el primer día, se ha sentido atacada y
acorralada desde todos los lados, primero con Bárbara, después
sola, sin embargo ha sobrevivido con firmeza y valentía, sin
esconderse, haciendo frente a las dificultades. Ha tenido momentos de
bajón que la han debilitado a veces ayudándola a mostrar su lado
más humano, en definitiva ha sido real. Nos guste o no. También
podría seguir lineas y lineas, pero todos lo hemos visto, luego la
piel de cada uno interpretará la realidad a su propio gusto. Esta es
la mia.
¿Podría ser Adara una ganadora por
descarte? Podría ser. Por descarte de los demás. Ninguno me ha
atrapado, ni ellos ni sus tramas, y en la famosa linea que solemos
trazar para intentar ser un poco justos, Adara tiene un sitio
preferente. Los demás no, por un sinfín de razones también. No me
ha llenado, pero reconozco el valor de su concurso, reconozco su
protagonismo en una edición descafeinada y reconozco el enorme
mérito que supone estar enfrentada desde el primer minuto a los
demás compañeros de convivencia, eso no todo el mundo es capaz de
soportar, ella lo ha hecho y lo ha hecho bastante bien. Para mí será una merecida ganadora... según se ha desarrollado la edición.