LOS CUATRO DE LA FINAL

  Si después de tener un guión preparado de sesenta y siete páginas, tres expulsados con sus tres entrevistas, el nombramiento de los finalistas, tres votaciones dos de ellas en directo y hasta la canción del tiburón, la memoria de la gala habría que resumirla con un “monográfico de Desi” es que algo no se tuvo que haber hecho bien. O los que escribieron ese tochaco de guión lo hicieron en braille o de nuevo nos tomaron el pelo, porque tener que ver repeticiones de los mismos videos hasta tres veces,  soportar el bazar chino de las rebajas de mercamerche haciendo promociones de su libro, acordándose de no se cuantas enfermedades,  tropecientos tipos de plantas y vestuarios varios incluido zapatos fosforitos,  de la sanidad pública, de los americanos, hasta del mismísimo Rajoy  y haciendo publi gratuita de su diario D, lo normal es que la gente a la hora de acordarse de la gala acabe reconociendo inexorablemente que fue otro auténtico peñazo.

  Pero vayamos por partes. Después de casi tres semanas anunciando el final ya por fin tenemos finalistas: Susana, Igor, Raki y Desi. Como estaba previsto salió Juan Carlos para a continuación abrir las líneas para votar ganador… por dos veces. ¿Por dos veces ganador? No, por dos veces se abrieron las líneas, y no estoy bromeando. Me explico. Si lo anunciado era que se abrirían las líneas para elegir los favoritos y los dos que menos votos obtuvieran serian expulsados, ¿porqué se tuvieron que abrir la líneas por segunda vez, si de nuevo se volvería a elegir lo mismo?. Podríamos ser un poco retorcidos y pensar en darle una nueva oportunidad a todos esos miles de votantes que querían a Nacho como ganador y que eligieran a otro, o ser un poco más retorcidos aún y pensar simplemente en hacer más caja, o aún ser más retorcidos  si cabe y pensar que los dos últimos de la primera votación no serían los mismos que los dos últimos de la segunda votación. Y ahí, hasta se podría elegir. 

  Álvaro podría no tener  muchos detractores, con lo cual se podría haber dado una pequeña diferencia entre la primera votación y la segunda, quien me puede asegurar a mi que durante esa primera votación sería Álvaro uno de los dos concursantes con menos votos y que a poco que hubiese recibido cierto número de votos para ganador no hubiese prevalecido el voto detractor de Desi, que se supone  los tiene en mayor número que Álvaro, si en definitiva se votaba para lo mismo, para elegir ganador, ¿no?. ¿No teníamos ya en la primera votación a los cuatro finalistas y a los dos con menos votos?. Una cosa estaba clara, ambos tenían seguidores, pero uno de ellos tenía más detractores que otro, si tomamos como referencia esa variable, ¿porqué no habríamos de suponer que en la segunda votación el voto de éstos no habría ido a parar al otro?. Quizás la clave pudo estar en algún invitado inesperado venido de la mano del voto wallista que hubiese roto algún esquema como por ejemplo Raki y descuadrara un poco ese gran guión debidamente preparado.

  Alejándonos de esa realidad paralela presentada por Mercedes Milá llamada gala uno de los hechos llamativos de la noche fue sin duda  ese, la expulsión de Álvaro,  no entendida por mucha parte de la audiencia y totalmente inesperada. La sensación que se tuvo a partir de ese momento fue más bien agridulce, como si cierto sabor raro de boca se hubiese quedado en el ambiente. Lo que estaba claro es que la mayoría de las quinielas acertaron en la proclamación de Susana e Igor como máximos favoritos y sobre los que apenas recayeron motas de duda alguna. Mis previsiones de hace unos días solo fallaron en Raki, personalmente habría preferido esa misma final con Álvaro en su puesto. Aún así, me parece una final más que justa.

  De la gala poco hay que resaltar, me pareció una gala sin apenas emoción ni chispa, carente del más mínimo interés y más bien sosita. Las entrevistas apenas dieron mucho de sí salvo anécdotas contadas como la de que a punto estuvimos de haber hecho resucitar ese vértigo que tanto se nos repitió durante la noche y que podría haber venido de la mano de Juan Carlos al no desplegarse las escaleras de plató, el recule de Mercedes en algunos aspectos con respecto a los gemelos y la propia Sonia, a quien vimos especialmente “reventada” y esa risa malévola de Álvaro que tras ser recibido con una gran ovación nos dio muestras de esa gran tibieza que atesora y que sin duda nos ha dejado ese sabor de boca tan peculiar, las despedidas solo tuvo la nota discordante de un Juan Carlos doblemente reventado contra Igor y que no merece la pena ni subrayar. De nuevo el ambiente de plató se mostró hostil contra el vasco y de nuevo perfectamente contrarrestado por la elegante defensa de su madre.

  Susana me parece una candidata perfecta para ganar el concurso. Ha sido una concursante perspicaz que lo ha sabido leer de manera aguda, quizás haya fallado un poco en su ejecución y  no haya sido tan brillante como en su lectura.  Ha demostrado personalidad, sinceridad, valentía y sensibilidad, para una edición tan plana como la que hemos vivido ha sido capaz de mantener un equilibrio en su conducta y ser perseverante en sus ideas. Ha sido la mejor imagen de un concurso agreste, comedida y racional, prudente y metódica, su carcasa es incuestionable aunque quizás haya pecado a veces de frialdad, le ha faltado ese punto de emocionalidad que añadirle a sus cosas, transmitir un poco de cercanía que te atrapara sin remedio, se ha ganado a la gente desde la distancia pero nunca ha penetrado en ella, puede ganar a los puntos pero intuyo que nunca desde el corazón, ha mantenido la distancia con la audiencia a pesar de que ésta le ha abierto muchas veces los brazos, los ha rechazado una y otra vez y ha preferido mantener su independencia. Al final esta decisión ha sido reconocida.

  No va a ser una ganadora que levante pasiones, pero va a ser una buena ganadora, sin duda de todos los de este año, la mejor. Y lo va a ser por una razón muy sencilla, para ella ha hecho las cosas bien, ha sido consecuente y por tanto será recompensada. Si hubiese compartido con la audiencia su propia personalidad su triunfo no tendría dudas, pero ha preferido vivirlo sola y según su propio criterio, eso ha generado desconfianza y falta de complicidad por lo que el diez no se podría decir que lo tiene asegurado, le otorgo un buen notable. Ha cometido pocos errores, pero muy estridentes, quizás no tanto como para hacerle peligrar la final pero sí como para no confiarse en exceso en el premio final. Su concurso ha sido equilibrado y ha mantenido una línea, eso se está valorando bien, pero esa distancia con la audiencia podría estar haciendo sopesar otros concursos más ascendentes y explosivos, más envolventes.

  Igor, a diferencia de Susana ha tenido un concurso más accidentado y menos dulce, sin embargo su resolución ha sido determinante, ha  sabido estar en los momentos claves que ha tenido que estar. Ha sido valiente y atrevido aún arriesgando su propio concurso, su candidatura le ha venido dada más por la incoherencia de sus enemigos que por su buen hacer, pero se ha defendido bien y con criterio. No le ha dado la espalda en ningún momento al concurso y ha ido de frente a pesar de todo, ha sido un suicida templado y la gente también ha valorado su trayectoria. Lo ha tenido más difícil que nadie y sin embargo ha peleado, le ha echado rostro y como tal se le ha calificado. Las circunstancias han jugado de su lado y las ha aprovechado.

  Raki es la tercera finalista. Su trayectoria ha sido irrelevante, ha permanecido en la sombra de otros concursantes durante todo el juego, se ha sabido rodear de una película protectora que la mantuviera al margen de empresas más expuestas, ha sido comodín utilizado para dar relevancia y certificación a cualquier otro concurso menos al suyo. Ni ha sabido jugar ni ha querido jugar, se ha mantenido agazapada tras una fachada de un buenrollismo exacerbado y complaciente con todos, ni siquiera cuando ha tenido oportunidades para destacar las ha aprovechado y ha preferido ser secundaria y no hacer demasiado ruido, es de ese tipo de concursantes de los que huye la audiencia, que no se implican ni arriesgan. El exceso de concursantes ha jugado en su favor y la ha mantenido transparente en la casa, sus tramas han sido nulas y su participación en la vida de la casa intrascendente.

  Desi es la otra finalista. El juguete por excelencia elegido por la organización para aderezar una más que insulsa edición. El vídeo fácil en el que soportar demasiados momentos en negro. Su concurso ha sido extremo y radical. Gusta mucho o no gusta nada, amada u odiada, idolatrada o repulsiva, no deja indiferente a nadie. Ha sido la nota discordante de una edición plana en su perfil, se ha abusado de su etiqueta intentando vender a la audiencia un papel diferenciador que nos sacara de la mediocridad pero se ha elegido mal, sus gracias sobre las que se asientan su seguidores son artificiales y prefabricadas, repetidas hasta el hartazgo y llegando hasta cansar, por una que hace buena hace siete malas, se las manipula hasta el convencimiento y se las impone como norma. El punto folklórico de la edición envuelta en un frikismo televisivo que se le presupone rentable. Tras su campaña permitida se esconde un abismo de vulgaridad y de malas artes, de rencores y enfrentamientos, busca la polémica con el consentimiento y la aquiescencia de la organización que todo se lo permite. Refugio de aburridos para quien la diversión no es más que  frikismo y  exaltación del mal gusto, gotas de aire fresco para aquellos que no la ven real sino escaparate donde mirarse. Su verdad es mucho más puntiaguda que la que nos están intentando mostrar y vender.

  No apuesto por nadie aunque me gustaría que ganase Susana. Su hándicap de llama gemelos, su repelencia retrae y frena un discurso complicado de entender, parece que es absurdo pero no lo es, ante la igualdad la diferencia,  y sentirte plenamente convencido de lo que haces puede suponer un momento de satisfacción o de discordia contigo mismo, le darías el voto a Susana encantado pero pensar en otorgar una victoria para intuirla expropiada de forma ilegítima por aquel al que rechazas y se lo impide como queriéndosela  apropiar,  bien  lo pudiera hacer pensar durante al menos un segundo. Sin embargo existen circunstancias que te hacen rebelarte, la persecución hacia Igor y la tremenda campaña de desprestigio hacia ese concursante pudiera hacer saltar la alarma a mucha gente y provocar el efecto contrario, de una simpatía al uso que le permitiese llegar hasta lo inimaginable. Que no se de nada por hecho.