GALA AMOURINHADA

  Si algo jamás se le podrá reprochar a Mercedes Milá es la facilidad para desviar la atención del público hacia su persona. Es la táctica habitual del actual entrenador del Real Madrid cuando asume todo el protagonismo de algún partido importante blindando así a su vestuario. Mercedes acaparó todas las miradas de la gala con una facilidad calculada de tal forma que todos los ojos se dirigiesen a ella y centrasen su atención en sus palabras de manera que éstas sirvieran de paraguas ante otros hechos mucho más importantes. Para ello anoche de todas formas tuvo que tirar de su mayor cinismo para que toda la estrategia le saliese bien, y no dudó en exponerse a un nuevo ridículo cometiendo fallos imperdonables pero consiguiendo el objetivo previsto.

La organización no, al final fue según la presentadora, la cadena y la productora de la mano quien dictó sentencia sobre el caso Flor-Julio, quedando estos expulsados del concurso por no haber sabido interpretar bien el “manual” de una buena convivencia en Gran Hermano. Según el párrafo uno, la organización podrá expulsar del concurso a aquellos que no cumplan las normas de ese manual, y según la presentadora, ambos concursantes fueron deliberadamente en contra de esas normas básicas que significa el preservar la esencia y la pureza de Gran Hermano. Y se quedó tan pancha. Llegó hasta a decir en algún momento que se les había expulsado por no ser ellos mismos.

Acabáramos.

La decisión estaba tomada, y no por la productora que rige el concurso sino sin duda y presuntamente por la mujer de algún directivo escandalizada seguramente por algunas escenas de sexo escénico y que le pillaría en plena hora de la comida o de meditación evangélica. Los argumentos si que fueron cosa de la productora que jamás se habían visto en una tesitura igual. La conclusión que los telespectadores pudimos extraer de su justificación fue que los expulsaron por bocazas. Y eso de hablar más de la cuenta debe de ser ir en contra de la esencia de Gran Hermano. Para ello Mercedes Milá en un brete de luminosidad gráfica nos puso el ejemplo de lo que debe ser la esencia y la convivencia de Gran Hermano, justo al terminar el video de la bronca entre Julia y Anup, donde la primera no paró de chillar, berrear e insultar incluso con ciertos dejes xenofóbicos al segundo fue donde se dirigió a los expulsados y a la audiencia con toda la naturalidad del mundo acuñando la majestuosa frase de “Eso, eso es la esencia de Gran Hermano”.

A todo el mundo le llamó la atención la expulsión de Mireia. Nadie lo esperaba ni había una sola encuesta en la red que diera a la catalana con sus huesos en la calle, y curiosamente casi en todas con más de veinte puntos de diferencia por debajo de Patricia, que era sin duda la señalada desde todas las perspectivas posibles como la segura expulsada. Ni una queja, ni una palabra, ni una mención a la sorpresa, ni porcentajes finales, ni imaginarios vuelcos de última hora, ni nada de nada. Estuvo correcta en su entrevista, inteligente y sorprendida como todos, ante una cándida Mercedes que anoche estuvo soberbia en el camuflaje de sus sentidos. El único pero que le pondría a la entrevista si acaso, fue el error sin importancia que supuso para Mireia en su despedida haberle puesto los videos de Marta y de Joaquin, en vez de los suyos. Pero fue un fallo menor debido seguramente a la improvisación o cambio de papeles que incluso le habia llevado minutos antes a Mercedes anunciar la entrada en plató de Patricia en vez de a Mireia, o a nombrar a su estilista ocasional como Patricia en vez de con su nombre. Por lo visto el nombre de Patricia estaba anoche en la mente de la Milá como una obsesión perentoria.

Sin sorpresas en las nominaciones, donde los ojos se centrarán esta semana en Anup y Julia como representantes de la casa 1 y a Marta y Patricia como nominados de la casa 2. El brote psicótico de Jhota repetido hasta la saciedad, las broncas de Joaquin con su comida o la caricaturización de las expresiones peculiares de Anup y Eduardo son los mejores videos extraidos de lo que ha significado la convivencia semanal. Muy importante la salida del armario de Dámaso y trascendental su video con somero análisis de la presentadora pormenorizandolo como de amplia repercusión. No podemos decir lo mismo del affaire entre suegras a quien en cada gala le regala su particular minuto de gloria.

Perfecta la organización al mostrarnos las trampas de la casa 2 en la prueba y sus consecuencias, esta vez si, definidas perfectamente con el intercambio de carritos de la comida en ambas casas lo que supuso una lección perfecta para los tramposos y un motivo de jolgorio para “la casa de los

niños”.

Cambio broncas por sexo parecen decirnos los guionistas como anticipo para esta semana que de nuevo la casa uno se nos va a antojar insufrible y en la casa dos pues... seguramente tambien.